El pasado 15 de noviembre, el Tribunal Supremo emitió una sentencia con relación a las hipotecas multidivisas, considerándolas como un mecanismo que no supera el debido control de transparencia.
La decisión del Tribunal español obligó la anulación parcial de estos créditos y ordenó eliminar la referencia que se hacía a otras monedas diferentes al euro, como los yenes, dólares o francos suizos. Lo que significa que los préstamos deben establecerse en euros y ser amortizados en euros.
Durante la época de la burbuja inmobiliaria española, que transcurrió entre los años 1997 y 2011, se ofrecieron a miles de personas este tipo de hipotecas que eran contratadas en otras monedas, como una suerte de resguardo ante la subida del Euríbor.
No obstante, el mecanismo tuvo un efecto bumerán y quienes adquirieron este producto, pensando que por el tipo de cambio iban a salir favorecidos, han pagado más dinero del que han debido desembolsar.
Esto generó que, a pesar de que las familias pagaban puntualmente sus cuotas, con el transcurrir de los años la deuda fue incrementándose. El motivo era que si alguna de las monedas involucradas se apreciaba ante el euro, la cifra total de la deuda aumentaba.
Usuarios afectados
Estimaciones preliminares dan cuenta de que unas 70.000 personas han resultado afectadas por estas hipotecas, que han solicitado ayuda para conocer cuáles son las posibilidades de obtener alguna respuesta y recuperar el dinero invertido. La asesoría ha sido solicitada a especialistas como los abogados hipoteca multidivisa.
Las hipotecas multidivisas han sido objeto de dos pronunciamientos judiciales en los últimos meses. El más reciente fue el del Tribunal Supremo, que se sumó al efectuado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que el pasado mes de setiembre emitió una interpretación de estos créditos y declaró que la cláusula multidivisa es “abusiva”.
Ambas decisiones han sido el respaldo de los clientes que se han visto afectados y que ahora buscan la forma de obtener un arreglo.
El fallo del Tribunal europeo detalló que, cuando una institución financiera concedía una hipoteca multidivisa, había que facilitar al usuario la información suficiente, clara y comprensible.
Con la firma de las hipotecas, los usuarios se enfrentaron a dos tipos de variables económicas. Una relacionada con el producto financiero como tal, y la segunda con los cambios de valor del euro ante otras monedas internacionales.
Diversos abogados y bufetes han afirmado que los clientes afectados deben reclamar judicialmente para obtener una respuesta por el dinero. Estas solicitudes pueden derivar en que se anulen las cláusulas del contrato referidas a las monedas extranjeras y que se mantenga el pago de la hipoteca.
Antes del comienzo de la crisis económica, las hipotecas multidivisas parecían atractivas debido a que, en ese entonces, el Euríbor estaba en un 5%. Además, por la diferencia en el tipo de cambio, el resultado eran cuotas mucho más bajas.
Cifras en aumento
La explosión de la “burbuja inmobiliaria” tuvo un impacto negativo en la economía. Inmediatamente descendió la comercialización de viviendas en el país, lo que evidenció la incapacidad del mercado de absorber la oferta de viviendas que ya estaban construidas.
Fue una reacción en cadena en la que también jugaron factores externos como la crisis de hipotecas que estalló en el 2007 en los Estados Unidos. Otros matices fueron el deterioro de las finanzas españolas, la poca financiación y el recalentamiento del modelo de crecimiento que estuvo basado en la construcción.
No obstante, las heridas han sanado poco a poco. Según los informes más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), el sector ha experimentado una recuperación leve, pero importante.
La institución informó que en el 2015 se registró un incremento en el número de hipotecas firmadas en el país. La cifra se elevó a un total de 369.588, mientras que en el 2014 el número se situó en 325.535.
Independientemente de la cifra, la subida representó el primer crecimiento después de 10 años de números negativos, lo que habla de que el mercado está reaccionando positivamente ante la adquisición de viviendas.
Sin embargo, los avances aún están muy lejos de los registros que se alcanzaron en años como el 2006, cuando la cantidad de hipotecas firmadas se situó en 1.896.515.
El golpe de la crisis aún deja vestigios que pueden verse en otras cifras, como las referentes a la construcción de viviendas. En el 2007 se fabricaron 850.000 nuevas casas, mientras que en el 2013 y 2014 el número se mantuvo alrededor de las 35.000.
Las consecuencias de una crisis de este tipo requieren tiempo para exhibir una recuperación.
Mientras esto se desarrolla, los usuarios afectados por las hipotecas multidivisas continúan recabando información y buscando asesoría con los especialistas en derecho para saber cuál es el mejor camino a tomar.