09 de March del 2018 a las 05:12 -
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Mercedes marchó gritando ‘¡Vivas y libres nos queremos!’
En el día internacional de la mujer trabajadora, una multitud caminó por las calles mercedarias sumándose a las movilizaciones a nivel nacional.

Una multitud caminó por las calles de Mercedes tras la consigna “Si paramos las mujeres, para el mundo”. Como ocurrió en todo el país este 8 de marzo la movilización realizada en Mercedes fue notoriamente mayor a las realizadas en años anteriores. La concentración se realizó en Plaza Independencia para marchar por calle Colón hasta Plaza Artigas donde se leyeron las proclamas. Previo a ello los tambores de “La Candombá”, la cuerda lubola compuesta exclusivamente por mujeres, sonó al pie del monumento a Artigas.
La proclama fue leída al unísono por un grupo de mujeres, y por el resto de los asistentes, ya que varias copias de la misma fueron distribuidas entre los presentes. Dicha proclama en su parte medular expresa: “hoy 8 de marzo, paramos y marchamos, pero sobre todo: nos encontramos. ¡Salú mujeres! A las que estamos hoy acá y a las que en todas partes del país y del mundo, están juntas y haciendo escuchar sus voces”. Agregando “nos manifestamos porque nos queremos todas vivas y todas libres. Nos encontramos para expresar nuestro profundo dolor por las mujeres muertas a causa de la violencia patriarcal. El año pasado fueron 35 las mujeres asesinadas, y en lo que va de este año, ya van 7 mujeres muertas. Pero las muertes son, nada menos, que el extremo más terrible y evitable de violencias que comienza mucho antes, de un modo mucho menos escandaloso y estridente”.
Sostienen que esas violencias “se producen cotidianamente: cada vez que alguien nos trata como si fuéramos una cosa; cada vez que alguien considera que nuestro lugar es nada más que la cocina, que nuestra única tarea es la limpieza y que nuestro destino obligado es la maternidad; cada vez que alguien piensa que somos propiedad de un hombre; cada vez que alguien cree que los hombres tienen derecho a controlar y disponer de nuestras vidas”.
Consideran que esas violencias cotidianas “no se dan solamente en la intimidad del hogar, o en la privacidad de las relaciones de pareja: las violencias se producen a la vista de todos en el acoso callejero; suceden entre risas cuando alguien cuenta un “chiste” machista y otros se lo festejan. Se ejercen en las instituciones cuando somos cargadas con todas las responsabilidades del cuidado y la crianza, o cuando somos privadas de nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. Ocurren en el ámbito laboral cuando ganamos menos a pesar de desempeñar la misma tarea que un varón e incluso teniendo mayor formación que ellos; se ven por la tele cuando aparecemos como adornos, como simples cuerpos a disposición de los conductores y televidentes; se escuchan por la radio en mensajes machistas que se nos cuelan al son de músicas pegadizas”.
Dejan en claro que se manifiestan para que “nuestras comunidades tomen conciencia de todas estas formas de violencia. Para poder darnos cuenta cuando reproducimos o somos cómplices de la violencia de género, y regalamos la oportunidad de cambiar la pisada. Para salir de la modorra de la indiferencia y aprovechar la posibilidad de comprometernos con el mundo en que vivimos. Para saber escuchar cuando una de nosotras necesita ayuda y no esperar a después para hacer algo. Para valorar la diversidad y disfrutar de su enorme riqueza. Para reconocer que todas las personas tenemos los mismos derechos y debemos tener las mismas oportunidades para desarrollarnos ampliamente en todas las esferas de la vida, dentro y fuera de la casa. Para inventar nuevos chistes que nos hagan reír sin lastimar ni menospreciar a nadie. Para cantar nuevas músicas que nos incluyan y valoren a todos y a todas. Para educar a las generaciones que vienen con cuentos donde no haya una mujer débil que no se vale por sí sola y un varón fuerte que todo lo puede, sino con historias donde mujeres y varones, podamos compartir y construir, sin privilegios ni violencias”.
Más delante dicen que este 8 marzo paran y marchan “para convertir nuestro dolor en acción. Apostamos al encuentro y a la solidaridad para fortalecer el trabajito de hormiga que hacemos todos los días, cada cual en su barrio, en su trabajo, en su casa, para hacer realidad un mundo donde los varones no salgan en el diario por sus asesinatos y donde las mujeres podamos ser noticia, no por nuestras muertes violentas, sino por nuestras vidas plenas y alegres”.
Concluyen expresando que este 8 marzo “paramos y marchamos para hacer visible nuestro compromiso con la construcción de una sociedad justa. Hoy 8 de marzo, nos encontramos, aquí y en todos lados, para fortalecer la lucha por nuestro derecho a vivir nuestras vidas libres de toda violencia patriarcal. Hoy 8 de marzo, nos manifestamos para decir todas juntas: ni una mujer menos. ¡Vivas y libres nos queremos!”.

 

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