En esta oportunidad me quiero referir en primer lugar a un pedido que hice el 14 de noviembre del 2016 desde esta banca, donde en aquella oportunidad planteé que se reformara para darle el uso que siempre debió cumplir el parador municipal del parque Cazeaux de Cardona. Pensando principalmente en toda esa gente que pasa su verano en la ciudad.
Días pasados se llevó a cabo la inauguración del mismo, y las instalaciones quedaron muy bien.
Felicito al alcalde y a los concejales por impulsar esta idea.
Ojalá que la población acompañe y sepa aprovecharlo cuidando y disfrutando del mismo.
Hace algunos días nos vimos sorprendidos por la noticia referida a una ola migratoria hacia nuestro país, donde un pueblo se vio desbordado de cubanos.
El cuerpo de la información daba cuenta que en nueve meses llegaron 220 isleños a santa rosa, una localidad de 3.700 habitantes en el departamento de Canelones.
Esta noticia, divulgada por casi todos los medios, con grandes titulares y amplios detalles informativos, nos mueve a una controvertida reflexión.
Según se dijo, los cubanos se vieron atraídos por la disponibilidad de trabajo y la posibilidad de una vida digna en nuestro país.
No están hacinados o viviendo en pésimas condiciones, sino que viven decorosamente, muy por encima de su calidad de vida en su país de origen.
País de origen cuyo régimen de gobierno ha sido siempre elogiado y compartido por el actual partido de gobierno en nuestro país, o sea el frente amplio, por sus características humanitarias y de desarrollo, según esta fuerza política, que ha tenido innumerables muestras de benevolencia con los hermanos castristas.
Los hechos dicen lo contrario, porque esta misma información destacada, nos habla de que el régimen de los hermanos castro, no brinda humanidad, ni inclusión, sino que expulsa a sus propios ciudadanos, a sus propios hijos, sometiéndolos a condiciones de vida que son verdaderamente lamentables y que motivan esa huida migratoria de los cubanos.
Por este lado la reflexión nos muestra una volatilidad muy importante y conceptual de la imagen de Cuba, que pretenden darnos y hacernos creer los frentistas.
Por otro lado y ya en el terreno interno de nuestro país, necesariamente la noticia nos obliga a reflexionar, sobre varias interrogantes, más allá de reconocer y saludar el gesto humanitario de nuestra gente.
Entre otras cosas, nos preguntamos si hay tantísimos uruguayos que buscan trabajo y no lo encuentran, cómo los extranjeros tienen tanta facilidad para encontrarlo, abriéndose puertas que los compatriotas siempre encuentran cerradas.
Asimismo, nos preguntamos en qué condiciones están trabajando estas personas, entre los que se encuentran profesionales, que asumen tareas comunes, en principio, pero luego revalidan títulos e ingresan a organismos públicos, como el caso de un médico cubano que ya está trabajando en el hospital de las piedras.
Como tenemos muy malas experiencias en relación al ingreso de extranjeros al país, cabe preguntarse también si en este caso se cumple con la normativa laboral y las condicionantes de inmigración.
Habría muchas otras preguntas para hacerse, pero para muestra basta un botón y aquí son más de uno.
Aclaramos que no estamos en contra del derecho que tienen estos hermanos cubanos de mejorar su calidad de vida, cosa que no pueden lamentablemente en su país.
No obstante quisiéramos algunas respuestas a nuestras inquietudes y que abran los ojos quienes defienden y elogian regímenes de gobiernos totalmente perimidos.
Sabemos que no se nos va a responder nada desde los organismos oficiales competentes, pero igualmente queremos que nuestras palabras pasen a los ministerios de interior, relaciones exteriores y de trabajo y seguridad social.