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13 de December del 2017 a las 07:24 -
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Tribunal procesó a un oficial de Policía por abusos contra un detenido
En mayo de 2015, una mujer denunció que su hijo fue víctima de una golpiza en una Seccional  primera. Dos años y medio después, el oficial a cargo fue procesado por abuso de autoridad contra los detenidos.

El Tribunal de Apelaciones en lo Penal (TAP) de 2º Turno revocó un fallo de primera instancia y dispuso el procesamiento sin prisión del oficial a cargo de una Seccional de Mercedes (Soriano) por la presunta golpiza contra un detenido en mayo de 2015. El TAP imputó al jerarca policial como responsable de un delito de “abuso de autoridad contra los detenidos en concurso formal con un delito de lesiones personales por comisión por omisión”.

Los hechos ocurrieron a fines de abril de 2015. El 23 de abril, un hombre -agente de Policía- denunció ante la Policía que un joven había ingresado a su finca para robarle. Y pudo identificarlo: Mateo (nombre ficticio). La Justicia libró una orden de detención en contra el joven para interrogarlo. Una semana después, en la noche del 30 de abril, la Policía detuvo al joven en la vía pública. Fue interrogado en la Seccional y el 1º de mayo compareció ante la Sede; el juez dispuso su libertad bajo emplazamiento y elevación de antecedentes.

Sin embargo, el 5 de mayo se presentó ante la Justicia la madre del joven, quien presentó denuncia penal por una presunta golpiza que recibió su hijo en la seccional. La mujer declaró que entre las 23:00 y las 23:30 horas del 30 de abril concurrió a la Seccional y que escuchó cómo su hijo gritaba que no le pegaran más: “Mamá me están pegando, mamá me están pegando…”. Los policías le dijeron que se fuera, que al otro día sería llevado ante la Justicia y el asunto sería resuelto. La mujer dijo que había unos ocho policías en la Seccional. Media hora después, Mateo llegó a su casa, caminando mal y lo contó lo que había pasado.

Tras la audiencia, el 2 de mayo, el joven se empezó a sentir mal por un dolor en los testículos; los tenía hinchados y no podía caminar, tenía fiebre. La mujer lo llevó al Hospital; el médico estimó que las lesiones tenían entre 24 y 48 horas de producidas y dispuso su internación urgente para atender la afección que sufría. El 5 de mayo, Mateo fue operado por el traumatismo en el testículo izquierdo; se le realizó una intervención de resección parcial.

Ante esto, la mujer presentó la denuncia: “Él (Mateo) dice que había un lote y le pegaron en el patio de la Comisaría, que lo abrieron de piernas y empezaron a pegar en los testículos patadas, no sé cuantas y él miraba para ver quién le pegaba pero veía la montonera y estaban de cara cubierta, de cara tapada, no sé si serían con cascos o con que, cada golpe que le daban le preguntaban por los championes del policía y él sentía que se reían y cada vez lo hacían abrir más las piernas, hasta que se cayó al piso, incluso dice que le llegaron a poner un revólver en la boca”. Durante el proceso, los policías negaron la agresión contra el joven. En tanto, el forense de la Sede certificó las lesiones, pero dijo no poder determinar si las mismas fueron producidas por golpes de pie.

Pero tras analizar las pruebas incorporadas en la causa, la Fiscalía solicitó el procesamiento del oficial a cargo de la Seccional por un delito de abuso de autoridad contra los detenidos. Fue el único imputado ya que el joven no pudo identificar al resto de los participes. El juez Letrado de Mercedes de 1º Turno, Damián Batto, consideró probado -al menos prima facie- que Mateo fue detenido en averiguaciones y agredido por personal policial, pero consideró que no existían elementos para imputar al jerarca policial, por lo que dispuso el archivo de la indagatoria. La Fiscalía apeló la decisión.

Finalmente, el TAP revocó el fallo de primera instancia y procesó sin prisión al policía por la golpiza. “Es real que no se pudo constatar en estas actuaciones quien fue el autor material de las lesiones, pero ello no exonera de responsabilidad penal a todos y cada uno de los eventuales partícipes, sino que independientemente de ello existe la responsabilidad de quien tiene a su cargo el personal subordinado por los actos que realizan en su presencia”, expresó el TAP, según el fallo al que accedió Caras y Caretas Portal.

Los argumentos

La Sala -con el voto conforme de todos sus integrantes- dispuso el procesamiento, al considerar que el joven fue agredido en la Seccional policial. “Más allá de la versión de los funcionarios policiales, lo real y concreto es que la denuncia de los hechos que relata el detenido se termina de confirmar por la intervención quirúrgica que debió padecer el mismo por las lesiones en sus testículos, a lo cual se adiciona el informe médico forense que llega a la misma conclusión”.

“Parece totalmente inverosímil que una persona se autolesione de una manera tan seria como se dio con este ciudadano por el solo hecho de perjudicar a la policía, por lo cual solo se puede concluir que ello es contrario a como ocurren las cosas en la vida cotidiana y, siendo así, la única solución es que fue agredido mientras estuvo detenido como relata y confirman sus progenitores”, señaló el TAP.

En este sentido, la Sala afirmó que “el principal tema a discernir es si corresponde admitir la imputación que la señora Fiscal reclama contra (el jerarca policial), para lo cual es imprescindible ingresar a la naturaleza jurídica de la comisión por omisión puesto que a todas luces no se pudo comprobar que fuera este sospechoso el autor material de las lesiones”.

En cita al jurista argentino Sebastián Soler, el TAP establece la existencia de delitos por omisión y por comisión de comisión por omisión. En los primeros, el delito -el acto ilícito- lo constituye “el mismo ‘no hacer’”, en los segundos, “la omisión en sí misma no es punible, lo es cuando de ella se ha hecho un medio para cometer”. Por ejemplo, decía Soler, la decisión de una madre de no amamantar a su hijo no es punible, pero si debe ser castigado cuando la mujer decide no amamantar a su hijo para matarlo.

En este marco, “el Oficial a cargo de la Seciconal es responsable por los hechos de sus dependientes si violentan las normas legales a su vista y paciencia y, está acreditado, que no solamente conoció lo que sucedía con el detenido sino que directamente participó en los interrogatorios”, señala el TAP. Es que el propio oficial admitió que Mateo “si fue interrogado por eso y yo lo interrogué”.

Incluso, en su voto, el ministro William Corujo, afirmó que el oficial admitió que los registros se hacían como se hicieron esa noche (contra la pared con las piernas abiertas y los brazos extendidos y la orden de no mirar para atrás). Por tanto tuvo la posibilidad de evitar el resultado y no lo hizo siendo garante, por tanto es igual que cometerlo y con su acción hubiera impedido el accionar delictivo de quienes lo golpearon”.

“Bajo esta situación no es de recibo argumentar que no sabe cómo se lesionó o qué pudo haber ocurrido después de puesto en libertad, porque como ya se dijo ello resulta inverosímil por completo. En el supuesto de que no utilizó personalmente violencia contra el detenido, es claro que debió impedir por su jerarquía que sus subalternos lo agredieran tan brutalmente y, es obvio, que ello no aconteció”, expresó el TAP.

Por este motivo, “a juicio del Colegiado, efectivamente la acción ejecutada por los funcionarios policiales encarta la actividad material del delito de abuso de autoridad contra los detenidos, pero la misma acción fue la que ocasionó las lesiones al detenido por lo cual concurren formalmente ambos tipos penales imputados en comisión por omisión”. Sin embargo, la Sala descartó enviar al jerarca policial al prisión, por el tiempo transcurrido desde el ilícito: “El solo hecho de que esté en debate hoy día un tema acaecido el día 30 de abril del año 2015 impone que el procesamiento sea sin prisión”, señaló la Sala.

El testimonio de Mateo

“Yo estaba en las maquinitas como a las once y cuarto y once y media de la noche y paró el patrullero y me dice “está detenido por averiguaciones”. Eran tres policías, […] y ahí me llevaron al hospital y de ahí como no tenía nada me llevaron a la Primera, y ahí me preguntaron dónde estaban los championes, yo les dije ‘que championes eran’ y después de media hora me dicen ‘dale que te estamos hablando de hace una semana y dos días que vos ibas por el caminito’. Y me dicen que me vieron cuando yo saqué los championes, del tendedero del techo de una casa -y después al tiempo yo me enteré por mi madre que era la casa de un policía-.

Y ahí me hicieron poner en el patio al lado del calabozo con las manos puestas contra la pared, con las piernas abiertas y me dijeron que no mirara para atrás y cuando miro para atrás habían por lo menos diez o doce cascudos con los cascos bajos y me dicen que me quede quieto, y siento que me pegan dos o tres patadas desde atrás en los testículos mientras tanto me tenían dos o tres sosteniendo las manos y los brazos contra la pared, del dolor que tenía no me podía mover hasta que me soltaron y me caí al piso y ahí me siguieron pegando patadas en las piernas hasta que siento que llegó mi madre y ella pregunta si estaba y yo grité: ‘Mamá, mamá me están pegando’ y cuando miro medio mareado, voy a mirar si había alguien y no había nadie y a mi madre nunca la llegué a ver pero se que estaba porque escuché su voz. Después me dejaron de pegar y ya no me acuerdo más nada”.

 

 

(*)  Artículo extraído de Caras y Caretas.

 

Según pudo  saber  @gesor  Jefatura de Policía  de Soriano al  momento  no ha  sido  notificada de  esta  resolución. Una vez sea notificada,  administrativamente  corresponde la separación del  cargo  y el inicio  de  sumario administrativo;  lo cual  implica  que Jefatura de Policía de Soriano  pierde otro  Oficial,  lo que  suma un  nuevo  trastorno, con  la  escases de  oficiales  que tiene  actualmente.

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