El Presidente saliente, edil Damián De Oliveira, tuvo palabras de agradecimiento para quienes impulsaron su candidatura y para quienes lo votaron para el cargo, así como también para los vicepresidentes que lo acompañaron en el periodo.
Afirmó que su labor fue un permanente aprendizaje y dio seguridades de su entrega, responsabilidad en el fiel cumplimiento del compromiso asumido cuando pasó a ocupar el cargo, un año atrás.
Sostuvo que era “consciente que algunos propósitos expresados en el momento de asumir pudieron quedar en la simple enunciación y que de seguro así ocurrió”.
Agregó que “no hubo mala fe, ni ánimo de perjudicar a nadie, sino que se trató del fruto de mi inexperiencia o quizá hasta mi propia incapacidad de llevar a la práctica lo comprometido en el discurso inaugural de mi presidencia”.
Dijo de su ecuanimidad de proceder, siendo su desvelo tratar a todos por igual y en ese sentido “en la medida de las posibilidades, y dentro de la faz reglamentaria, atendí todos los planteos e iniciativas que se me presentaron y son prueba de ello las varias sesiones extraordinarias de reconocimientos y otros fines, que llevamos a cabo durante este periodo”.
Reafirmó que “tampoco hubo discriminaciones de ninguna índole y fundamentalmente de colores políticos, al hacer efectivas las colaboraciones que beneficiaron a un centenar de instituciones públicas y privadas, fundamentalmente del ámbito educativo, y cuyos montos pudieron ser muy exiguos, pero ello se debió al límite de las disponibilidades económicas de la corporación”.
Reveló que al pasar raya en el balance, “la mayoría de los rubros, por no decir todos, quedan con un superávit suficiente como para que el nuevo presidente que asuma hoy, pueda enfrentar los primeros meses de su gestión, hasta la entrada en vigencia del nuevo presupuesto”.
Destacó asimismo “la compra de un vehículo utilitario que, presupuestada desde hacía años, no se había hecho efectiva y lo hicimos para llenar una sentida necesidad de sustitución de una vieja unidad que ponía en riesgo la propia vida de quienes viajaban en ella”.
En este orden destacó especialmente que “para cumplir este objetivo tuvimos que sortear varios imponderables pero lo que más dolió fue la crítica deshonesta de algunos mal intencionados y agoreros del fracaso, que siempre ponen palos en la rueda”.
A la hora de despedirse del cargo prefirió no ahondar en la gestión realizada, ni siquiera hacer un balance detallado, “porque todo está a la vista y los resultados económicos y presupuestales pueden ser consultados por todos aquellos que así lo deseen”, no correspondiéndole a él calificar la gestión, “si fue buena, regular o mala, lo ponderarán ustedes y tienen las herramientas y el derecho para hacerlo”, sostuvo.
En el rubro agradecimientos, los hizo extensivos a su bancada que lo propuso para este honroso cargo; al personal de la Junta que lo respaldó permanentemente desde sus respectivos estamentos, allanando el camino de su gestión.
Agradeció a su Secretario privado Emerson Barreto “por su aporte y en especial también a la señora Secretaria General de esta Junta, María Mezzoni un verdadero baluarte que me proporcionó, no solo su asesoramiento respaldado por su gran bagaje de conocimientos técnicos y administrativos, sino también la calidez de su trato”.
El agradecimiento abarcó asimismo a los medios de prensa, al señor Intendente, directores y secretarios de la Intendencia, Alcaldes, personal de Juntas Locales y otras autoridades del departamento, “con quienes mantuve un relacionamiento basado en la reciprocidad constante de ambas partes”, dijo.
