En el Centro Histórico y Geográfico de Soriano se realizó una charla a cargo de integrantes del grupo REVIVEN quienes han viajado al lugar donde ocurrió la tragedia de Los Andes con el avión que transportaba en octubre de 1972 a la delegación de rugbiers del Club Old Christians y que luego de más de 70 días lograron sobrevivir 16 de aquellas integrantes del grupo. REVIVEN tras viajar al sitio de la tragedia, cuentan de su experiencia y dan a conocer parte de las condiciones extremas que debieron soportar los accidentados en cada momento de este terrible día a día, luego de la caída del avión siniestrado.
Tras la bienvenida del Esc. Alfonso Arias, éste presentó a Hugo Igenes, oriundo de Mercedes, radicado desde hace años en Buenos Aires ex integrante de la tripulación de aviones de la Fuerza Aérea Uruguaya en calidad de navegante, el dr. Diego Blanco abogado de nacionalidad argentina radicado en Buenos Aires, el dr. Charly Marino médico cirujano de nacionalidad argentina también vive en Buenos Aires, Gerardo Cardozo residente en Montevideo y la empresaria sorianense Ana Nuez Chacón.
Hugo Igenes mercedario, radicado desde hace años en Buenos Aires y que ya lleva trece expediciones al lugar del accidente, mantuvo mano a mano con @gesor, contando su experiencia y dando su visión a partir de lo ocurrido en aquella ocasión, y su sentimiento de culpa que piensa que lo acompañará durante el resto de su vida por haber formado parte de la Fuerza Aérea Uruguaya como navegante y entenderse que lo ocurrido se debió a un error humano de navegación.

¿Así fue lo que se dejó entrever de su presentación?
"Lo que reconozco es una impericia que tuvo la Fuerza Aérea, un error de los pilotos fue poner a esos chicos en la cordillera, ese error lo asumimos, y en el caso mío que había volado dos semanas antes en ese mismo avión, fue un dolor terrible".
¿Por qué habla en plural como asumiendo propiamente parte de la responsabilidad?
"Al ser de la Fuerza Aérea todos los fuimos integrantes hemos recibido la instrucción necesaria para tener que hacer buenos vuelos y dejar a la gente en los lugares donde quiere ir, no por impericia dejarlos en el medio de la cordillera. Por eso asumo, aunque yo no fui, también es mi responsabilidad".
¿Cree que el rumbo de vuelo debió haber sido otro?
"Es prácticamente imposible saber qué pasó, el piloto principal tenía 30 cruces de cordillera, el otro piloto tenía 10 cruces, qué pasó que se mancaron en este último, no se sabe, lo cierto es que fue error".
Además en un avión nuevo.
"Exacto, por eso cuando comencé la charla dije que ameritaba comprar una cámara de fotografías para registrar el vuelo de ese avión, era tan moderno, era un orgullo para la Fuerza Aérea disponer de ese avión. El error fue humano, no hubo desperfecto técnico, hubo error humano de navegación".
¿Por qué decidió ir la primera vez?
"Porque tenía el pensamiento mágico que tocando las chapas del avión iba a saber qué había pasado. Siempre la interrogante fue, por qué fue el accidente, si teníamos todas las cosas para que no sucediera. Era más joven, siempre lo tuve en mi cabeza, tenía la esperanza que una vez que llegara al lugar, en el medio de la cordillera tocando las chapas, hace 40 años, iba a saber por qué".
¿Y sintió eso?
"No, lamentablemente las chapas no me dieron ningún tipo de información, simplemente me reencontré con mi avión, con las mismas ruedas que yo golpeaba como golpea un camionero con el palo para ver si están bien infladas, yo les pegaba una patada, me encontré con las ruedas y el tren de aterrizaje, fue emocionante".
¿Cuántas veces voló en ese avión?
"Ese avión tenía 700 horas de vuelo, así que yo como navegante -no era el piloto- habré volado en cuanto o cinco oportunidades y el último lo reflejé en fotos porque era muy emocionante al ser un avión nuevo".
Le pregunté por qué la primera vez, ¿por qué ha ido trece veces?
"Y voy a seguir yendo, es mi lugar en el mundo, el sitio tiene una energía fabulosa, están mis compañeros allí y sobre todo están los chicos, la juventud uruguaya maravillosa que no pudo realizarse como te realizaste vos como periodista, le cortamos sus sueños, siempre voy a pedir perdón, que me disculpen".
¿Tiene sentimiento de culpa a pesar de no haber ido en ese avión?
"Completamente, completamente".
¿Por qué?
"Porque no tendría que haber sucedido eso".
Fue un accidente...
"Hay accidentes y accidentes, de acuerdo a nuestra experiencia no tendría que haber sucedido. Imaginate que nosotros teníamos una cartilla en la cual el avión llegaba a determinado lugar de la cordillera y teníamos que reportar ir a Curicó, 12 minutos, sin embargo, escuchando la grabación de los pilotos, cuando llega a ese lugar determinado y estimar 12 minutos, a los 3 minutos reporta como si ya hubiera llegado a Curicó, ¡3 minutos! Ahí está la impericia o el error. Que estaban pensando o que estaba pasando...".
¿Qué puede haber pasado? Era gente experimentada.
"No, no sabemos. Los dos eran experimentados".
Por que eso después eso influyó en las determinaciones que tomaron los sobrevivientes.
"Exactamente, el copiloto en este caso que fue el hizo el tránsito, antes de morir, el mismo no lo podía creer, estaba convencido, "pasamos Curicó, pasamos Curicó", convencido de lo que había hecho. Fueron 3 minutos, él tenía que haber esperado 12 minutos y recién ver si estaba Curicó o no, está grabado. Los de la torre de control chilena, dieron por buenas las palabras y le dijeron vire hacia el norte y ahí se mete dentro de la cordillera. La cordillera va creciendo de Sur a Norte, cuando iba volando los picos estaban bajos, no hubo problemas, cuando le dijeron vire al Norte, viró y empezó adentrarse en la cordillera y los pico van creciendo. Cuando se despejan las nubes de repente ven un muro y ahí pegan un motorazo, no se estrellan porque si no, no hubiera quedado nadie vivo a 400 km/h, logra sortear el muro, pero había un gendarme (una roca de 30 metros) y el ala que era alta toca, se pliega, corta la cola, la cola sale despedida volando y cae el avión, pierde la otra ala queda como un cigarro, y ahí se desliza, ese es el milagro, que no se estrelló, pudo sortear el muro, perdió las alas, se deslizó como un trineo y la mayoría de los muertos fue por el impacto que hubo al pasar de 400 km/k a 0 y los asientos hicieron la masacre".
¿Qué siente cuándo llega al lugar?
"Es mi lugar en el mundo, siento paz, cuando llego con el caballo, metros antes voy como pidiendo permiso, de que no vamos a invadir nada, vamos a saludar. Yo los siento vivos a los chicos en mi corazón, por eso me lamento".
¿Y en el diálogo que ha tenido con los sobrevivientes?
"Los sobrevivientes son muy abiertos y ya han hecho las paces con la Fuerza Aérea, se han reunido con integrantes del grupo que los llevaron ahí, ellos si bien reconocen que fue una macana de la aeronáutica no guardan ningún tipo de rencor".