El tiempo muchas veces da la razón: ¿a qué me estoy refiriendo?, a una de las drogas que pululan en el país, la que está hoy día llevando a una guerra entre narcotraficantes en la frontera Rivera (Uruguay) - Santa Ana do Livramento (Brasil) con múltiples homicidios en los límites de ambos países con jurisdicción dividida y con leyes diferentes, y es el fluido tráfico de marihuana desde el país del norte y Paraguay hacia el interior y capital de Uruguay.
Véanse las últimas declaraciones del fiscal brasilero que atiende los homicidios ocurridos en lo que va del año del lado de país norteño.
Parte de la sociedad está enfermando y la prueba está, viendo el día a día lo que va sucediendo, mucho es negativo y poco es positivo (hay mucho positivo pero poco se difunde) a los que les corresponde, ajusten las marcas, o vamos en caída libre en estos temas tan delicados. Nuestro morbo consume más lo que causa conmoción y no los valores culturales, los oficios, profesiones, intelectos que desarrollan muchos de nuestros ciudadanos.
En el año 2016 cuando en Uruguay se aprobó la ley en torno al uso de la marihuana, los pormenores no los voy a estampar aquí pues es de conocimiento general, en la prensa local di mi opinión como ciudadano, sobre lo perjudicial que es para la salud, el tabaco (cigarrillo) que ataca el sistema respiratorio del hombre y la marihuana que afecta nuestro cerebro: “sistema nervioso central” muchos habrán leído como opiné.
Sobre el cigarrillo al haber sido gran fumador tuve graves problemas de salud que se han ido superando y lo dejo ahí, pero, sobre el uso de la marihuana si voy a volver a opinar. ¿Por qué? Pues he realizado años atrás cursos sobre el uso y abuso de drogas, he tratado con drogadictos y participé en el pasado de varios procedimientos contra este flagelo que año a año, se lleva la vida de muchos de nuestros ciudadanos, de distintas edades, y mayormente adolescentes y jóvenes. En nuestra ciudad hay casos reales. Apoyo abiertamente el uso de la marihuana medicinal, como la utilización del aceite, consumido bajo control médico especialista.
No el fumar esta droga, que pese a que es considerada como suave, la adicción lleva a que el camino final no sea el deseado, pues el sentir placer lleva luego a un punto del cual es difícil retornar.
En resumen la ley votada y aplicada debe ser a rajatablas, con clubes de membresía, consumidores, quienes plantan y cosechan, inscriptos, identificados, y haciendo uso de la cantidad que el Estado fijó por individuo, bien.
Mucho control en torno a la ley y sobre los puntos de ingreso permeables del Uruguay por los cuales la droga se infiltra y hace más rico a los patrones de las organizaciones cualquiera sea ella, “las drogas matan”.
Las estadísticas que salen en la prensa, nos están advirtiendo que con la ley vigente, ingresa al territorio muchas más marihuana que antes de que la misma se promulgara, prueba de ello la cantidad de decomisos efectuados por las autoridades, que según información fresca y a modo de ejemplo, cuando se incautan 300 kilos de la hierba por vías ilegales ingresan 5 veces más.
El lector dirá a que se refiere y les digo, hace dos años advertí lo perjudicial que era para la salud humana el uso abusivo del cigarrillo y la marihuana, muchos habrán leído con interés o no, otros ni lo habrán visto, sí algunos criticaron, yo solo pido que cada cual saque sus propias conclusiones y se mantenga informado a respeto.
Los mercaderes de la muerte como suelo llamar a los traficantes, forman sus organigramas (organizaciones compartimentadas) estando el dueño a la cabeza, tiene a su lugar teniente, éste a su vez dos hombres de suma confianza, uno que se ocupa de la parte operativa y el otro de la financiera.
Quien está al frente de las operaciones, con gente elegida a conciencia maneja las plantaciones, la cosecha, las cocinas, los traslados de lo obtenido usando a las llamadas mulas (personas de escasos recursos y cultura) para mover los bultos y los arrieros (individuos que desde ciertas distancias controlan las mulas) hasta llegar poco a poco a los acopios, lugares de fraccionamiento, posterior movimiento de la mercancía, llegando a quien vende al menudeo a los consumidores.
Mientras que quien maneja las finanzas, inicia un movimiento con el dinero que recauda (lo denominé en su momento como el círculo rojo) que pasa por bancos, financieras, hombres de negocios y finalmente llega dinero limpio blanqueado, al patrón.
Es un flagelo que atrapa, mal para muchos y beneficio para unos pocos, vemos a diario jóvenes hecho piltrafas deambulando por nuestras calles, gritando, vociferando sonidos pocos difícil de discernir a veces, bamboleándose, mal vestidos, se me hace que estudio no cursan y trabajo no poseen, posiblemente hayan intentado hacerlo porque no. En oportunidades las autoridades que entienden en la materia, dan un golpe a los lugares en donde logran establecer la venta ilegal, incautan drogas en cantidades que se dan a conocer, detienen y procesan personas pero, a mi real entender ese escalón es el más bajo de una organización, no soy quien para marca normas de procedimientos y menos hoy día pero, existen los ascensores que en los edificios de varias plantas nos llevan hasta lo más alto, me entienden a que quiero llegar y me interrogo y los interrogo si me permiten ¿se puede?...
Homicidios cada vez hay más y por distintos motivos o causal y uno de los que más se catalogan son los “ajustes de cuenta” y los relacionan con la disputas por los espacios de la compra-venta de estupefacientes y otros temas conexos, lo que se viene dando según lo expresan las autoridades competentes en barrios marginados de Montevideo y en la zona fronteriza con el Brasil, el caso es que son todos homicidios sea por la causa o forma en como se den.
Hoy día está tipificado del delito de femicidio, lo que sumado acrecienta la cifra de muertos, muchas vidas se pierden y son demasiadas para la población que tiene el Uruguay, hay casos que se suma alguien mas al hecho son quienes a raíz del delito cometido se suicidan.
Quedan familias destruidas, niños y adolescentes en muchos casos sin tener quien se haga cargo de ellos y pasan a ser un número más asistidos muchas veces por el Estado y en otros casos vagando de casa en casa o alejados todo apoyo.
Gente mayor que se ve afectada y queda solo y sin apoyo, pasa a ser uno más de los que viven y pernoctan en las calles. “Los que se ven a simple vista pero son solo un número”. Estos delitos una vez en conocimiento de las autoridades creo deben manejarlos siempre con un mismo protocolo (soy un simple ciudadano que da su opinión) manteniendo la escena del hecho, aplicando la regla de oro que dice: “no tocar, no mover nada, ni permitir que otros lo hagan” hasta que no lleguen al lugar e inicien su trabajo los peritos correspondientes y el grupo de investigadores, que no deberían ser más de un oficial con tres hombres a su cargo, apoyados por otras fuerzas policíacas circundantes los que darían garantías al procedimiento y aportarían información relacionada si la logran obtener.
Se nota también y afecta a parte de país, la redistribución del personal de las fuerzas de seguridad, a mi real entender mucha policía concentrada en la capital de la república y zonas aledañas, pero en el interior el número es reducido. En mi departamento hay menos policías en la plantilla (unos 500 más o menos) y con una población que se ha triplicado en los últimos 40 años, en los años 1967/70 había igual número de efectivos.
Ello conlleva a que el delito mute, es decir los delincuentes se mueven buscando lugares aptos para dar sus golpes, hacen inteligencia previa y luego realizan sus actividades, se ha probado con los atracos en distintos puntos del interior profundidad.
En el lugar de un hecho policial que se investiga, en especial cuando el delito se le considera grave (diferencia entre el delito y la falta: el delito es la falta grave y la falta es el delito leve) quedan indicios, que luego de examinados y estudiados pueden transformarse en una prueba en material penal, a saber: una colilla de cigarrillo, un botón de una prenda de vestir, un lana o hilo, un preservativo, un casquillo de un arma de fuego, salpicas que pueden ser de sangre, huellas dactilares (luego estudiadas usando el sistema Juan Vucetich) con sus 4 figuras el arco, presilla interna, presilla externa y el verticilo, ello por supuesto si la huella latente levantada reúne las condiciones para ser estudiada, ya que para obtener una buena, se necesita una superficie limpia, plana y no porosa.
Es importante aclarar que dentro de los seres humanos, no existen huellas dactilares iguales y si alguien pretender modificar las mismas, como ejemplo quemando las yemas de sus dedos, con el tiempo la dermis trasmite a la epidermis nuevamente la huella dactilar que se pretendió modificar. Ejemplo: Lo normal es que tengamos las 2 manos y en cada una 5 dedos, el sistema que data de mas de 120 años, dio a los dedos pulgares de cada mano un identificación con letra, a saber iniciando con la primer letra de cada figura que establece ese sistema, a saber A: por el Arco, I: por la presilla interna, E: por la externa y V: el verticilo y a los cuatro restantes los identifico de acuerdo a su figura con números del 1 al 4.
Ahora vean esta identificación de ambas manos: A-2114 y E- 332l, y tenemos al individuo que supuestamente nos interesa que por lógica debe de estar en los archivos de identificación de población de todos los países del mundo. Es ejemplo puede ser A 3333 - I 2222.
En resumen y finalizando por ahora pues es mi interés seguir dando mi opinión, salvo de mejor y autorizada palabra de los ciudadanos de mi ciudad, mi departamento y mi país, ah y que la prensa me lleve en su “carrito” de información para masas.
Sergio Fernández Russo
Mercedes - Soriano