María Nicolasa Muniz es la Presidenta de COVISOR y en diálogo con @gesor contó el momento que vivía junto a su hijo, al inaugurar el complejo habitacional de 40 viviendas ubicado en Olimar y Daymán en la capital sorianense.
María dijo estar "contenta, tranquila, agradecida, fueron tres años de obras, tuvimos muchos contratiempos, momentos en en que estuvimos en la lona y pudimos salir, a pesar de todo el grupo salió a flote por sus propios méritos y con la ayuda de la Intendencia y de FUCVAM pero poniendo nuestro propio esfuerzo".
¿Qué destacás del grupo y del movimiento cooperativo por ayuda mutua?
"La solidaridad, hicimos jornadas, las cooperativas nos ayudaron, la familia vino, colaboró, en estos momentos de contratiempos fue cuando luchamos más cuerpo a cuerpo, codo a codo, estuvimos más juntos".
Se dice que este es uno de los pocos sistemas por los que los trabajadores pueden acceder al techo, ¿considerás que es así? ¿Tú podrías haberlo alcanzado de otra manera?
"No, no, soy empleada doméstica, es imposible que hubiera llegado de otra manera. Igual seguimos luchando para que se unifique la tasa de interés en el 2%, que le saquen el IVA a los materiales de construcción que compramos las cooperativas porque uno que está en directivas y metida en los números, es la única forma que podemos acceder, pero también que se encarece por estas cosas, habría que reconsiderarlas para que los trabajadores podamos tener mayor acceso, porque después a la hora de pagar la cuota a veces se hace costoso".
¿Qué sentís cuándo vas a habitar una casa hecha por manos propias?
"Para mi fue un gran aprendizaje, yo no sabía nada más allá de haber pintado una pared en mi casa, pero nada más. Aprendí de todo un poco, para la persona que viene a aprender, aprendés de todo un poco, pasás frío, calor, hambre, todo, sereneás, vigilancia, todo, pero ahora que estoy en casa, vale el esfuerzo, me siento en el sillón mirando la tele disfrutando".
¿Quién te va a acompañar a disfrutar la vivienda?
"Mi hijo Alejo, de 10 años, que va a la escuela 95, va bastante bien".
Lo consultamos a Alejo, ¿te gusta tener la casita nueva?
"Sí, me gusta, me gusta tener mi propia cama y mi propio cuarto".
¿Qué hacías cuándo mamá estaba en obra, venías a verla?
"Sí, a veces".
¿Estás contento?
"Sí".
Volvimos al diálogo con María Nicolasa.
¿Para una madre ver el hijo así debe ser lo más grande?
"Si, porque él fue el que más sufrió, tuve que dejarlo con mi familia, mis hermanas, en las horas de trabajo, falté a muchas cosas de él, de sus actividades, porque tenía que trabajar, es difícil para una madre sola afrontar algo así".
Pero le dejás un mensaje.
"Sí, que se puede, le dejo una gran enseñanza, que espero en el día de mañana él sepa valorar el esfuerzo, que con esfuerzo se consiguen las cosas".
En el ejemplo de María Nicolasa identificamos el esfuerzo de todas aquellas madres jefas de hogar que llevan adelante la crianza de sus hijos y además emprenden el compromiso de ir por el techo propio sacrificándose por el techo para ellas y sus hijos.
Muchas felicidades para esas familias que con mucho esfuerzo han logrado su techito propio. Mis respeto hacia ellos. Si ,que se puede !!