Primicia: A las 0.28 horas del sábado 17 de noviembre 2018 quedó programada la alarma de la cochera de Ferrería y Rivera, por parte de Carlos Barrios de 36 años, quien guardaba allí la camioneta Honda matrícula AAF 5355 y se aprestaba a cerrar la puerta de rejas cuando alguien se acercó y con un arma en la mano le disparó, lo que hizo que Barrios tratara de escapar regresando hacia el interior del estacionamiento y le siguieron disparando, inclusive por la espalda, hasta que cayó casi en el centro del lugar y allí, ya en el suelo lo remataron con un tiro en la cara y también tenía uno en su mano, seguramente al intentar taparse con ella. Así murió, a pesar que lo llevaron al Hospital “Zoilo A. Chelle” cuando lo encontraron algunos vecinos que sintieron las detonaciones y llamaron al 911 concurriendo ambulancia, realizándose trabajos de reanimación pero sin éxito. Luego vino la etapa de la autopsia, las idas y vueltas entre Mercedes y el ITF por la falta de instrumental adecuado y algunas diferencias técnicas, trascendiendo distintas cantidades de disparos recibidos en el cuerpo, hasta que finalmente se confirmaron cuatro.
UNA VICTIMA QUE SE GENERO ENEMIGOS
Desde el primer momento, nadie dudaba en cuanto a la hipótesis, “es un ajuste de cuentas”. Es que Carlos Barrios, era conocido por estar vinculado a los negocios con estupefacientes y además se había ganado la fama de ser un hombre duro, que a la hora de “cobrar deudas” recurría amenazas importante, acostumbraba a utilizar armas de fuego, y en varios casos llegó a ponerles ellas en la cabeza para reclamar el cumplimiento en el pago de la deuda por drogas. Eso le fue generando por un lado el temor y por el otro juntando la ira de algunos de sus deudores. En los últimos tiempos, a pesar de mantener un patrimonio importante, que no se conoce a nombre de quienes estaba, había caído en sus acciones y él también mantenía deudas y estaba siendo presionado por quienes le proveían, por lo que esa presión que recibía él, se trasladaba a los que le debían a él. Movía mucho dinero y con ello, a partir de un almacén en su casa y luego un pub, como negocios visibles, pero por fuera en el verdadero negocio que eran los estupefacientes, “ayudaba” económicamente a decenas de familias, algunas de ellas con sus principales presos por temas vinculados a dichos negocios y él seguía ayudándolos. Pero nada era gratis, ello siempre genera una dependencia.
Barrios se sabía vigilado, a pesar que tenía algunos “informantes” llevados por el consumo o por la codicia, que también estaban identificados, tenía claro que estaba al caer, inclusive tenía una causa pendiente por hecho de violencia de tiempo atrás, por la cual la Fiscal había pedido su procesamiento con prisión y era cuestión de pocos días se expidiera cuando le llegó la muerte.
Pero sabedor que era investigado por el tema de las drogas y aprovechando de alguno de sus deudores, utilizó a uno de ellos, un joven de la zona de la cantera del Cerro B.D.M.R. para que se hiciera cargo de la droga y de la plata y que la tuviera en su casa, por si allanaban a Barrios no iban a encontrar nada y en cambio si allanaban a M.R éste tenía que cargar con todo y lo sabía. Pero el trato con este joven no era bueno, y la deuda de este muchacho que vendía estupefacientes también crecía. Hace alrededor de un año, la madre de este joven debió vender una vivienda de una cooperativa que estaba por estrenar, en alrededor de $ 100.000 y le entregó la plata a Barrios por deuda de su hijo por drogas, en ese momento debía alrededor de $ 140.000, el saldo se lo iba a pagar en cuotas. La relación siguió adelante, B.D.M.R. le siguió “cuidando” el “capital” a Barrios, que de todas maneras lo continuó maltratando. El enojo de este joven iba in crescendo, no sólo el de él, si no también el de su madre, el de su hermano F.M. a quien no pudo dominar porque tiene más personalidad que su hermano B.D.M.R. Junto con ellos vivía ocasionalmente A.C. quien también tenía cierta rabia acumulada contra Barrios, porque argumenta que hace varios años Barrios le pegó con un palo a su madre y que ésta después murió. A ellos también se unió S.A.A.R.quien registra varios antecedentes y que tenía un arma calibre 32 y hace poco tuvo que volver a la cárcel para cumplir con un saldo de pena que le había quedado pendiente y todavía se encuentra recluido en Pense. Estos cuatro más algunos otros serían claves en el desenlace del caso.
CANSADOS DE AMENAZAS Y ADEMAS ESTABAN “COMIENDO” DE LA “MERCA” QUE TENIAN QUE CUIDAR
Como señalamos anteriormente, el maltrato y las amenazas se siguieron reiterando por parte de Barrios a B.D.M.R. y éste que a su vez debía cuidarle el capital de Barrios estaba vendiendo para él y le estaba dando a A.C. “merca” para que vendiera para ellos, es decir que también le estaban “comiendo” del capital de Barrios y a su vez iban generando mayor deuda. Recordemos que cuando se revisó la vestimenta de Barrios, lo que se encontró en sus bolsillos fue una lista con sobrenombres y nombres de deudores de cantidad de droga y plata, y allí estaban algunas de estas personas que hemos venido mencionando y otras más que pasaron y pasarán por Fiscalía en la continuidad de la investigación. A su vez el hermano B.D.M.R., es decir F.M. también estaba muy molesto por lo que estaba sufriendo su hermano y decidieron reunirse ellos tres y S.A.A.R. Entre ellos planificaron deshacerse de Barrios, hartos de la violencia que venía recibiendo B.D.M.R. y también para cubrir determinados faltantes de drogas y plata. Asimismo no se descarta que haya más personas que participaran de la planificación y otras que estuvieran al tanto de ella y en conocimiento de los hechos posteriores y nunca han mencionado nada.
LOS HECHOS
Esa noche del viernes para el inicio de la madrugada del sábado, S.A.A.R conduciendo una moto lleva a A.C. hasta el garage donde sabían que estaba Carlos Barrios, allí cuando éste va a cerrar la reja, A.C. le dispara con un arma que le había proporcionado S.A.A.R. cuando Barrios trata de correr hacia adentro, le vuelve a disparar por la espalda, luego baja de la moto S.A.A.R y con otra arma también le dispara y ya caído lo rematan, allí Barrios reconoce al primero de ellos y le dice “sos vos P... (por el sobrenombre) por qué me hacés ésto”, inclusive éste le habría ocasionado alguna fractura en los brazos, producto de su ex profesión de militar. De acuerdo a lo que pudo saber @gesor utilizaron guantes y algo que hasta ahora no se había conocido, es que desde el cuerpo de Barrios se extrajeron proyectiles de distinto calibre, 22 y 32, y que coincide con el uso de dos armas que en las declaraciones de uno de ellos se utilizaron en la ocasión.
Esa misma noche del asesinato, la madre de los hermanos M.R. estaba en el bar de Barrios junto a su pareja y poco rato después emprendió viaje hacia Argentina, no descartándose que estuviera al tanto de todo, ya que sabía de las constantes amenazas de Barrios a su hijo e incluso de haber tenido que vender esa vivienda para entregarle la plata a Barrios como parte de la deuda de su hijo por drogas. Esto recién comienza al decir de los investigadores y hay mucha tela para cortar, por lo que se seguirá trabajando en el caso por parte de la Fiscalía de Primer Turno a cargo de su titular Dra. María Eugenia Rodríguez, con el apoyo de las Fiscales Adscriptas Dras. Stella Alciaturi y Valeria Figueredo, que junto a la Brigada Departamental Antidrogas, han realizado una tarea paciente y tenaz para aclarar un tema que resultaba muy preocupante y a la vez sumamente complejo para aclarar.
@gesor ha venido siguiendo el caso desde el primer momento, del cual no habíamos querido realizar adelantos para no entorpecer las actuaciones de Fiscalìa y de la Policíal. Realizamos este adelanto ahora, ya con gran parte del caso definido a nivel de Fiscalìa.
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