Este jueves 8 de marzo estaremos conmemorando un nuevo Día Internacional de la Mujer.
Un 8 de marzo de 1857 un grupo de obreras textiles tomó la decisión de salir a las calles de Nueva York a protestar por las míseras condiciones en las que trabajaban. Distintos movimientos se sucedieron a partir de esa fecha. El 5 de marzo de 1908, Nueva York fue nuevamente escenario de una huelga polémica para aquellos tiempos. Un grupo de mujeres reclamaba la igualdad salarial, la disminución de la jornada laboral a 10 horas y un tiempo para amamantar a sus hijos. Durante esa huelga, perecieron más de un centenar de mujeres quemadas en una fábrica, en un incendio que se le atribuyó al dueño de la fábrica como respuesta a la huelga. En 1910, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Trabajadoras celebrada en Copenhague ( Dinamarca) más de 100 mujeres aprobaron declarar el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora. En 1975 la ONU decidió institucionalizar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, en que se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.
Pese a los avances en distintas áreas, al crecimiento económico sostenido desde 2003 y la reducción de las desigualdades de ingreso a partir de 2007, las desigualdades de género continúan siendo una asignatura pendiente en Uruguay.
La integración de las mujeres en la vida política ha sido históricamente baja. En la actual legislatura con la aplicación de la Ley de Cuotas en la que el Partido Socialista ha sido pionero, la participación de las mujeres aumentó pero aún no alcanza al 20%. Esto ubica a nuestro país por debajo del promedio regional y mundial, en el puesto 93 del ranking sobre mujeres en los parlamentos, elaborado por la Unión Interparlamentaria Mundial. El lugar de las mujeres uruguayas en los lugares de decisión no sólo es bajo en la esfera política sino también en el área sindical y en el área empresarial.
En este sentido es oportuno recordar que en julio del año pasado en Frente Amplio aprobó la paridad de género en la conformación de las listas para cargos electivos, normativa que comenzará regir desde la próxima elección nacional de 2019 e implica la presencia de una mujer por cada hombre que figure en la lista y viceversa, por lo que las listas contarán con la misma cantidad de hombres y mujeres.
En lo que refiere a derechos económicos las mujeres han incrementado su participación en el área laboral en las últimas décadas pero todavía persisten brechas. Las tasas de actividad y empleo femenino se mantienen en alrededor de 20 puntos porcentuales por debajo de la de los hombres.
Además, las mujeres disminuyen su participación a medida que aumenta la cantidad de menores en el hogar, cosa que no ocurre con los varones, lo cual refleja la desigual carga del trabajo doméstico y de cuidados. También la segregación laboral y la brecha salarial por sexo persisten: el salario por hora de las mujeres representa sólo el 73,8% del de los hombres. Uruguay se encuentra en el lugar 90 del ranking elaborado por el Foro Económico Mundial en cuanto a participación económica y oportunidades para las mujeres.
Las mujeres históricamente han sufrido y sufren múltiples formas de discriminación que se manifiestan en diversos problemas y muestran su peor cara en la violencia doméstica.
La violencia doméstica es considerada en Uruguay el delito más frecuente después del hurto. Según cifras del Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad del Ministerio del Interior, 29 mujeres fueron asesinadas en 2015, 24 en 2016, 31 en 2017 y en que en lo que va de 2018 ya son 6 las víctimas de la violencia basada en género. Uruguay ocupa el 5° lugar en la región en cuanto a la tasa de muerte de mujeres por parte de sus parejas o exparejas, de los 23 países que reportan información oficial. Uruguay es uno de los 189 Estados parte en la Convención de la ONU sobres la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y, como tal, debe informar periódicamente.
El próximo 8 de marzo deberá encontrarnos unidos, mujeres y hombres, conmemorando el Día Internacional de la Mujer, celebrando conquistas y encarando desafíos pendientes; renovando los esfuerzos junto con el gobierno, la sociedad civil y el sector privado para lograr la plena participación política, económica y social de las mujeres y la plena realización de sus derechos humanos incluido el disfrute de una vida libre de violencia.
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En reiteradas oportunidades he manifestado mi preocupación por el escaso control en nuestro departamento, del cumplimiento de las ordenanzas vigentes.
Hoy voy a centrar la atención, una vez más, en el cumplimiento de la “Ordenanza para el contralor de Higiene y Salubridad de viviendas y predios del departamento de Soriano”, cuyo artículo 1° establece: “La Intendencia de Soriano tendrá a cargo el contralor de la higiene, seguridad y salubridad de todas las viviendas, predios baldíos y predios con mejoras, ya sea que se encuentren ocupados por personas a cualquier título, o estén totalmente desocupados.
En salvaguardia de la higiene pública la Intendencia podrá actuar de oficio o por denuncia de los terceros perjudicados.”
Vecinos de la localidad me han trasmitido su alarma en relación a los perjuicios ocasionados por la situación de abandono de sitios y viviendas, que permanecen cubiertos de pastizales y malezas, con acumulación de basura, donde proliferan particularmente ratas, con el riesgo que esto implica.
Solicito que este planteamiento se radique en la comisión correspondiente a los efectos de proponer la instrumentación de campañas de sensibilización y contralor en esta y otras localidades del departamento en coordinación con los Municipios y juntas locales.