Alejandra Forlán, principal de la Fundación que lleva su nombre llegó este lunes a Mercedes, y en breve diàlogo con @gesor, dijo sentirse "muy feliz de estar en la tierra que vio nacer a mi padre”.
Forlán quien también es la vicepresidenta de Unidad Nacional de Seguridad Vial (UNASEV), dijo estar trabajando muy fuerte "no solo en la prevención sino también con las víctimas de los siniestros de tránsito y también por el derecho de las personas con discapacidad, de tener una vida digna”.
Consultada sobre si existe toma de conciencia de la población en este tema, fue enfática al afirmar que "falta cnciencia, coincidí en la charla que mantuve con el intendente Besozzi en que no aprendemos hasta que nos pasa, y el tema de la fiscalización es importante para educar”, habló "de un cambio de conducta, depende de todos empezando por los padres sobre nuestros hijos”.
Por último, se refirió a la experiencia de su vida a partir del siniestro de tránsito y el cambio que su vida sufrió, lo que trata de transmitir para que los más jóvenes se concienticen, "porque la vida es muy difícil después".
Un buen marco de público asistió a la charla dictada en la carpa central, ubicada en ramba costanera donde se concentran principalmente las actividades de la Expo Deporte 2013.
La Fundación Alejandra Forlán fue inaugurada en marzo de 2009 con el objetivo de prevenir los siniestros de tránsito, apoyar a las víctimas que los sufrieron y promover los derechos de las personas con discapacidad. Los siniestros de tránsito son la primera causa de muerte en menores de 35 años tanto a nivel mundial como en Uruguay, y 50 millones de personas quedan con secuelas permanentes anualmente. Los fondos recaudados se destinan a continuar fortaleciendo el trabajo de la fundación en: educación vial, apoyo sicológico, asesoramiento legal, capacitación de personas con discapacidad, inserción laboral y social, accesibilidad y campañas y acciones de concientización social.
La Fundación y la discapacidad
Uno de los objetivos de la Fundación es promover los derechos de las personas con discapacidad para lograr su accesibilidad y mejorar su calidad de vida. Forlán resaltó, que una silla significa mucho. “La silla nos traslada, nos mueve y nos hace llegar, volar y es mucho más que caminar”, sostuvo.
Señaló que el trabajo en conjunto entre el sector público y el privado es fundamental para avanzar y disminuir la inequidad y desigualdad, logrando un país más justo y protector con las personas con discapacidad. Agregó que aún quedan asignaturas pendientes para lograr la accesibilidad y el cumplimiento de los derechos.
Instó a empresas a colaborar para mejorar la calidad de vida de personas discapacitadas y sus familias, abogando por la igualdad de oportunidades y acceso. A veinte años del siniestro que provocó la pérdida de su motricidad, Alejandra Forlán resaltó la importancia de ayudar a otros. “Sé lo que significa cuando nos faltan las piernas, nos sentimos atados de pies y manos, nos sentimos impotentes”, afirmó. “Somos iguales a ustedes y tenemos la misma necesidad de disfrutar, estudiar, trabajar. Creo que eso no se ve. Nuestra discapacidad se ve, la de ustedes quizás no, pero todos tenemos una discapacidad y apelo a la sensibilidad del país para que aprendan a aceptarnos”, enfatizó la presidenta de la Fundación que lleva su nombre.
El accidente y el después
Alejandra Forlán y su novio Gonzalo volvían de bailar la madrugada del 14 de setiembre de 1991. Llovía. Rumbo a la rambla, al bajar por la calle Coimbra, su novio perdió el control del auto. Para ella pasó todo “en menos de un segundo”. El coche dio varias vueltas en trompo y terminó contra una palmera. Acto seguido, tras darse cuenta de que no podía mover su cuerpo, descubrió que Gonzalo había muerto por la sangre en su oído.
Apenas pudo decir en qué sociedad se atendía y se desmayó. Cuando se despertó estaba en la emergencia y diez días después todo empeoró ya que fue necesario conectarla a un respirador. Peleó por vivir durante cinco meses. Después de un tiempo, viajó varias veces a San Pablo, Cuba y Argentina para atenderse. Se recibió en psicología, master recursos humanos y consultoría, trabaja con adolescentes, creó su Fundación y se diplomó como la primera agente mujer de FIFA de Uruguay, habiendo sido invitada por el Presidente de la República, José Mujica para integrarse a la Unidad Nacional de Seguridad Vial (UNASEV) de la cual es vicepresidenta.
Hoy Alejandra, y muchos de los integrantes de la familia Forlán, atienden todos los días el teléfono de su casa y escuchan sin problema a un sin fin de personas que llaman para contar su historia. Historias de accidentes y desgracias. Historias que los Forlán intentan revertir, en la manera que pueden, con ejemplos concretos, con la seguridad de que se puede salir adelante y de que, pase lo que pase, hay esperanza. “A veces es mucho trabajo, es muy difícil ayudar a otros”, comenta al mismo tiempo que asegura que el accidente nunca la limitó a hacer ninguna actividad. “Yo, después de un tiempo me doy cuenta de que logré seguir siendo yo. No cambié por estar en una silla de ruedas”.