El Dr. Juan Miguel Petit, Comisionado Parlamentario para el Sistema Carcelario, en diálogo con @gesor, se refirió a las resultancias de la audiencia realizada en el Juzgado de Primer Turno de Mercedes relacionada con el Hábeas Corpus que presentara él por la situación de personas privadas de la libertad que se encontraban alojadas en el sector de Admisión en la Unidad 24 del INR en Pense, en condiciones violatorias de derechos humanos. También hizo referencia a aspectos del sistema carcelario en general.
¿Satisfecho con lo resuelto?
"Esto no son pulseadas ni enfrentamientos, por lo menos yo lo vivo así, con estos Hábeas Corpus que he presentado yo no diría la palabra satisfacción. Tengo una gran preocupación y además tristeza, por la situación que encontramos. Esto de ninguna manera es un juicio a la gestión, me parece que el Ministerio del Interior empezó en 2010 una reforma penitenciaria muy positiva, que sin esa reforma estaríamos en una situación de caos. La Administración lleva hecho un gran esfuerzo y ha hecho grandes mejoras, pero hay una parte del sistema que todavía no ha podido mejorar. La tarea mía es la de mejorar sobre aquellos sectores que hay que promover y que están mal y utilizar todas las herramientas que tengo a mi alcance, en este caso el Hábeas Corpus".
Usted dijo que busca el diálogo, que hay otras alternativas previas que se agotaron y que por eso terminó en este recurso porque no hubo respuesta acorde a los planteos suyos para tratar de evitar llegar a esta instancia. Inclusive el abogado del Ministerio del Interior pretendió desconocer su competencia para presentar este recurso.
"En todas las partes del mundo el inicio de la aplicación del Hábeas Corpus para las condiciones carcelarias genera muchas veces incomprensión, malestar, tensiones, no es nuestro objetivo generar malestar ni obstáculos ni tensiones. Estaba ya previsto en la ley originaria del Comisionado Parlamentario, es un mecanismo legítimo, de transformaciones, del Siglo 21, y que abre las posibilidades a cambios. Los jueces pueden resolver soberanamente, darle andamiento o no, según si la petición es razonable o no, si está probada, si es fundada o no, pero es un mecanismo que ha llegado, se agrega y por suerte porque si usted tiene una fábrica y tiene a sus trabajadores en riesgo porque no usan cinturones de seguridad, no hay andamios, no tienen casco, hay una autoridad que va a decirle que así no puede trabajar, y si no cumple le va a cerrar. Nosotros dialogamos, escribimos, hacemos notas y en algunos casos cuando hay situación extrema recurrimos a estos mecanismos".
¿Puede ser que en virtud de lo ocurrido en el Comcar con la resolución judicial, esto de Pense, llegó el momento que el Comisionado Parlamentario pisó el acelerador ante la falta de respuestas de la otra parte?
"Tenemos que ser muy cuidadosos porque es un año electoral, donde hay mucha sensibilidad de todos los actores y donde todos los temas pueden ser usados para defender o criticar una gestión, pero nosotros no podemos dejar de trabajar porque es un año electoral. Tratamos de ser muy cuidadosos, de rescatar que esto no es un juicio a la gestión, que esto no es una pulseada, que se refiere a situaciones de larga data, acumuladas en el país por mucho tiempo, por lo tanto tenemos que presentarlo, hay una novedad importante, el Poder Judicial, en la defensa de derechos fundamentales intervenir una cárcel dictaminando normas que no son la política carcelaria. El juez no le va a decir tienen que haber taller de esto, de lo otro, o clase de gimnasia o de pilates, pero sí le va a decir tiene que haber educación, cultura, patio, recreación, es el qué, el cómo lo pone la administración carcelaria".
En Pense como en otras unidades ha quedado al frente un Operador Penitenciario, o sea un Técnico, ¿qué considera más conveniente ello o un funcionario policial como hay en la mayoría de los casos?
"Son dos cosas, hay un rol de la seguridad en el cual los expertos son los funcionarios policiales, más allá que hay licenciados en seguridad que son civiles, en general son funcionarios policiales y después está la parte técnica. Quien dirige una cárcel debe tener una mirada amplia, hay personal policial, conozco directores policiales que son expertos en seguridad, pero también han estudiado educación, gestión, conocen derechos humanos, salud, pueden dirigir una cárcel. Pero hay también muchos civiles que por su formación técnica están especialmente preparados. El que dirige una cárcel debe tener una formación amplia pero sobre todo una formación que apunte a que la finalidad de la cárcel es el tratamiento, la rehabilitación y la reeducación, la seguridad es un medio y debe estar presente muy eficientemente, pero que tiene que colaborar con el fin que es la rehabilitación".
¿Cómo catalogaría el estado actual del sistema carcelario de nuestro país?
"Es un sistema que inició una transición, que mejoró una cantidad de aspectos y está en una transición no terminada, y que debe continuar".
Pero el área Metropolitana tiene una realidad y el Interior tiene otra, ¿es mejor ésta que aquella?.
"Es cierto, es largo de explicar por qué y largo de entender por qué, porque a veces hay muchos problemas del Interior que van a las cárceles metropolitanas, comportamientos más complejos que van al área metropolitana. Lo que está claro es que en el Interior hay cárceles más chicas, más cercanas a la comunidad, donde hay más interacción de otros agentes, donde hay un conocimiento del director con las personas que están allí, en Montevideo tenemos macro penales con muchos miles de personas, eso es una gran dificultad".