"Querida Familia Diocesana  y vecinos todos de Colonia y Soriano:

En estos días recibimos una gran y profunda invitación: ¡Miren como nos ama Dios! Amor total, gratuito y para siempre. Dios nos ama y lo manifiesta por medio de su Hijo nacido hace más de 20 siglos en Belén de Judea. Lo expresa por medio de “un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre” (Lucas 2,12)

Miramos al pesebre, leemos toda la realidad y circunstancias que lo rodea, y en el centro contemplamos a Jesús. Dejamos que su luz ilumine nuestros corazones, nuestros días. Ilumine nuestras Familias y al mundo en este cambio de época.

Millones de lucecitas se encienden….las encendemos en casa,  en nuestros pueblos y ciudades; las vemos en las casas al borde de rutas y caminos. ¡Queremos que Jesús, Luz del mundo (Juan 9,5) nos ilumine y guíe. Pensamos en tantas oscuridades y tinieblas, y anima y fortalece el Evangelio “la Luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la vencieron” (Jn1,5)

Con sencillez contemplamos el pesebre, el que está en nuestras casas, las comunidades o el que vimos representar por niños y adolescentes en estos días. Dejamos resonar en nuestros corazones el cántico ¡Gloria a Dios en el Cielo y paz a los hombres que ama el Señor!

Canto de alabanza que expresa nuestro reconocer quién es El,  su Amor, y gratitud por sus regalos. Que se expresa en la necesidad de escucharlo y de seguirlo.

Paz en la tierra!!! En medio de todas nuestras realidades cotidianas, reconocemos nuestra fragilidad e incoherencias.. Paz que surge del reconocimiento de la dignidad de cada uno y del compromiso de nuestra tarea de vivirlo en el servicio a todos. Así seremos constructores de paz en un mundo con tantos individualismos, radicalismos y violencias.

La Navidad hace surgir tantos buenos sentimientos de verdadera fraternidad y vecindad. Surgen espontáneamente saludos y augurios. Nos invitamos a vivirlos en profundidad. “El amor a la gente es una fuerza espiritual que facilita el encuentro pleno con Dios hasta el punto de que quien no ama al hermano ´camina en las tinieblas´ (1Juan 2,11)….Por lo tanto, cuando vivimos la mística de acercarnos a los demás y de buscar el bien, ampliamos nuestro interior, para recibir los más hermosos regalos del Señor….Cada vez que se nos abren los ojos para reconocer al otro, se nos ilumina más la fe para reconocer a Dios” (Francisco, La Alegría del Evangelio 272)

Nos animamos a reconocer la obra de Dios y unirnos al Hijo; “buscamos lo que El busca, amamos lo que El ama. En definitiva, lo que buscamos es la gloria del Padre (267)

Les auguro una feliz y santa Navidad. Un año 2018 de encuentro con el Señor y de caminar en comunidad con Él, anunciando a todos la alegría del Evangelio.

Resonó en nosotros en el Adviento: “Consuelen a mi Pueblo” (Isaías 40,1)  Consuelo  que surge del “Miren como nos ama Dios” y pasa por todas nuestras actitudes de amor y cercanía para con los hermanos, en especial para con los pobres y afligidos.

 Con mi Bendición  Carlos María Collazzi     Obispo de Mercedes