Mujeres rurales de todo el país, integrantes y representantes de las Mesas de Desarrollo Rural participaron de una jornada de trabajo para reflexionar y crear la identidad gráfica de la marca para la comercialización de productos de las mujeres rurales.
En el marco del trabajo que viene desarrollando la Dirección General de Desarrollo Rural y la Reunión Especializada de la Agricultura Familiar (REAF) por el fortalecimiento de la autonomía económica de las mujeres rurales, se definió avanzar y concretar una marca comercial de productos de las mujeres rurales. Por este motivo, el grupo de trabajo conjunto de Género y Facilitación del Comercio de REAF invitó a mujeres rurales de todo el país, integrantes y representantes de las Mesas de Desarrollo Rural a compartir una jornada de trabajo para reflexionar y crear la identidad gráfica de la marca de las mujeres rurales.
El objetivo es difundir a mujeres representantes de las Mesas de Desarrollo Rural las metas, motivaciones y definiciones tomadas por el grupo de trabajo conjunto de las comisiones de Género y Facilitación de comercio de REAF en relación a la creación de la marca y construir colectivamente la identidad gráfica y nombre de la misma.
En la apertura de la actividad estuvieron presentes el subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca, Alberto Castelar, y el director de Desarrollo Rural, José Olascuaga.
Olascuaga señaló que esta actividad es parte de un proceso de trabajo en conjunto de articulación entre el MGAP, el MIDES a través de INMJERES, con apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en el marco de los trabajos de las Comisiones de Equidad de Género y de Facilitación del Comercio de la Reunión Especializada de la Agricultura Familiar (REAF), y con un componente de diálogo con las organizaciones sociales. Expresó que “hay situaciones que cambiar”, que es necesario “aumentar la visibilidad del trabajo de las mujeres y del trabajo de las mujeres en el medio rural” y que es necesario “aumentar la autonomía económica” de las mujeres. Recordó que esta actividad, que busca generar una marca o sello que identifique los productos de las mujeres rurales, se enlaza con una estrategia general que se está llevando adelante en relación a todos los productos de la agricultura familiar, que es agregarle valor a través de un sello. Según Olascuaga, se trata de ver cómo hacer para que un producto, fruto del trabajo de las mujeres rurales, pueda ser preferido por los consumidores, pero que a su vez refleje valores y señas de identidad, características especiales que se identifiquen con su origen, tomando en cuenta también las preferencias de los consumidores. Por otra parte, expresó que una vez que se concrete el sello, se va a seguir trabajando en la gestión del mismo, también en forma conjunta, “con articulación y con diálogo entre el gobierno y las organizaciones sociales”.
El subsecretario del MGAP, Alberto Castelar, se refirió a cómo se viene trabajando institucionalmente en materia de género. Destacó que desde hace un par de años empezó a participar en el Consejo Nacional de Género y que se logró consolidar la Comisión Especializada de Género del MGAP, y de esta manera se busca “dar un apoyo más explícito de las autoridades del Ministerio”. Recordó que el año pasado, que fue el Año por el Empoderamiento de las Niñas y las Mujeres Rurales, en un Encuentro Nacional de Mujeres Rurales el sello fue uno de los temas planteados, “ahora, de alguna manera se empieza a cristalizar”, señaló. Expresó que lo que se pretende es que el sello sea una marca de diferenciación del producto: “Hoy en el mundo se accede a mercados cada vez más exigentes y la exigencia va por el lado de la diferenciación”. Dijo que ésta también es una “diferenciación de origen del producto”. Destacó además que hay que trabajar mucho en la comercialización: “no sólo hay que diferenciar el producto, sino hay que aprender a comercializarlo”. Mencionó que existe la Ley de Compras Públicas a la agricultura familiar, que significa una salida importante para la producción de la agricultura familiar, pero que “los productores familiares y las mujeres rurales también tienen que entender de comercialización, porque ahí es donde llevan ventaja otros actores de la economía”.