El exceso de agua tiene un impacto directo al reducir las áreas de pastoreo, lo que determina un aumento de la carga instantánea en los potreros secos.
Además de la alimentación que debe ser lo primordial, deberíamos tener en cuenta que la concentración de animales puede generar distintos problemas.
Uno de ellos, es el aumento en la carga parasitaria. Para eso se debería administrar un antihelmíntico y monitorear la infestación mediante un examen coproparasitario, de este modo sabremos si el tratamiento funcionó y cuando es necesario repetirlo.
También deberemos controlar y chequear los terneros, ante la presencia e infestación con coccidias que pueden ocasionarles diarrea sanguinolenta.
Chequear la presencia de plantas tóxicas en los potreros donde se encuentren los animales, ya que frente a la escasez de alimentos pueden ser consumidas.
Inmunizar los animales contra enfermedades infecciosas como Clostridiosis y especialmente contra Leptospirosis ya que esta enfermedad es más frecuente en años muy lluviosos y en zonas bajas, con mucha humedad.
En animales que están en sistemas de silvopastoreo o pueden pastorear montes de Eucaliptos, recordar que puede estar presente el hongo Ramaria, que produce la enfermedad conocida con el nombre de Bocopa.
Si se administran fardos o concentrados, recordar recoger los hilos, alambres y bolsas ya que los animales pueden llegar a consumirlos produciendo un cuadro patológico.
Cuando se compren alimentos concentrados se debe tener en cuenta la posibilidad de contaminación con Micotoxinas, por lo que se recomienda realizar un chequeo antes de la compra o solicitar al vendedor un análisis de los mismos.
Ante cualquier duda, siempre es una buena opción consultar a un profesional.
(*) fuente MGAP