Una mujer  de 28  años recibió un botellazo en el rostro durante el baile de la madrugada de la  Navidad, desarrollado en el club de Remeros Mercedes, organizado por particulares,  sufriendo lesiones sobre un ojo con afectación en el pómulo, debió ser asistida por personal médico y le fue practicada sutura de dos puntos.

Según contó D.V.V, una contadora, oriunda de Mercedes, radicada en la capital del país, de visita a sus familiares por estos días debido a las tradicionales  festividades, había salido a bailar  en la madrugada de la Navidad, al referido lugar.

Ubicada en un sector, tratando de evitar un tumulto originado a partir de una pelea con participación varios actores, en determinado momento,  un botellazo lanzado hacia los participantes de la reyerta,  impactó en el rostro de  la mujer con las consecuencias descriptas anteriormente.  

Otra secuela apreciable, es un pronunciado  hematoma a la altura de su hombro derecho, no recordando si fue producto “de la asistencia” que un integrante de la seguridad, que  intentó  brindar  en una rápida acción,  ante el momento de descontrol reinante,  generado por  la situación.

Seguidamente del botiquín  de Capitanía del Club,  un efectivo de Prefectura del Puerto Mercedes afectado a la seguridad del evento, asistió de manera precaria a la damnificada. Ante la negativa de contar con asistencia médica por parte de la organización, la mujer por medios propios se trasladó a un centro asistencial,  donde como indicábamos anteriormente se le colocaron dos puntos sobre el arco superciliar derecho.

En la mañana de este miércoles 26 radicó denuncia al respecto en Fiscalía, siendo recepcionada por la Dra. Herminia Viotti, en procura de esclarecer las circunstancias .

Una vez conocida la denuncia,  los responsables de la organización se contactaron con la perjudicada.

Como se recordará a principios de año, un hecho similar se registró en el baile de fin de año en el Club de Remeros, bajo la organización de los mismos actores privados, en aquella oportunidad,  la víctima fue el joven Martin Garcia de Palmitas, que permaneció internado algunas jornadas en el sanatorio CAMS,  como consecuencia también de haber recibido un botellazo.