Hay cosas esenciales que diferencian a los seres humanos de otras especies, dentro del reino animal. Puedes estar pensando el uso de un lenguaje articulado, que es clave en la socialización y en la historia misma del pensamiento, del progreso. O en nuestra capacidad de sostenernos sobre dos piernas, otro hito que consiguió que se desarrollara el sistema nervioso. O en órganos como el cerebro y miembros como las manos. O en nuestra larga infancia, en comparación con otros animales. Y todo sería acertado.
Pero hay algo igual de evidente que todo eso y que no responde a una cuestión biológica, sino social y cultural. A diario nos alimentamos, dormimos y necesitamos unos minutos para ir al baño. Pero también, y esto es lo que nos diferencia de otras especies en cuanto a costumbres, nos vestimos. Y lo hacemos con criterio, cada vez más.
Lo que llevamos puesto, de hecho, forma parte del lenguaje no verbal. Dice mucho sobre nosotros. No solo se ajusta a un momento o lugar, sino que puede reflejar un estado de ánimo. Tener un estilo definido, en equilibrio y proporción, se asocia a unas mayores posibilidades de éxito.
A veces no resulta fácil acertar. Que se lo pregunten, si no, a esos personajes de la farándula que suelen engrosar las listas de los peores vestidos en las revistas del corazón. ¿Tan difícil es ponerse un vestido de noche, por ejemplo? No tiene por qué, si se sabe cómo elegirlo.
El evento
Cada evento lleva asociado unas reglas de vestuario, si trascienden de lo informal. En muchos casos, no están escritas, pero quien acude suele anticiparse. En otros, las especificaciones se recogen en el dress code o código de vestimenta que, por snob que parezca el concepto, ayuda a acertar.
Pieza importante en el tiempo en el que nos encontramos, de amplio uso de las nuevas tecnologías, son los blogs y webs de moda. Ellos han permitido que acertar con el vestuario sea cuestión de poner en el buscador el tipo de evento al que hay que acudir, o preguntar a través de las redes. Eso sí, la actitud es también fundamental.
Así ocurre con la web dedicada a vestidos de noche, que reúne vestidos de fiesta, vestidos de gala y, en definitiva, piezas para diferentes ocasiones.
Aconseja e ilustra, de una forma muy completa. Explica, por ejemplo, que los vestidos de cóctel se empezaron a confeccionar en los prolíficos años 20, para contar con una opción lo suficientemente elegante, a la par que cómoda, si había que acudir al teatro o a un acto formal durante el día. En general, por lo tanto, están confeccionados con telas elegantes, más bien sobrias, aunque dependiendo de la hora, el lugar o el gusto de quien lo lleve, se puede encontrar también lentejuelas, pedrería, bordados y otros detalles.
Los expertos suelen dividir los eventos en formales, formales de noche, en la playa u otros espacios abiertos naturales, etiqueta o casual, entre otros, y para cada uno se sugiere qué se debe hacer y qué no.
El momento en que tenga lugar
El día y la hora influyen y, más que por protocolo, por una cuestión de práctica. No tiene sentido acudir a un evento de noche en invierno sin el abrigo adecuado o, por el contrario, querer lucir un vestidazo con mangas largas pegadas al cuerpo cuando hace más de 30 grados. Ante todo sentido común, y no renunciar a la comodidad por lucirse más, porque puede tener el efecto contrario.
Sí es cierto que el protocolo ayuda. Ante la ausencia de un dress code específico, establece unas pautas de las que se puede partir. Si está escrito y se le hace caso, es porque funciona, así que toma nota.
El vestido corto se considera de media etiqueta, ideal para los eventos de día. La regla es que vaya por encima de la rodilla, o un poco más arriba, pero no mucho más. Si el evento es por la mañana, nada mejor que optar por el color.
El de cóctel, ese conjunto entallado tan elegante de falda por la rodilla y chaqueta o top, se reserva también para los eventos formales de mañana, que exigen un look muy sofisticado. En una boda de día, por ejemplo, puede ser bien conjuntado con una pamela o tocado.
El largo, por otra parte, es el aliado perfecto cuando el evento exige etiqueta gran gala, como sucede en la entrega de premios importantes. Pero no basta con que sea bonito, hay que prestar también mucha atención a los complementos.
Tu fisionomía
Vestidosdenoche.org los llama vestidos para gorditas, y selecciona lo que considera que son vestidos de noche para gorditas o, más general, vestidos de fiesta. Nosotros preferimos llamarlas mujeres con curvas que, aun estando sanas, se salen de los cánones de belleza imperantes. Va siendo hora de que se refleje la diversidad.
Y es que el atractivo o la sensualidad se puede potenciar escogiendo bien, sea como sea su silueta. Simplemente hay que conocer trucos como optar por un look monocromático, realzar ciertos rasgos o dar protagonismo a los complementos.