Queremos plantear, la problemática que se suscita con el saneamiento en el complejo habitacional KC 39 de nuestra ciudad. En la esquina de calle 2 y Gaspar González existe una cámara en la vía pública que se desborda debido a un mal funcionamiento, fruto de una obstrucción o a una rotura, lo que produce que las aguas servidas corran por el lugar, con las consecuencias negativas para los vecinos, que pueden ver resentida su salud y el medio ambiente. Nos dicen que han realizado los reclamos pertinentes ante las autoridades de OSE, que es el quien tiene competencia en la materia, pues incluso cobra por este sevicio en la respectiva factura. La Intendencia de Soriano viene ayudando y envía barométricas para mitigar la problemática. Sin embargo la OSE debería rápidamente realizar los trabajos necesarios para dar una solución de fondo en forma definitivamente a esta problemática que está afectando al barrio. Solicitamos traslade nuestro planteo a las autoridades locales de OSE y a la comisión respectiva.
Por otro lado, vecinos de Aparicio Saravia entre Cassinoni y Braceras nos han transmitido su honda preocupación por los accidentes importantes registrados en ese lugar en el último año, producto según nos dicen de la velocidad significativa con que transitan algunos vehículos con rumbo oeste, luego de salir del semáforo sito en Boulevard Viera y Benavidez. Tal vez una mayor fiscalización del cuerpo inspectivo sea suficiente o en su defecto algún despertador o badén que incluso contribuya a la canalización del agua de lluvia. Solicito traslade nuestro planteo a la Intendencia de Soriano y a la comisión respectiva.
Por otra parte, el día jueves 4 próximo pasado, se volvieron a suscitar una cantidad de problemáticas con el sistema de BROU, generando un sinnúmero de inconvenientes. Clientes que no podían usar el E-BROU, depósitos y transferencias que no se podían realizar, extracciones de dinero que no dejaba superar montos de $3.000 0 $5.000, etc. Incluso se han dado débitos duplicados a usuarios de tarjetas BROU Maestro por diferentes pagos. Realmente nos preocupa que conjuntamente con el cambio del sistema informático se vengan dando estos inconvenientes, que desnudan la falta de previsión o las falencias de un sistema que costó muchos millones de dólares y que debería brindar una importante seguridad de funcionamiento, que aparentemente el anterior sí lo hacía. La inclusión financiera nos obliga a estar bancarizados, pero por otro lado el propio estado no nos brinda la seguridad de funcionamiento del sistema, toda una paradoja. Solicito remita mis palabras al senador Guillermo Besozzi, al diputado Gonzalo Novales y al Ejecutivo Departamental.