“El caso no tiene particularidades, es un caso más de relaciones asimétricas, donde una persona mayor de edad tiene relación abusiva con una persona menor de edad más o menos como todas...", dijo en parte de sus declaraciones la Fiscal Dra. Stella Alciaturi y así como siempre generalmente hemos destacado y también en este caso lo hacemos su labor en la investigación, la labor que desarrolla al igual que sus colegas del Primer Turno que es el que integra, nos permitimos disentir en algunas de sus apreciaciones.
El caso sí tiene particularidades, primero que nada porque cada caso tiene sus propias particularidades más allá de las generalidades que como bien dice la Dra. Alciaturi se dan en esas "relaciones asimètricas" que menciona la Fiscal, pero este caso puntualmente sí tiene particularidades y que precisamente influyeron en el desarrollo del proceso de investigación.
Y vamos a decir cosas que el lector no ha encontrado en ningún medio, a pesar que todos los colegas locales está en conocimiento, pero sin embargo han ignorado vaya a saber por temor a qué no le han informado a la población.
Esta persona, el que hasta ahora se ha identificado públicamente como docente y funcionario público, de iniciales R.J.M.B. de 55 años, que aprovechamos para ampliar es docente de Secundaria y es funcionario público del Poder Judicial, tiene otra particularidad no menor, es el esposo de una Jueza de Familia de Mercedes.
Si bien la Magistrada puede decirse que sea ajena al hecho en sí, el hecho de su vínculo conyugal con el indagado y ahora formalizado, llevó a que se produjeran situaciones que no siempre se dan en el proceso de investigación de estos casos, por eso decimos que no es un caso igual a los demás en ese sentido.
En estos casos hay un protocolo que debe aplicarse en forma inmediata, realizándose todas las pericias sobre la denuncia de los hechos, sin embargo acá pasó un buen tiempo entre la denuncia y las distintas excusaciones de profesionales no sólo de Mercedes, si no de Fray Bentos también que renunciaron a realizar las pericias por diferentes razones, pero todas ellas guardando cierta relación en la decisión, con la función de la esposa del indagado, la Jueza de Familia y eso fue demorando la realización de las distintas pericias tanto a la víctima como al presunto victimario, las que debieron realizarse finalmente por peritos del Instituto Técnico Forense (ITF).
Es decir que las pericias terminaron realizándose en el ITF (Montevideo) obligado por las circunstancias, al excusarse los profesionales de Mercedes y Fray Bentos porque la esposa del indagado es Jueza, no "para evitar en estos medios chicos cualquier tipo de suspicacia en cuanto a vínculos de la persona con los peritos" locales, como habría dicho Alciaturi a El País, en el ITF se terminó por la negativa de los profesionales locales, la valoración de esa nagativa la hará cada uno, pero eso retardó el proceso de investigación.
Tampoco estamos hablando de un caso como cualquier otro -aunque ningún caso de abuso sexual es común, eso debe quedar por demás claro- porque como lo dice el auto de formalización, el hecho ocurrió en la casa que el imputado cohabita con su esposa que es la Jueza de Familia, quien hasta el momento mantiene el vínculo con su esposo.
Podrá decirse que aun no hay condena y es cierto, y hasta la formalización no había nada, pero ahora puede decirse hay presunción de que esta persona ha cometido un delito de abuso sexual especialmente agravado, y alguien como una Magistrada del Poder Judicial conoce mejor que nadie lo que ello significa. Es una una persona muy apreciada en la sociedad y seguramente esté viviendo horas muy difíciles, pero también es una situación muy compleja e incómoda para comunidad, ya que es quien imparte Justicia en un área sensible como la de Familia y de ahora en más, aunque ella esté ajena al hecho puntual, su vínculo con su esposo, el indagado, pondrá en tela de juicio su actuación desde lo ético, y eso lo saben todos los actores del Poder Judicial.