Varios son los aspectos que comprometen al comerciante -los enumeramos en nota por separado- que le tocó sufrir el hecho delictivo de hurto en pizzería La Herradura; sin juzgar ningún tipo de intencionalidades, sino hechos objetivos y de evidencias técnicas, recogidas por profesionales. Con ellas se manejan quienes deben aplicar las leyes, ya sean Fiscales, Jueces y Abogados que deben ensayar la defensa de una u otra parte, pero las leyes dicen lo que dicen y fueron hechas por los legisladores como normas que regulan la convivencia en comunidad y no para cada caso específico. Podemos entender la Justicia como la búsqueda más aproximada a los hechos ocurridos, muchas veces el fallo o la sentencia a que se llega no es el que quisiéramos o entendemos que debería ser, sino que es el que se ajusta más a la relación entre los hechos sucedidos y probados y lo que establecen las leyes que regulan la convivencia. Y como seres humanos con facultades para razonar, debemos aceptarlo, independientemente que haya cosas para mejorar en los diferentes aspectos, para ello existen los caminos correspondientes y los actores competentes.
Cuando alguien comete un delito, hay toda una cadena de circunstancias, hechos, instancias, todo ello regulado por el conjunto de normas que dan el marco de la convivencia, allí se establecen las sanciones en razón de la falta o el delito cometido. Para ello hay diferentes actores que participan, desde quienes tienen facultades para detener o retener, investigar, juzgar y fallar. Eso es igual para todos, aunque a veces tengamos matices a la hora de valorar los fallos, pero como ciudadanos, todos tenemos las garantías legales por las que todos debemos luchar para preservarlas, es un derecho fundamental, sin importar de qué lado del mostrador se esté. La propia Constitución lo establece, todos somos iguales ante la ley y debemos sentir que es algo que los uruguayos tenemos que sentirnos orgullosos y defenderlo.
Cuando se habla, lógicamente en momentos de dolor, de impotencia, indignación y otros sentimientos, podemos aceptar que se digan determinadas cosas, pero es deber de quienes trabajamos en esta profesión poner la mente fría y analizar. Más allá del momento que está atravesándose por parte de gente que ha sufrido situaciones de violencia, de hechos delictivos puntuales, hay que mirar el colectivo y allí es donde quienes tenemos la responsabilidad de informar y de transmitir las necesidades comunitarias a las autoridades competentes debemos actuar con compromiso y seriedad, así lo hemos hecho y lo hacemos siempre en @gesor. En nuestras notas hemos reflejado a la hora de hablar de la situación de seguridad en el departamento, que Soriano se encuentra entre los de menores índices en materia de delitos, que han descendido los hurtos y las rapiñas se mantienen o bajan, que el patrullaje por las calles -y acá vamos a hablar de Mercede que es donde se plantea la problemática en este momento- es ostensible, los patrulleros y camionetas con las balizas encendidas recorren las diferentes zonas de la ciudad. Las Fiscalías de Mercedes y Dolores -donde existen y tramitan asuntos de todo el departamento- se encuentran entre las cinco con mejor índice de imputación de los hechos policiales a nivel del país. ¿Esto quiere decir que estamos bárbaro? No, vivimos muy diferente de tiempo atrás, la tranquilidad total de otras épocas es parte del recuerdo, pero con los recursos disponibles, las autoridades competentes están actuando, y si bien siempre puede mejorarse, en relación al resto del país, estamos entre los departamentos en que mejor se trabaja, ateniéndonos a los resultados. Todos los días deberemos seguir esmerándonos como sociedad para mejorar, aportando cada uno de nosotros en ese sentido, apoyando a quienes deben combatir el delito, denunciando, brindando información por los carriles correspondientes, no mirando para el costado, comprometiéndos. Sólo así podremos crecer como sociedad y aspirar a que este tipo de hechos no vuelvan a ocurrir.