Tres testimonios de mujeres que fueron reconocidas en el Día Internacional de la Mujer, se escucharon en plaza Independencia, uno diractamente por la propia protagonista y los dos restantes a través de la responsable de la secretaría de Género, Mirna Eízaga que funciona en la órbita del departamento de Acción Social y Familia a cargo de María Fajardo en la Intendencia de Soriano. Eízaga dijo que este año "dejamos hablar al corazón y quisimos homenajear a tres mujeres que vemos transitar las calles de Mercedes, yendo a sus trabajos, con sus dificultades y la sonrisa pintada en el rostro. Tres mujeres que se quedaron solas por diferentes circunstancias, algunas porque se separaron, otra porque quedó viuda y la vida las golpeó de la noche a la mañana, quedándose con sus niños pequeños y no teniendo trabajo porque eran amas de casa y se dedicaban a ellos. Hubo que salir a buscar que darles decomer porque los niños pedían, la vida seguía. Tuvieron el coraje de salir a trabajar de lo que fuera, había noches en las que a los niños hacían dormir porque no había qué darles de comer. En un momento dijeron, hago lo que sea, pero no paso más hambre y menos mis hijos.
Así fue que empezaron a trabajar, una de ellas llegó a tener dieciséis limpiezas por semana para poder sacar adelante a sus hijos, hoy, uno de ellos, de 32 años, está a punto de recibirse de contador, el otro ya la hizo abuela.
Otra mujer se vio sola porque la muerte golpeó la puerta de la mañana para la tarde, había que llorar en la noche,porque en la mañana, para mis hijos yo tenía que estar entera y con una sonrisa en los labios. Hice lo que fuera pero también me tenía que realizar como mujer, se dedicó al Taebo, una disciplina que tanto cultiva lo físico como lo interior. Hoy tiene una hija a punto de recibirse en Relaciones Exteriores, otro hijo que estudia y trabaja, que la ayuda. Como ella dice, mientras yo sepa quien soy y que es lo que quiero, no me importa lo que hago, fui docente en el Club Remeros Mercedes, pero también salía de ahí a ser empleada doméstica, mientras sepa lo que soy, ninguna tarea me tira abajo, todo trabajo me dignifica y aquí estoy, entera, orgullosa de mis hijos y ellos respondiendo al esfuerzo que se hizo.
La mujer, sí puede, ante cualquier circunstancia, cuando se toca fondo es solo el impulso para ir hacia arriba y estas tres mujeres que reconocemos hoy, así lo dejaron plasmado. Una de ellas se atrevió a hablar, como nos dijo, no me quiero victimizar, quiero agradecer, porque todo esto no lo logré sola, hubo muchísima gente que me apoyó, que le facilitaron algunas cosas y pude salir adelante. Ella va a dar su testimonio, se trata de Jenny Solari, las otras dos no se animaron, me dejaron el compromiso de narrar sus historias, espero desde mi sensibilidad haberles podido llegar a todas y en definitiva, en ellas tres homenajeamos a todas las mujeres, que todas hemos hecho algún esfuerzo y todas luchamos en la diaria".
Precisamente Jenny Solari que sufrió la violencia en carne propia, contó su historia a la concurrencia en plaza Independencia, lo que ha conseguido con los años en favor de sus tres hijas, agradeció a todos los que la apoyaron "en este difícil camino", y ahora se siente "una mujer plena, sé que he logrado un montón de mis objetivos", señalando que "ha sido complicado, he tenido que dejar de lado el orgullo interior y salir a pedir ayuda, demostrándole a la gente que podemos y que necesitamos contención". Llamó a "no temer más a la represalia, debemos fijarnos metas, ir paso a paso, tenemos que decir basta y respetarnos como mujeres". Dijo que hablaba de su experiencia personal, "del dolor que tuce que superar, no lo hice sola, me ayudó tanta gente, algunos que ya no están, pero se puede, se puede...".