A nadie escapa que estamos viviendo épocas muy difíciles en nuestro departamento y en todo el país.
La moral y las buenas costumbres, la decadencia de valores, la inseguridad, la salud, la educación, la ancianidad, la niñez, la economía, los impuestos y otra larga lista de hechos que se dan diariamente y de los cuales nadie quiere hacerse responsable.
En todos los casos los perjudicados son siempre los mismos, los que más necesitan protección y aquellos que más aportan para el crecimiento del país.
No es necesario abundar en detalles sobre lo que ocurre en cada una de las situaciones que he enumerado, pero sin duda que lo que preocupa más es la indolencia con que las autoridades nacionales abordan estas problemáticas.
Como decía, huyen de la responsabilidad y se pasan la culpabilidad unos a otros, como está ocurriendo, por ejemplo en el tema de la inseguridad, donde hay una sórdida lucha entre el Ministro del Interior y el Fiscal de Corte de la Nación. También sucede lo mismo en la salud, cuando el Ministro Basso autorizó un medicamento a un paciente oncológico y ya hacía un mes que había fallecido.
También sucede en lo que respecta a la economía, y los cambios del BROU que tan confusos y raros han sido. Cómo salió a la prensa días pasados que un cliente recibió en su cuenta 2 millones de dólares por error. Con errores como esos así estamos.
Cada uno defiende su chacrita y seguramente también su puesto y más allá de algunas insinuaciones, que no pasan más de eso, nadie busca el camino del medio, el camino de unir esfuerzos, de compartir aciertos y errores buscando el bien común de los ciudadanos, que pasa por la solución de los problemas.
Mientras la rendición de cuentas del gobierno central sigue su curso, con una carga impositiva social muy importante y la clara intención de tapar los enormes huecos de una mala gestión, los recursos no aparecen, no están, para encarar los grandes temas de preocupación ciudadana.
Un ejemplo muy elocuente de ello, y para muestra basta un botón, lo constituye la educación, para cuyo desarrollo se ha prometido el oro y el moro, pero los compromisos asumidos, siempre son incumplidos.
La gravedad de todo esto, está basada en que las autoridades del gobierno del país, cuya titularidad ejerce el Frente Amplio, hacen la plancha y no demuestran con hechos una actitud responsable.
Peor aún, tratan de desviar la atención de la gente, tirando sobre la mesa temas que resultan banales ante la importancia de los que tratan de ocultar.
Entonces, antes de hablar sobre cómo hacemos para el prometido cambio del ADN de la educación y otorgarle los recursos que necesita, ponemos en la consideración pública temas y encuestas sobre si debemos cambiar el color de las túnicas y quitar las moñas, o si los abanderados deben ser los que demuestran mayor dedicación al estudio o los más simpáticos.
Y así, una serie de estupideces a las que se suman las propias autoridades de la enseñanza que se enfrascan en estos temas, perdiendo el tiempo, cuando son otros los graves problemas que reclaman su atención y la solución necesaria y anhelada por los ciudadanos.
Asimismo, porque no les interesan los temas preocupantes, sino otros de entretenimiento, como modificar la elección de los Municipios, culpar a las Juntas Departamentales e intentar su desguazamiento, buscando con estas iniciativas, nichos de poder que no consiguen con el voto que el alma pronuncia.
Créame señor presidente que los ciudadanos están cansados de todo este carnaval fuera de fecha, y si el voto no fuera obligatorio, seguramente que sería otra la respuesta que obtendría el sistema político, desgastado y desteñido, con mucho de arcaico, donde prima el interés particular o sectorial, por encima de lo que realmente interesa a la gente.
Lo reconozcan o no, vamos por caminos equivocados y se hace imperiosa la necesidad de cambiar estos rumbos y dar el real sentido al arte de gobernar y a la democracia.
No esperemos a que sea demasiado tarde. Asumamos las responsabilidades que nos corresponde a cada uno y demostremos con hechos concretos que nos interesa el bien común de todos los uruguayos.
Quiero que mis palabras, a manera de una simple y muy humilde reflexión, pasen al Poder Ejecutivo, a los Ministerios del Interior, de Economía y Finanzas y de Educación y Cultura, al Codicen, a las gremiales locales de la Educación, al Senador Guillermo Besozzi, a los diputados Enzo Malán y Gonzalo Novales, al Congreso Nacional de Intendentes, al Congreso Nacional de Ediles y a todas las Juntas Departamentales del país.
Para finalizar, el pasado martes 24 del corriente se nos fue un amigo.. el Sr. Alcides Laines, actual Secretario de la Casa de mi Partido Colorado en Soriano. No solo será recordado dentro de nuestro partido sino en el ámbito que se desempeñaba como rematador y como colaborador de distintas instituciones a lo largo de su vida. Se nos fue una gran persona. Pido que se le hagan llegar éstas palabras a su Señora y a su hijo Diego a quién tengo el gusto de conocer y aprecio mucho.