26 de January del 2019 a las 12:57 -
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Charlas informativas sobre Leishmaniasis en Mercedes y Dolores
Especialistas en la enfermedad expusieron sobre la problemática que hoy afecta directamente a Artigas y Salto, pero que amenaza con extenderse al resto del país

Durante este viernes y sábado se realizaron charlas organizadas por la Intendencia de Soriano y Comisión de Zoonosis sobre Leishmaniasis, la enfermedad que viene siendo motivo de preocupación en el litoral norte de nuestro país, más precisamente los departamentos de Artigas y Salto.
La actividad se realizó con el objetivo de informar a la población sobre la enfermedad, así como su control y tratamiento, las maneras para ir tomando medidas en cuanto a la prevención.
Las charlas fueron dictadas por profesionales vinculados directamente al tema, este viernes en sala multimedia de la biblioteca Giménez de Mercedes, y sábado en biblioteca Iris de López Crespo de Dolores, por parte de la Dra. en Medicina Yester Badmajian (foto) y el Dr. en Medicina Veterinaria Eduardo Supparo.
En ambas instancias estuvo presente la Coordinadora Regional de Zoonosis Dra. Silvia Roslik, también autoridades de la Salud y de la Intendencia de Soriano, como también de la Jefatura de Policía, Prefectura Naval y profesionales de Medicina y de Veterinaria, así como público en general.

LA LEISHMANIASIS
La Leishmaniasis es una zoonosis que se trasmite de los animales al hombre, la produce un protozoario, afectando tanto a perros como a humanos, existiendo tres formas de la enfermedad, las cuales dependen de su agente trasmisor y de la particular econología de cada una: la Leishmaniasis cutátea, la muco cutánea y la visceral.
Precisamente en nuestro país no están dadas las condiciones para que ocurran las dos primeras y sí llegó la visceral en perros, trasmitida por el flebótomo (mosquita picadora) Lutzomyia. Afecta diversos órganos (ganglios, médula ósea, bazo, hígado) y es una forma que ocurre meses después de que la persona fue picada. Puede llevar a complicaciones
mortales, ya que los parásitos dañan el sistema inmunitario.
En el año 2010 se constata la presencia del vector (flebótomo) en el litoral, sin comprobar la infección en los perros estudiados y en el año 2015 se considera que el vector está presente e infectado, constatándose perros
parasitados, habiéndose tenido los dos primeros casos recientemente uno en 2018 con una niña que fue dada de alta en las últimas horas y el otro aun en curso en una señora cuya evolución que está siendo seguida con atención encontrándose internada y su situación es más complicada que
la de la niña en su momento.

EL PERRO COMO RESERVORIO
La enfermedad se trasmite al humano y a los animales a través de la picadura de la mosquita, “flebótomo” (insecto que se alimenta con sangre) del género Lutzomyia. Su tamaño es más pequeño que el mosquito común y tiene como característica que no emite sonido de zumbido al volar. Se
traslada hasta 200 metros del lugar de reposo. No se ve durante el día porque permanece en lugares oscuros y húmedos. Son abundantes en zonas arboladas o enjardinadas, sobre todo en lugares donde duermen perros, gallinas, chanchos, etc. Los huevos y larvas de la mosquita no se
desarrollan en el agua a diferencia del vector que transmite el dengue, sino en la tierra húmeda, con desechos orgánicos, bajo la hojarasca, en lugares oscuros. Cuando el insecto pica a un perro u otro animal infectado, ingiere parásitos (leishmania) de su sangre. En unos días el tubo digestivo de
la mosquita picadora está repleto de parásitos. Cuando la hembra vuelve a picar, los parásitos se introducen en el organismo del animal o humano picado.
En el lugar de la picadura aparece una minúscula lesión dérmica, allí el parásito coloniza los macrófagos. A medida que la lesión cutánea desaparece, los parásitos se dispersan por la sangre a otros órganos.
La principal forma de trasmisión, tanto en humanos como en caninos es a través de la picadura de la mosquita (flebótomo).
Se ha descripto la infección horizontal (por apareamiento) y vertical (de la madre a sus crías) durante la preñez en perros y por transfusión sanguínea o utilización de agujas contaminadas en humanos.

LEISHMANIASIS EN PERROS
Hay que estar atentos si el animal presenta: caída de pelo especialmente alrededor de los ojos y las orejas, fatiga, pérdida de peso, seborrea escamosa (como caspa), crecimiento exagerado de las uñas, úlceras en la piel, hemorragia nasal y sangrado con la materia fecal, fiebre. Si aparece alguno de estos síntomas llevarlo al veterinario.

LEISHMANIASIS VISCERAL EN HUMANOS
Los síntomas en condiciones de riesgo son, entre otros, los iniciales: fiebre, pérdida de apetito, diarrea y vómitos; los tardíos: disminución del peso, aumento de tamaño del abdomen (por agrandamiento del bazo y el hígado) anemia (por disminución de glóbulos rojos), infecciones (por disminución de glóbulos blancos), sangrado (por disminución de plaquetas). En los niños la infección visceral empieza de una manera súbita con vómitos y diarrea, fiebre y tos.

 

(2021)


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