Hace exactamente un año las cosechadoras entraban a las chacras y confirmaban que Uruguay tenía una producción de soja récord, y todo gracias a un gran aliado como fue el clima, que desde la primavera de 2016 jugó a favor de la producción a cielo abierto. Pues bien, ese gran aliado se transformó rápidamente en un gran enemigo, como haciéndose notar que una de las variables más importantes a las que está atada el resultado productivo, depende de él.
Así fue que el clima atacó al contragolpe —para usar un término futbolístico—, primero con la seca que se registró desde noviembre, la que en muchos casos no dejó ni que las chauchas llenaran grano y ahora la lluvia constante que no deja levantar de las chacras aquello que sí pudo brotar y crecer.
En ese escenario, la cosecha de soja todavía no ha podido avanzar ni siquiera en un 50%. A los problemas de rendimiento se le suma la incertidumbre de no poder levantar la cosecha con la consecuente pérdida de calidad del grano.
Por el momento los problemas no son significativos, señalan algunos exportadores. Lo que se ha visto hasta el momento, con las pocas horas de cosecha, básicamente en el centro sur, han arrojado soja con pérdidas importantes en el peso específico y humedad por encima de la adecuada para el recibo.
Grano proveniente del norte del río Negro ya está presentando algún problema en cuanto a lo sanitario y algo de brotado, eso va derecho al descuento de kilos como grano dañado mermando aún más el rendimiento físico de las chacras.
Sin embargo, se ven equipos apurados por sembrar los cultivos de cobertura para el invierno (puentes verdes) ya apostando a la próxima zafra de cultivos de verano. La agronomía predomina sobre el malhumor y el productor necesita sentir que ató la vaca para el año que viene. Si los pronósticos de buen tiempo para la próxima semana se concretan posiblemente el avance de cosecha sea grande y la zafra de verano se termine en pocos días.
Por el otro lado el ganadero ve crecer su pasto, aunque con poco volumen, la calidad de la oferta de hacienda está asegurada. Los campos naturales entraron al otoño sin acumulación de forraje, lo que sumado a la mayor entrada de luz al tapiz y las copiosas lluvias, hacen que el crecimiento sea muy rápido y genere buena calidad de la oferta forrajera. Los que han realizado alguna mejora sobre campo natural incorporando especies como el Lotus, hoy pueden ver una explosión en germinación y crecimiento que augura un invierno no tan desolador como se esperaba.
Otro partido están jugando los que pudieron sembrar en seco, apostándole una ficha a la llegada de las lluvias, hoy cuentan con un empuje llamativo de los verdeos de invierno, que han explotado en volumen con la calidad que los caracteriza. La mineralización del nitrógeno que se produjo en los períodos secos fue mucha y eso después de las lluvias deja mucho nitrógeno disponible para las plantas, explicando junto con las temperaturas por encima de lo normal la respuesta de las plantas.
Lo que por allí queda como pendiente es el tema aguadas, si bien las lluvias han sido bien generosas todavía no han completado las aguadas, lo que en algunos casos complica la utilización del pasto, ya que los animales tienen pasto, pero no cuentan con agua y hay que reubicarlos en potreros sin descanso.
Si bien se ha dificultado para pastorear los verdeos por los excesos de agua, se auguran buenas ganancias para los ganados que están en stand by ya hace unos cuantos meses, generando una nueva oferta de ganados bien terminados para la industria ávida de buenas carcasas. Lo que debería haber pasado a mediados de marzo va a pasar a mediados de junio, se va a volcar a la industria buenos novillos terminados en verdeos, pero en cantidades sensiblemente inferiores a lo normal.
Si bien se augura una buena semana en cuanto a clima, queda la sensación de que el sojero quiere liquidar la cosecha, dar vuelta la página y empezar a pensar si hace algo de cultivo de invierno o una cobertura, y apuesta a un buen cultivo de verano. El ganadero ve mucho potencial por delante aportado por los verdeos y las praderas, por ahora sin poder utilizarlas como quisiera, pero ya imaginando buenas novilladas en algunos días.
El invierno sigue estando en el calendario, la agronomía y las decisiones empresariales son las que van a ganar el partido, hay que saber administrar lo bueno para no llevarse sorpresas. Buen augurio para los que retomen sus actividades en la próxima semana.