Ante distintas expresiones vinculadas a denuncias de abuso sexual a niños, niñas y adolescentes, manejadas por la prensa en los últimos días, el Sistema Integral de Protección a la Infancia y Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV) integrado “por los siguientes organismos: Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay encargado de presidirlo y coordinarlo, Ministerio de Desarrollo Social, Ministerio del Interior, Ministerio de Salud, Administración Nacional de Educación Pública y Fiscalía General de la Nación (Ley N° 19747, Modificación CNA, Art. 4°) entiende necesario manifestar:
Las situaciones de violencia sexual hacia NNA constituyen una de las más graves violaciones a los Derechos Humanos y un expreso avasallamiento desde el mundo adulto de sus Derechos de Infancia/ Adolescencia.
EL Abuso Sexual Infantil es una de la más extrema vulneración de los Derechos de los niños, niñas y adolescente, esta violencia requiere especial atención por el daño que causa y la invisibilidad en la que ocurre. El 93% de las situaciones de abuso sexual infantil se dan en el ámbito familiar. Colaboran con ello, la posición de sumisión y dominación en que se ubica a los niños, las niñas y los adolescentes frente al mundo adulto. El descrédito de la palabra de los niños, niña y adolescentes, es una nueva forma de violentar sus derechos.
Afirmamos y sé ha confirmado que el testimonio de los niños, niñas y/o adolescentes, cuando existe es un “indicador” altamente específico y básico de abuso sexual.
En 2018 fueron atendidos por SIPIAV 4131 niñas, niños y adolescentes por situaciones de maltrato y violencia sexual, las mismas han sido perpetradas fundamentalmente en la familia, o por personas vinculadas a su entorno cercano, siendo una realidad dura y dramática que afecta a la población infantil y adolescente sin distinciones de pertenencias socioeconómicas o educativas.
Se entiende por tanto fundamental el compromiso de toda la sociedad y de los medios de comunicación masivos en la transmisión de mensajes que permitan visualizar la magnitud y gravedad del problema.
EL BIENESTAR INFANTIL NO ES NUNCA UN REGALO… SINO EL RESULTADO DE LA ACCIÓN DE TODA UNA COMUNIDAD (J. Barudy, 1998)