Durante la gira a diferentes puntos del país en el marco de la campaña de recolección de firmas para plebiscitar reformas en la Constitución relacionadas con aspectos de la seguridad pública, el Senador Jorge Larrañaga estuvo en Dolores y en Mercedes.
En el caso de la capital sorianense desarrolló actividad en sede del Hogar Español, donde estuvo acompañado en la mesa por el Senador Guillermo Besozzi, el Diputado Gonzalo Novales, el Presidente de la Departamental Nacionalista Jorge Rodríguez Britos.
En sala se encontraban el Intendente Agustín Bascou Gil, ediles de diferentes sectores del Partido Nacional, entre ellos Raúl Bruno, Heber Scirgalea, Nilda Costa, Mayka Acuña, Fulvio Duarte, Patricia Cáceres, Damián De Oliveira, Oscar Fracuelli, Luciano Andriolo, Angel García, exedil del Partido Colorado Sergio Guastavino, también el exedil edil del Frente Amplio Antonio Benítez y exdirigente del Partido Comunista Antonio Gil, ciudadanos en general que escucharon la exposición de Larrañaga.
En parte de ella, el legislador llamó a "una revolución de la lapicera, de la gente a través de una birome para poder firmar, para recuperar valores y principios de una sociedad jaqueada por la intolerancia y la inseguridad".
Larrañaga se refirió a los cuestionamientos recibidos, "he tenido dificultades porque cuando uno no escucha a la gente dicen enseguida, "ah, este político no escucha a la gente", ahora, cuando la escucha y canaliza un reclamo, una demanda ciudadana por más seguridad, resulta que viene la acusación "Larrañaga está buscando provecho propio, para sacar alguna ventaja política". No guarda relación con lo que ha sido mi forma de ser y mi estilo de hacer política, en donde más que nunca siento que tengo que cumplir un compromiso con lo que es el deber, la obligación, el grito de muchos ciudadanos".
En ese sentido dijo que "seguramente Soriano, Mercedes, no pueda ser un testimonio directo, real, de un panorama de la inseguridad, con reflejo en todo el país, pero siento y miles de ciudadanos también, que se nos está robando la paz pública, se nos está escamoteando la libertad de vivir en paz y que más allá que este gobierno ha visto como el país ha crecido de manera importante en los últimos 13 años, resulta que tenemos peor situación en materia de seguridad, de educación, de salud. Y esto es indiscutible".
Hizo referencia a que "cuando firmó adelante mío, el dos veces Ministro del Interior, Guillermo Stirling, de dos Administraciones del Partido Colorado y que le tocó enfrentar una situación dificilísima en plena crisis del 2002, me decía, "pensar que el actual gobierno tiene cinco veces más el presupuesto que yo tenía en aquellos tiempos". Hoy la Policía cuenta con 32.000 efectivos, cuenta con retribuciones, pero sin embargo la Policía está desjerarquizada, desmotivada, con falta de vocación, con falta de respaldo, y no encuentran a nadie, esa es la realidad. El país tiene registro de 300 homicidios anualizadamente, de los cuales el 50% no están esclarecidos, 21.000 rapiñas, y hay 5.000 o 6.000 que se cometen que no se denuncian, en donde la gente que hace la denuncia y el policía que hace el procedimiento está más tiempo en la comisaría o en el Juzgado que el delincuente o el reo que sale por otra puerta. Esta es la realidad que hoy tenemos en el Uruguay".
También se refirió a los "once mil presos en las cárceles, y esto importa, porque todos los años recuperan la libertad 6.000 presos, de los cuales 4.000 reinciden, en una suerte de puerta giratoria, rotativa, en el marco de la delincuencia.
Es fundamental acudir a una nueva estrategia en materia de seguridad pública, buscar la doble fuerza, que existe en muchas partes del mundo, ¿cómo derrotaron a la ETA en España? Con la Guardia Nacional, con la Guardia Civil Española, como los Carabineros en Chile, la Guardia en Portugal, en Italia, en Francia, en Holanda".
Puntualmente sobre la participación de militares dijo, "resulta que aquí se asombran de militares cumpliendo funciones de Policía, pero ¿qué fueron que hicieron después del tornado de Dolores cuando algunos amigos de lo ajeno intentaron saquear y quebrar y aprovecharse de esa contingencia?".
Acudir al mecanismo de la firma, añadió, "es válido, constituye un mecanismo de resistencia cívica y ciudadana que el país necesita, que la sociedad reclama, porque una sociedad con miedo, es una sociedad que pierde la libertad".