Quienes cubrimos la información electoral desde hace años, nos llamó la atención el despliegue que desde la primera jornada, la dominical del 30 de junio y en días posteriores se dio en el edificio de la Oficina Electoral Departamental de Soriano.
El domingo en la noche cuando arribamos para cubrir lo que estaba aconteciendo con la llegada de las primeras urnas, nos encontramos con al menos entre cuatro y cinco soldados del Batallón Asencio de Infantería N° 5 con armas largas apostados a un lado y otro de la puerta de acceso al edificio. Una imagen de otro país y no del nuestro donde tanto los soldados, policías y personal de Prefectura, cumplen la loable tarea de custodia de las mesas receptora y escrutadora de votos en los circuitos y posteriormente la custodia de las urnas en el local de la Oficina Electoral, hasta tanto se desarrolle el Escrutinio Departamental y finalice este, pero esencialmente cuando no están los integrantes de la Junta Electoral que son las autoridades electas por la ciudadanía. Además los soldados no ingresan a la habitación donde se encuntran depositadas las urnas si no que custodian el lugar.
Esta vez, en los días posteriores, cuando se inició el repaso de los 213 circuitos como parte del Escrutinio Departamental y posteriomente el escrutinio de los 1013 votos observados, siempre hubo dos soldados, en todo momento con el arma larga encima, parados al lado de las mesas, algo que nunca habíamos presenciado y que llamó la atención también a las autoridades electorales y funcionarios desconociendo cuales eran las órdenes que tenían estos soldados.
Las fotogafías muestran el lugar donde se ubicaban los soldados y el arma larga que portaban, algo no habitual en años que venimos cubriendo instancias electorales, en las que durante este tipo de actividades, los soldados se mantienen allí pero en forma distendida ya que están las autoridades electorales que son las responsables de las urnas, cuando éstas se retiran sí pasan a ser los custodios. Así también nos lo ratificaron las propias autoridades electorales que se mostraron sorprendidas por el hecho, e iban a efectuar las consultas pertinentes para saber si había cambiado algo porque entendía esto no correspondía.
