El dirigente de FUECyS Luis Arijón fue quien hizo uso de la palabra en el acto del 1° de Mayo en Mercedes, dando lectura a una amplia proclama que incluyó las reivindicaciones del sector.
"Desde hace tiempo venimos señalando el carácter estructural y crónico de la crisis del capitalismo. No estamos ante una crisis cíclica que depura y renueva, estamos ante una crisis de dimensiones históricas, por su extensión en el tiempo y por su profundidad, determinada entre otras cosas por el desarrollo actual del capitalismo, y el mercado globalizado, que lleva a impactos globales, no hay descuelgues. El impacto material de esa crisis y la desatada ofensiva, política e ideológica, del imperialismo y las clases dominantes, es lo que provoca la agudización de la lucha de clases, en el mundo, en el continente y en nuestro país.
El centro de la discusión, que es práctica no teórica, es como enfrentar ese impacto que implica desaceleración del crecimiento de la economía. Afirmamos que la salida es avanzar en las transformaciones, más democracia y más justicia social, es decir más derechos y redistribución de la riqueza. La construcción de esa salida requiere de unidad, de desarrollo y defensa de todos los componentes del bloque político y social de los cambios y de lucha, de movilización, de participación popular organizada.
No es inocente la demonización de la contradicción y de la lucha. Las contradicciones son objetivas en una sociedad dividida en clases, podríamos decir que en cualquier sociedad, el desarrollo, la superación de lo existente hacia una síntesis superadora, se da en medio y a través de las contradicciones. Negar las contradicciones es negar la realidad.
El problema es cómo se apuesta a que se desarrollen esas contradicciones, en el marco de que estrategia y con qué táctica.
Es allí que es necesario recuperar el papel histórico del movimiento sindical uruguayo, la crítica al orden existente, al sistema social imperante. Somos pueblo organizado, somos movimiento histórico hacia una sociedad más libre y más justa, somos lucha política y social.
Y la crítica no es solo teórica, es práctica. Hay que promover ideas y debate político e ideológico, pero fundamentalmente, hay que construir y promover práctica social superadora. Acción organizada y conciente de los trabajadores, para cambiar, para ampliar el horizonte del cambio, para que no nos limiten el horizonte del cambio.
Está claro que es más sencillo, distribuir mejor durante en una fase de crecimiento económico, fundamentalmente porque puede hacerse sin afectar sustancialmente las ganancias y la acumulación de quienes tienen el poder y la hegemonía material e ideológica en la sociedad, aunque no estén en el gobierno.
Cuando el imperialismo y las grandes trasnacionales trasladan el centro de la crisis hacia la periferia, impactan a las economías dependientes como la nuestra, provocando desaceleración del crecimiento, es más difícil. Lo es porque cualquier avance implica afectar directamente, en mayor o menor medida, los privilegios de las clases dominantes. La resistencia es mayor, sin dudas.
Respaldamos plenamente la caracterización de los últimos Congresos respecto a la existencia de una contradicción principal en nuestro país entre la construcción de un país productivo con justicia social y profundización democrática o un país más dependiente.
Estos dos proyectos de país se ponen en disputa entre dos grandes bloques políticos y sociales. El bloque alternativo, constituido por la clase trabajadora y sus aliados populares y el bloque de poder, integrado por el imperialismo, las clases dominantes, los grandes medios de comunicación, los resabios fascistas de las FF.AA. y la derecha de nuestro país. Desde un punto de vista general la llegada del FA al Gobierno, ha generado una serie de cambios positivos en las condiciones de vida de esas grandes mayorías, sin embargo como producto de las debilidades y contradicciones existentes no se han procesado las transformaciones estructurales que el país requiere para evitar más dependencia. Es nuestra responsabilidad como trabajadores organizados, luchar en medio de este contexto con independencia, pero sin indiferencia. Desarrollar la correlación de fuerzas necesarias a fin de que el bloque alternativo logre resolver favorablemente a los intereses de las grandes mayorías nacionales y populares esta disputa, profundizando el proceso de cambios frente a la contraofensiva que despliega en el mundo y nuestra región el imperialismo, especialmente el norteamericano.
No es casual el ataque sistemático, permanente, que ya tiene características de campaña organizada, contra el movimiento sindical y contra la lucha. Algunas demostraciones hablando de un régimen “cívico sindical”, calificando al PIT-CNT de “brazo político del partido de Gobierno” y alertando sobre el peligro para la hegemonía conservadora que tiene la “unidad en una central sindical lograda en la década del 60”. Los artículos en el mismo sentido de Julio María Sanguinetti. La campaña burda, malintencionada y amarillista en la radio y en la televisión, contra todo lo que sea sindicatos y trabajadores organizados.
En los Consejos de Salarios, se libra una pelea central por el contenido democrático y avanzado de la salida al impacto de la crisis mundial del capitalismo sobre nuestro país.
Las patronales están jugadas a que se mantengan las pautas del Poder Ejecutivo y que se vote, que no haya convenios colectivos. Esto tiene una consecuencia práctica, si se vota solamente se puede incluir salario, no se pueden incluir beneficios sociales, política de formación, de complementación productiva, es decir se recorta, en los hechos, la profundidad democrática y transformadora de la negociación colectiva. Pero tiene una consecuencia política más trascendente aún: erosiona el proceso de acumulación de fuerzas populares, lesiona la relación entre el componente político y el principal actor del componente social de dicho bloque.
La principal valoración que tenemos que hacer es que hay una séptima ronda de Consejos de Salarios consecutiva. Es decir, desde la reinstalación de los Consejos de Salarios con la llegada del Frente Amplio al gobierno en 2005 hasta aquí ha habido negociación colectiva ininterrumpida. Eso significó crecimiento salarial de 55% para los trabajadores y repercutió en el aumento de jubilaciones y pensiones que ajustan por el Índice Medio de Salarios. Pero lo que es más importante es que, para nosotros, más negociación colectiva significa más democracia. Y esto es más claro si se lo mira desde una perspectiva histórica, la Ley de Consejos de Salarios es de 1943, tuvo vigencia con muchos sobresaltos hasta que el gobierno de Pacheco Areco la liquidó en 1968 con la congelación de precios y salarios. Luego vino la dictadura, 11 años más sin negociación colectiva, luego se reinstaló en el primer gobierno de Sanguinetti y luego vino el período del neoliberalismo y no hubo negociación colectiva ni con Lacalle, ni con el segundo gobierno de Sanguinetti, ni con Batlle. Los males que hoy está sufriendo el Uruguay vienen de allí, de esas decisiones políticas.
Los Consejos de Salarios son una oportunidad para seguir avanzando en democracia, para avanzar en igualdad, para seguir levantando organización sindical, a partir de la reinstalación de los Consejos de Salarios, a partir de la Ley de Negociación Colectiva, el PIT-CNT pasó de 120 mil afiliados a 500 mil. Además, en los Consejos de Salarios se dirime la lucha de clases, pura y dura, con los sectores empresariales. Defender la negociación colectiva significa enfrentar la contraofensiva neoliberal que se expresa por la derecha social y política en todo el país, esa es la disputa principal para el conjunto del movimiento popular. Es desde esa perspectiva, que definimos como parte de la contraofensiva de las clases dominantes, la presencia de un movimiento que pretende embanderarse con reclamos desde el campo, cuando en realidad expresa, objetiva y subjetivamente, los intereses y reclamos de un sector del empresariado rural. Los sectores del gran capital, ante la inoperancia y falta de convocatoria de los partidos políticos que los representan, buscan asumir directamente la defensa de sus intereses. Lo han intentado en el pasado con la creación de la Mega Cámara Empresarial y la denuncia de Uruguay en la OIT por violar los derechos de los empresarios. Ahora proceden de igual manera los sectores empresariales de la agropecuaria. El planteo es el mismo, restauración neoliberal, la ¨utopía reaccionaria¨.
La estructura general de los lineamientos es similar a los de la ronda de negociación colectiva anterior, iniciada a mediados de 2015. Se proponen aumentos salariales nominales, es decir, un porcentaje que no tiene explicitados dos componentes (IPC + crecimiento salarial real) sino que cada aumento propuesto es por todo concepto. Esto implica que se mantiene una lógica de desindexación salarial: el ajuste salarial queda desvinculado (al menos explícitamente) de la evolución de la inflación medida por el Índice de Precios al Consumo (IPC). Mecanismo planteado que no asegura totalmente el mantenimiento del salario real a lo largo de todo el convenio (porque los salarios no quedan indexados al IPC) más allá de que los correctivos y salvaguardas ofrecen garantías importantes. Incluso siendo improbable que haya pérdida de salario real, no es claro que los aumentos salariales vayan a estar en línea con el crecimiento de la economía, algo relevante desde el punto de vista distributivo. Si la economía crece entre un 3% y 3,5% como marcan todas las proyecciones, la masa salarial (salario + empleo) debería crecer el mismo porcentaje, para no ingresar en una situación regresiva donde crezcan más las ganancias del capital que los salarios. Las Cámaras Empresariales defienden que los salarios se ajusten estrictamente de acuerdo a los lineamientos, para que los salarios crezcan por debajo del crecimiento de la economía. Lo que plantean, más o menos explícitamente, es que las ganancias del capital deben aumentar más que los salarios. Lo que no dice esta visión es que aumentos más moderados de los salarios no aseguran una mayor creación de empleo por parte de las empresas, sino que pueden terminar generando únicamente una mayor concentración de ganancias en las mismas. Es claro que en una economía capitalista, la inversión y el crecimiento necesita que se asegure una cierta ganancia a las empresas. Pero en una economía que crece, la masa salarial en promedio debería crecer a igual ritmo y en aquellos sectores que obtienen ganancias extraordinarias, los salarios deberían crecer más. En una economía que aún con sus problemas, no está en crisis, está creciendo, el salario no puede ser la variable de ajuste a la baja para que la inversión y el empleo de calidad aumenten como queremos que aumenten.
Aumentos propuestos
Sector: En problemas Sector medio Sector dinámico
Primer año: 6.5% 7.5% 8.5%
Segundo año: 6.0% 7.0% 8.0%
Último semestre/Tercer año 5.0% 6.0% 7.0%
Los lineamientos permiten ordenar la discusión, pero no son un techo, son un piso, el techo lo pondrá la organización, la cabeza y la lucha que pongamos.
PLATAFORMA:
DÍA DEL TRABAJADOR/A del COMERCIO y los SERVICIOS: Proyecto de Ley que declare como feriado No laborable pago, para todo trabajador del Comercio y Servicio en todo el territorio Nacional el día 21 de JUNIO, fecha del nacimiento de José “Pepe” D’Elía (nació en 1916).
No a la apertura de comercios en general, supermercados y Centros Comerciales el 1° de Mayo y los días feriados pagos nacionales (18 de julio, 25 de agosto, 25 de diciembre y 1° de enero).
Fijar el horario de funcionamiento comercial para todos los sectores y establecimientos en todo el territorio nacional los días 24 de diciembre y 31 de diciembre hasta las 15 horas.
Progresivamente a través de la negociación colectiva y/o los convenios por empresa, ir avanzando en el logro del cierre de los comercios en general, supermercados y centros comerciales de todo el territorio nacional los días domingos.
Reducción de la jornada laboral, sin pérdida de salario.
Regulación de los telecentros.
Licencias especiales.
Mejorar la Ley de Nocturnidad.
Ley de empleo para personas con discapacidad.
Fondo de insolvencia patronal.
No más tercerizaciones.
Verdad, Justicia y Nunca Más.
En América Latina, signada por la presencia de gobiernos de cambio, vivimos un momento nuevo en la relación de fuerzas sociales y políticas a escala continental. La actual contraofensiva del imperialismo norteamericano, la derecha política y las clases dominantes, hace más necesario aún que la conciencia de clase de los trabajadores, esté lo suficientemente clara para desarrollar la lucha necesaria. Vienen por nosotros, para liquidar las conquistas de los trabajadores y el pueblo, y nuestro Uruguay no es una isla. Es necesaria una mayor influencia y gravitación de los trabajadores organizados para sostener y profundizar el proceso de cambios profundos en nuestros países, y redoblar nuestros esfuerzos en toda América Latina y el Caribe hacia la unificación del movimiento sindical a nivel continental. De su unidad, su organización, su iniciativa de propuesta, madurez política y capacidad de movilización y lucha, depende en importante grado la sustentabilidad del proceso de cambios y su perspectiva emancipadora.
Estamos unidos, estamos decididos a luchar, no vamos a entregar lo que conquistamos, queremos más derechos, más salario, más inversión pública. Queremos una mejor distribución de la riqueza.
Mantener unidos a obreros, funcionarios públicos, docentes, profesionales, trabajadoras domésticas, trabajadores del campo y policías, no es sencillo, se ha logrado en pocos lugares del mundo. Menos sencillo es aún si se toma en cuenta la dimensión de que conviven en los sindicatos múltiples corrientes de opinión y pensamiento.
Los trabajadores son una clase social y en tanto tal tienen diversas formas y maneras de expresarse y organizarse: ideológicas, sociales y políticas.
Pero ninguna idea, ninguna iniciativa es más importante que la unidad. Sin ésta, ninguna idea es posible. Y no la unidad como fin en sí mismo, unidad en torno a un programa de transformaciones de fondo, unidad para luchar y para avanzar.
Porque la unidad necesita y permite perspectiva de clase, por eso es estratégica. Permite trascender la acción reivindicativa y la incluye en una batalla general.
Por lo que trabajaremos para que el XIII Congreso del PIT-CNT resulte un fuerte impulso organizativo, programático y político, con una dirección de consenso y a la altura de los desafíos que se nos plantean.
Para usar el lema histórico de la CNT, la unidad permite la solidaridad y eleva la lucha a un nivel superior.
VIVA EL 1° DE MAYO!!!
VIVA LA FUECYS!!!
VIVA EL PIT-CNT!!!