"Para todos los que estuvieron desde el primero monento en nuestro caso de restitución de menores, hoy les tengo que decir que a pesar de lo que hemos vivido y padecido ha llegado a buen término después de cuatro años de espera. El papá de los niños falleció en marzo del 2017 y en ningún momento de la restitución le permitieron ver a sus hijos ya que se comprobaron todas sus mentiras y engaños para burlar a la Justicia. Hoy 17 de
diciembre de 2018 recién nos entregaron la documentación que se encontraba en el Juzgado de Mercedes y nos abrieron las fronteras. Al fin somos libres nuevamente!!! Muchas gracias a los que de una forma u otra nos dieron una mano, como abogados que estuvieron en la causa, autoridades de Mercedes que se hicieron presentes en nuestra estadía en Gualeguaychú y cuando nos tocó vivir por meses en invierno en una carpa. Gracias de Carlos, Joaquín, Josefina y Marisa Arriola".
Ello aparece en a cuenta de Facebook de Marisa Arriola, quien ha padecido junto a sus hijos una historia muy particular que en su momento @gesor reflejó y que en la Justicia no obtuvo el apoyo que buscaba, llevándola a vivir un calvario durante un par de años, que se sumaron al que viviron durante el tiempo de mal relacionamiento con el padre de sus hijos en Argentina, y que ahora luego de años de lucha ve finalmente un horizonte de esperanza, de poder rehacer sus vidas con la libertad que hasta aquí no tenían.
LA HISTORIA DE MARISA Y SUS HIJOS
@gesor publicó el caso de Marisa y sus hijos en varias ocasiones, una de ella puede verse en el link del 28 de julio 2015 www.agesor.com.uy/noticia.php?id=18344 el que transcribimos
La vecina mercedaria Marisa Arriola, que semanas atrás debiera regresar junto a sus hijos menores a la República Argentina y tras un pedido de restitución de los niños interpuesta por la justicia de aquel país, envió una nueva carta a @gesor a los efectos de dar a conocer pormenores de las peripecias que les ha tocado vivir a partir del regreso a Buenos Aires. En una carta abierta a la opinión pública, la mujer oriunda del departamento de Soriano, pero que nuevamente está viviendo en territorio argentino, expresó lo siguiente en una comunicación a los medios de comunicación:"Mi nombre es Marisa Arriola Prio, soy nacida en Mercedes, Uruguay. Me llevaron a Buenos Aires a los 12 años, viví 34 años en ese país, me casé tuve hijos, y hace 6 años que estoy separada del padre de mis tres hijos menores. En enero del año 2014 decidí regresar al Uruguay. Por varios motivos, mi familia vive en este país, y el más importante sufríamos de violencias verbales y amenazas de muerte por parte del padre de mis hijos, de todo esto hay pruebas y denuncias que se hicieron en su momento, y ya fueron entregadas. Vine con permisos del Juez que me lo otorgaron en la Argentina para mi hija M... y de los varones tenía permiso hasta la mayoría de edad (21 años) para que nos radicáramos en Mercedes, Soriano, República Oriental del Uruguay. Allí teníamos una vida tranquila, los chicos estudiaban y concurrían a enseñanzas que da el gobierno, ejemplo: guitarra, piano en Manzana 20, fútbol en el velódromo y a escuela de dibujo artístico, llevaban una vida totalmente tranquila, ya que no tenían la agresión verbal del padre, y violencias de las cuales ellos declararon en la audiencia del
departamento de Soriano. Se les hicieron tests psicológicos, a los efectos de justificar la madurez de los niños involucrados en el presente proceso de restitución que se oponían a regresar a la Argentina, y a la posibilidad de que dicha restitución pudiera ser violatoria de los principios fundamentales en materia de la protección de los derechos del niño. La pericia psicológica dio como resultado que los niños han expresado su voluntad de permanecer junto a su madre en Uruguay, que han vivido situaciones de violencia doméstica, físicas, verbales y psicológicas se hicieron dos audiencias, en Soriano, Uruguay, el 27/3/2015 fue la definitiva y el fallo que dio la señora Jueza fue: que los menores y la madre regresen a la Argentina y que en ese país la madre tenía que hacer la denuncia de la declaración de la nena. El día 15 de junio del 2015 teníamos que estar en el INAU a las 17 horas, y se cumplió, el día 16 de junio del 2015 teníamos que estar en Argentina que también se cumplió, a las 24 horas de haber pisado suelo argentino teníamos que presentarnos en el juzgado de familia N°2 del partido de Quilmes, al cual también lo hicimos, nos presentamos con los defensores del pueblo. Ese día me patrocinaron, allí estaba el padre de las criaturas con su abogado al cual no le permitieron el contacto
con ellos, como en la restitución de menores no me decía que tenía que regresar a Buenos Aires, solo decía a la Argentina, me asesoré y me dieron el "ok" para alquilar en Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, desde que fuimos al juzgado de Quilmes el día 17 de junio, no me permitieron regresar a Gualeguaychú, solo pude alquilar una humilde casa con chapa, sin pisos, sin agua, sin muebles, dormimos sobre colchones en el piso, estamos
con la misma vestimenta que vinimos del Uruguay, fui a muchos lugares para solicitar ayuda, lo más grave del caso y que es por el motivo de mi carta es: que se hizo una audiencia, con los chicos, yo, mi abogado Guillermo Mareco, la cónsul de Uruguay,
los defensores del pueblo, Guillermo Gentille, las asesoras de la niñez y adolescencia, y de la otra parte, el padre de los nenes y su abogado, el padre sigue sin permiso al acercamiento de los chicos, se le pidió que deposite cuota de alimentos en 24 horas que no cumplió, se le pidió que alquile una casa digna para que viva los hijos y la madre, y el dijo que era imposible alquilar algo inmediato, la jueza le pidió que entregue su casa
en 24 horas para que habitemos ahí, hasta que él pueda alquilarnos una casa digna, y él aceptó, pero no cumplió, hoy estamos a 27 de julio del 2015 y desde el día 14 de junio del
corriente año los tres nenes están sin escolarizarse, ya con riesgo de perder el año escolar y quedar repetidores, estamos en la misma casa de chapa, pasando necesidades a las cuales ellos jamás lo pasaron, yo no sé porque se hace tanto caso a un capricho de un hombre de casi 81 años, que ni le permiten el contacto con los hijos, más sus antecedentes. Y sigue sin resolverse nada, ahora él dice que va a alquilar cuando le permitan ver a sus hijos, siendo que los chicos no quieren verlo. No entiendo por qué nos sacaron de un país que ellos estaban muy bien que los 2 más chicos estaban siendo tratados con su dislexia, y demás especialistas, donde ellos eran libres y felices, donde yo tenía y tengo un trabajo en blanco y tenemos un hogar que es de mi pareja, que no hay que pagar alquiler.
Hago llegar este caso a todas las partes posibles del mundo para una pronta resolución, ya que cuando salió en Crónica tv. se han interesado varias personas. Una pregunta!! ¿Dónde están los derechos del niño???? Habiendo campañas de “una menos” por qué nos traen en donde recibimos tanta violencia? Pido a la justicia argentina, para que se resuelva este caso cuanto antes, para no seguir pasando necesidades que nunca las hemos pasado, y poder seguir realizando nuestras vidas normales como las estábamos realizando hasta que nos hicieron regresar a la Argentina".
LA REALIDAD DE HOY DE MARISA Y SUS HIJOS
Este miércoles, @gesor se puso en contacto con Marisa, a la luz de los cambios ocurridos en los hechos, como lo señala ella misma en su cuenta de Facebook y que publicamos en el comienzo de esta nota, para que nos contara su realidad, y ella ya empezó haciendo mención a lo difícil de la situación, "la Jueza de Argentina piensa que estamos allá aun, pero al conseguir los documentos uruguayos que nos fueron entregados en las últimas horas, pudimos regresar a nuestro país con la cédula uruguaya, ya que somos ciudadanos uruguayos y como a la vez se abrieron las fronteras, podemos viajar sin inconvenientes, entrar y salir tanto yo como mis hijos con los documentos como ciudadanos uruguayos, no lo pueden hacer los chiquilines con los documentos argentinos".
Marisa cuenta que lamentablemente "producto de todo lo vivido durante años, "todos hemos quedado con secuelas, yo tengo depresión grave y ataques de pánico, además de una enfermedad grave que trato de sobrellevar, mientras viva quiero solucionar la situación de mis hijos, hoy se logró arreglar una parte, resta la de Argentina la relacionada con la documentación de los chiquilines en aquel país, a pesar que el padre va a hacer dos años que murió y que nunca se le dejaron ver los hijos, porque los chicos mismos pidieron cuando los consultaron en el Juzgado, no verlo, que su decisión era no verlo. Nosotros volvimos a Argentina por decisión de la Justicia de aquel país, pero ellos nunca quisieron verlo y nos dejaron tirados, sin tener donde vivir, estuvimos en plazas, en la terminal de Retiro, en cualquier lugar donde pudiéramos refugiarnos, en Gualeguaychú, en La Carolina, la pasamos realmente mal. Carlos el hijo mayor llamó al padre pidiéndole por favor que nos dejara en libertad, que él le prometía que iba a verlo siempre, que hablara con el abogado, pero él sabiéndose enfermo, aun así, le respondió que no, que ellos tenían que vivir acá (en Argentina), nos dejó esa traba".
De todas maneras Marisa reconoció y expresó su orgullo por sus hijos, "los nenes están bien, nunca me desilusionaron, nunca se llevaron materias a pesar de todo lo que hemos sufrido, Carlos pasó a sexto año que hará en el Liceo Campos, Joaquín a tercer año de UTU y Josefina empieza el Liceo en el 2 "Zanzi", nunca dejaron de estudiar, cuando me ven deprimida, cuando me sentían llorar ellos estaban encima, me siento agotada, ahora me tengo que recuperar. He contado siempre con el apoyo de mi compañero Hugo (Viera) es un grande, respaldándonos en todo, ha sido un gran sostén".
Reconoció la ayuda del abogado del Mides "porque prácticamente en un día hicimos todos los papeles y en una semana conseguimos las cédulas y las fronteras abiertas, eso fue ayer (17 de diciembre) no lo podía creer, después de tanta lucha, de tantas cosas que hemos pasado y tantas secuelas que nos han quedado, no lo puedo creer".
Fotografía: Marisa Arriola exponiendo su caso ante el Consejo de Ministros realizado en su momento en la ciudad de Dolores (Soriano - Uruguay)