Desde su nacimiento, los niños aprenden algo nuevo cada día. El primer año de vida es, sin duda, la etapa de mayor aprendizaje para los más pequeños de la casa. En esta fase, el cerebro se desarrolla con una rapidez asombrosa y todos sus sentidos están preparados para experimentar cosas nuevas a cada instante.
Con el transcurso de los años, los niños entran en una aventura de descubrimientos y destrezas que contribuirán en su desarrollo.
En este punto, los juguetes educativos también desempeñan un papel muy importante, ya que, según los expertos en el área, la mejor manera de ampliar los conocimientos es por medio de las actividades divertidas que, a la vez, incentiven su desarrollo integral.
Los medios de comunicación tradicionales, así como los medios digitales, están repletos de millones de juguetes que en su mayoría no aportan beneficios a los niños. Los especialistas recomiendan a su vez que los padres deben participar en la elección de los juegos con los que se divierten sus hijos.
Aprender jugando
Existen diferentes razones por las que el aprendizaje a través de los juegos se ha popularizado tanto durante los últimos años.
Una de ellas es que los juegos enganchan a los más pequeños porque aportan sentido de la autonomía, incentivan las relaciones y la competición, lo que hace que los niños exhiban una eterna motivación por jugar.
El aprendizaje a través de los juegos se produce con facilidad, ya que la persona se encuentra motivada para participar, comprometerse y disfrutar de todas las actividades que se presentan.
En relación a este tema, los especialistas del portal educapeques.com, una página web dedicada a la educación infantil y primaria, explican que en el mercado existen opciones favorables que divierten a los niños y al mismo tiempo los ayudan a ampliar sus conocimientos.
“Este proceso de aprendizaje satisface todas sus expectativas. De hecho, uno de los juguetes que más les gusta a los niños son los libros interactivos”, puntualizan los expertos sobre los juegos educativos de este tipo.
Los profesionales aseguran que los juegos educativos basados en historias consiguen que los más pequeños se sumerjan en un mundo donde pueden dar rienda suelta a la imaginación. Es decir, no solo los mantiene entretenidos, sino que fomentan la lectura y el desarrollo de las habilidades de lectoescritura, apuntan los expertos sobre los juegos para niños de aprendizaje.
Los estudios han verificado que este tipo de metodología no solo funciona en los niños, sino que también muestra resultados entre los adultos.
Según un análisis realizado por la Escuela de Negocios de la Universidad de California, se llegó a la conclusión de que los empleados que utilizaron la técnica del juego durante el aprendizaje terminaron con un mayor nivel de conocimiento, con un 11%.
Esto se traduce en que los trabajadores que jugaron exhibieron una mayor comprensión del conocimiento necesario para tener éxito en el trabajo. Incluso manifestaron estar más seguros de sus habilidades para el cumplimiento de sus funciones.
Sin temor a perder
Uno de los aspectos que más incentiva el aprendizaje a través de los juegos es el hecho de que los niños no tienen el temor de perder o fracasar. Es decir, que el hecho de cometer errores les va indicando la forma correcta de hacer las cosas.
Esto puede apreciarse en un mayor grado con los videojuegos, en los que se deben superar niveles o pruebas para avanzar en la misión asignada al jugador virtual. Se trata de una oportunidad de practicar jugando.
Aprender con esta técnica es una herramienta única e irremplazable para cualquier persona. Para un mayor éxito, el juego debe ser divertido, entretenido y que promueva la curiosidad de los más pequeños, e incluso de los adultos.
Según los expertos, todo aprendizaje que se adquiera jugando quedará fijado en la memoria de forma permanente. Aprender no tiene que ser necesariamente un proceso aburrido. Los especialistas aseguran que el juego debe ir de la mano del aprendizaje.
Este tipo de estrategias pueden ser de mucha utilidad en los casos de niños que presentan déficit de atención, o que tengan dificultades en el aprendizaje.
Sus ventajas son innumerables, pero se pueden resumir en que incrementa el interés del alumno, fomenta la solidaridad, desarrolla la creatividad, la inteligencia emocional y aumenta la autoestima.
Los padres deben jugar su papel a la hora de la adquisición de los juguetes. No se trata de comprar numerosos dispositivos y videojuegos, se trata de brindar un equilibrio entre los juegos digitales, los de mesa y los libros, entre otros, para que los niños puedan desarrollar sus habilidades a través de la diversión.
En líneas generales, la capacidad de aprendizaje de los niños es asombrosa, lo que debe ser aprovechado al máximo por los padres y los maestros.