(Libertad por Aldo Difilippo). Este martes se llevó a cabo el acto de inauguración del Memorial Penal de Libertad, en recuerdo de los presos políticos recluidos en dicho establecimiento desde 1972 a 1985, construido con el apoyo del Ministerio de Educación y Cultura, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, la Asociación de ex pres@s polític@s de Uruguay Crysol y la Comisión Espacio Memorial Penal de Libertad
En este marco el MEC, a través de la Comisión Especial de Reparación según lo dispuesto por los artículos 7 y 8 de la Ley Nº 18.596, colocó una placa en homenaje a los 2.872 ex presos políticos. Asimismo se declaró el sitio público como Espacio Memorial Penal de Libertad.
El evento se realizó en la Ruta Nº 1, a la altura del kilómetro 52,500, contándose con la presencia del Presidente de la República, Tabaré Vázquez, la ministra de Educación y Cultura María Julia Muñoz, el ministro de Transporte y Obras Públicas Victor Rossi, el presidente de la Comisión Especial Nicolás Pons, representantes de Crysol y de la Comisión Espacio, además de los Intendentes de Montevideo Daniel Martínez, San José José Luis Falero y de Canelones Yamandú Orsi, entre otras autoridades.
El Memorial consiste en un portal entreabierto de concreto, de quince metros de altura, que lleva los nombres de los presos políticos que pasaron por el Penal.
En la oportunidad, Ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz al hacer uso de la palabra comenzó señalando que se trataba de "un día muy especial, por el que caminamos buscando compañeros que salían, donde todos ustedes caminaron para salir, lo llevaron para entrar, el propio Presidente de la República hizo este camino por la familia, por lo tanto es un día que nos llena de emoción, pensamos que ese 1 de diciembre de 2016, cuando el Jurado integrado por el Arq. Mariano Arana, el Ing. Luis Lazo, y el Prof. Javier Alonso al que se sumó el constructor Jorge Tiscornia como jurado elegido por los concursantes, eligió la propuesta de la Arq. Raquel Lejtreger y el Arq. Javier Olascoaga para este espacio que hoy estamos inaugurando estaban tomando una decisión cuya perspicacia estamos apreciando.
Como en tantas otras cosas, también en la concreción de esta iniciativa debe destacarse la tenacidad de Crysol y su lucha incesante por la verdad, la memoria y la justicia. No me voy a detener en tecnicismos, sobre los que seguramente Mariano los diría con mayor precisión, pero en realidad la nitidez volúmetrica, la legibilidad expresiva y metafórica fueron algunos de los rasgos distintivos que movieron a la determinación del Jurado. En esta obra hay sobriedad de recursos y resonancias connotativas y es en esa simple y compleja combinación donde radica su fuerza expresiva. Una fuerza tranquila, aunque los términos fuerza y tranquila suenen en apariencia contradictorios, austeridad, despojo, no hay, no habría nunca sobrecarga o acumulación posible que sea suficiente para representar la dimensión de esta tragedia, de la tragedia que se vivió en esta ciudad, en este entorno y en este Penal".
La Ministra sostuvo que el arte en este tipo de intervenciones "es una verdadera llama votiva encendida para arrojar un destello de luz que ilumine a las nuevas generaciones sobre la insanía y el horror que las tiranías traen consigo.
Un alerta, un llamado a estar atentos y concientes para poder detener en etapas tempranas toda tentativa de avasallamiento, toda prédica que denigre la dignidad humana.
El tiempo pasa y en solo cinco años estaremos conmemorando los 50 años del comienzo formal y declarado del período más aciago de la historia del Uruguay, el golpe de estado iniciado por la disolución del Parlamento, el 27 de junio de 1973".
Más adelante indicó que contrariamente a la idea consolidada a veces por imaginarios "de un Uruguay fácil y apacible, de feliz Suiza de América, ya Artigas describía el Congreso de Abril, cenizas y ruinas, sangre y desolación, he ahí el cuadro de la Banda Oriental y el precio costoso de su regeneración.
Más tarde William Hudson describiría la nuestra como la tierra purpúrea, tierra teñida de rojo por tanta sangre derramada en las guerras civiles que trajeron tanta discordia
y encono entre los orientales".
Pero marcó la diferencia con el terrorismo de Estado, "esto que hoy nos convoca fue otra cosa, distinto, diferente, de otra naturaleza, aquí, no hubo guerra, aquí hubo mujeres y hombres desarmados que fueron perseguidos con crueldad, con prepotencia, con saña, por luchar por sus ideas. Aquí hubo terrorismo de estado, el más desleznable de los crímenes, esto sí constituyó una inflexión inédita en la historia del Uruguay e hizo un daño de inmensas proporciones cuyas secuelas aun hoy perduran".
Como los sobrevivientes del genocio armenio, o del holocausto del pueblo judío, indicó Muñoz, "los sobrevivientes de esta aciaga peripecia, acontecida adentro de este recinto de confinamiento tienen un doble deber. El primero es el levantarse y andar, seguir adelante con sus vidas, vivirlas buscando toda la felicidad que les sea posible alcanzar y el segundo dar testimonio, recordar, trabajar sobre la memoria, transmitir un legado a las generaciones venideras sobre el valor de la paz, de la libertad, de la intangibilidad de los Derechos Humanos y el rechazo a toda forma de violencia, odio o discriminación. Porque si bien es muy cierto que la vida sigue su curso, que después de las grandes tragedias hay también sabiduría en poder encontrar el lado luminoso del mundo aun en las guerras o en los campos de concentración, aparece siempre un abrazo, una sonrisa, un pequeño trozo de pan compartido, un gesto de dignidad que nos reconcilia con nuestra condición humana tan jaqueada y puesta en cuestión con excesiva frecuencia. Y es también cierto que luego es necesario el equilibrio, la armonía y la búsqueda de la felicidad".
En ese sentido manifestó que para vivir, para seguir adelante e intentar reconstruir una vida después del infierno "no se puede tener siempre presente, a toda hora, y en todo momento, el horror vivido. Pero el otro extremo, el del olvido, es condenable y peligroso, condenable porque solo permite edificar una vida banal, una felicidad falsa, frívola, peligrosa, porque las amenazas de retorno del racismo, la xenofobia, los fundamentalismos, la intolerancia, siempre están al acecho y no hay otro antídoto que la memoria y una firme convicción puesta en el valor superior de los Derechos Humanos como un sagrado intangible para evitar su concreción.
Se ha hablado mucho, no solo en Uruguay, si no en el mundo entero sobre los abusos de la memoria y del olvido, a veces creemos que este debate es solo local, pero no, atraviesan el mundo. Europa los procesó luego de los fascismos y los genocidios, también Sudáfrica luego del abominable apartaire, cómo reconstruir un país, restañar las heridas y construir un futuro compartido entre todos, después de tales acontecimientos".
Reconoce que "quien olvida su pasado, está condenado a repetirlo. Creo que el Uruguay no está enfermo de memoria como algunos pretenden, y es sin embargo aun muy gran grande el olvido. Pese a los avances en esta materia registrados a partir de marzo de 2005, que se iniciaron con un gesto de inusual contundencia, nuestro primer gobierno presidido por el Dr. Tabaré vázquez nombraba por primera vez a una mujer al frente de un Miniterio de Defensa (aplausos) y esta mujer era además una mujer que en tiempos de dictadura había trabajado en forma valiente e incesante como abogada defensora de presas y presos políticos, muchos de ellos confinados precisamente en este penal. Mi homenaje en este instante, a la Dra. Azucena Berrutti, mi maestra".