El PAHMI funciona hace menos de un año y sus primeras acciones se focalizaron en la situación particular de las mujeres privadas de libertad con hijos e hijas que se encuentran en la Unidad del departamento de Soriano. El objetivo principal fue lograr la escolarización de los menores que conviven con sus madres en el centro.
El programa, trabaja de forma articulada con una mesa nacional integrada por el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) a través de su programa Uruguay Crece Contigo (UCC), ASSE (Administración de Servicios de Salud del Estado) a través de su programa Aduana y por el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) con su programa CAPI – CAIF de atención a la primera infancia.
Para el abordaje del público objetivo en Pense (Soriano), el equipo coordinador conformó una red local de instituciones con el objetivo de llevar adelante un proceso de trabajo conjunto, que se inició en diciembre de 2018 y tuvo como meta diseñar una estructura logística que le garantizara a los niños y niñas su escolarización, que se concretó en julio de 2019.
Fue fundamental para el proceso la unificación de la Unidad Nº 19 (Río Negro) con la Unidad Nº 24, ya que permitió que en el edificio del establecimiento ubicado en Río Negro se agrupen a las mujeres sin hijos, dejando a las que si los tienen en un sector exclusivo para ellas en la Unidad de Soriano, lo que facilita el trabajo específico con esta población.
“El objetivo es lograr que en los establecimientos en los que se alojan mujeres privadas de libertad con sus hijos, se genere un clima de convivencia real, donde se puedan trabajar los conflictos y problemas emergentes y, a su vez, brindar herramientas para sortearlos o resolverlos de la mejor forma posible.”, explicó la Lic. en Educación Laura Britos, coordinadora nacional del programa.
Cada uno de los actores que integran la mesa son sumamente fundamentales, porque desde su lugar contribuyen a facilitar el acceso a derechos de los niños y niñas. “Uruguay Crece Contigo tuvo una fuerte incidencia en la coordinación de la mesa local, ellos hicieron los primeros contactos con los distintos actores. A través de INAU se consiguió la locomoción para trasladarlos, el CAPI incorporó dos educadoras más que fueron quienes acompañaron a los niños y sus madres durante todo el período de adaptación. ASSE, por su parte está trabajando para mejorar la atención de su salud.”, señaló la Ed. Soc. Natalia Frachia, integrante del equipo del PAMHI.
La propuesta del centro al que acuden los niños y niñas es integral porque además de las maestras, son atendidos por un equipo técnico y reciben almuerzo y merienda. Además, se acordó en la mesa interinstitucional que el centro les envíe la cena. De esta manera, y al tratarse de un establecimiento especializado en primera infancia, se garantiza la alimentación y nutrición adecuadas para esta etapa.
El PAMHI es un programa técnico de trato y de carácter nacional para el abordaje de la privación de libertad de mujeres con sus hijos e hijas. “Siempre decimos que los niños no se encuentran privados de libertad. Nuestra intención, y uno de los cometidos del programa, es justamente que los niños y niñas permanezcan la menor cantidad de tiempo en los establecimientos pero que mientras estén allí las condiciones de vida sean las más parecidas al afuera.”, indicó Frachia.
Actualmente dentro del sistema penitenciario hay 40 niños y niñas. Cinco en la Unidad Nº 24, diecinueve en la Unidad Nº 9 (Montevideo), uno en la Unidad Nº 12 (Rivera), dos en Paysandú (Unidad Nº 16), ocho en Salto (Unidad Nº 20), cuatro en Artigas (Unidad Nº 21) y uno en la Unidad Nº 26 de Tacuarembó.
Una vez que las iniciativas comienzan a tener rodaje, el PAMHI monitorea el cumplimiento de los aspectos que dependen del INR en cada uno de los acuerdos que se logran con otras instituciones, siempre con el fin de garantizar el acceso a derechos de las mujeres con hijos e hijas en privación de libertad. “Lo hacemos a través de la sensibilización, formación y profesionalización del personal penitenciario, de la implementación de políticas de trato y acceso a derechos. Se apunta a evitar comentarios y todo tipo de acciones contraproducentes para el desarrollo de esas políticas.”, concluyó Britos.
(*) fuente INR
La fotografìa corresponde a uno de los patios del INR 24 de Pense, Archivo de @gesor.