Miguel "Tito" Leyba es un mercedario radicado en Montevideo hace muchos años, cooperativista, integrante de la Dirección Nacional de FUCVAM, llegó a su ciudad natal este sábado para participar de talleres en salón de COVIANALPA 1, junto con otros dirigentes de la Federación como Walter De los Santos, Elio Correa, José Zolessi, William Guerrero y Edgar Ambrosi, quienes fueron recibidos por los integrantes de la Mesa Departamental, Miguel Riva, Jacqueline Gurruchaga y Javier Lozano.
El motivo de la visita de la delegación de FUCVAM a nivel central es la preocupación del movimiento por el crecimiento de éste y el notorio descenso en la participación de las actividades por parte de los cooperativistas en las distintas tareas que tienen que ver con el movimiento.
Ello llevó a que @gesor le planteara un mano a mano extenso y profundo a "Tito" Leyba que hace años integra el movimiento y que compartimos con nuestros lectores.
¿Cuáles son las preocupaciones del movimiento?
"Son unas cuantas, algunas más trascendentes que otras, esto que vinimos a hacer acá es una parte de las preocupaciones que tenemos porque por suerte la Federación está creciendo mucho más en el Interior que en Montevideo, eso nos genera una preocupación, pero a la vez una motivación diferente. Acá en Soriano ha sido el departamento donde el movimiento ha crecido más, antes el Litoral era emblemático para nosotros, pero quién era el crack, Paysandú, ahora el crack del Litoral es Soriano, nosotros queremos que se acompase ese crecimiento con el desarrollo de la organización en el territorio, porque de
alguna manera sin organización territorial, difícilmente se puedan fortalecer las cooperativas. La Federación es la historia de las cooperativas, si no hay historia no hay
Federación. Hoy vinimos con todas las áreas de la Federación, a trabajar, participaron más de 20 cooperativas, lo que hace que haya una representación importante, vamos a tratar de contagiar a todas aquellas cooperativas que vinieron , que se integren a la vida de la Mesa, a fortalecer la organización territorial, a los efectos que el movimiento acompase su
crecimiento con organización".
Se dice que FUCVAM, el cooperativismo por ayuda mutua, no sólo construye viviendas, si no, ciudadanía, ¿eso sigue siendo así en estos tiempos? Parecía que el movimiento estaba blindado a determinadas cosas, sin embargo hoy la participación ha disminuido notoriamente, hay quienes argumentan que antes estaba más ligada a la sindicalización y hoy no, también se aprecian fenómenos como la violencia en cooperativas que no están ajenas al resto de la comunidad, a pesar de haber tenido un proceso previo que pudiera haberlas preparado para que ello no ocurriera. ¿Qué reflexión te merece?
"Esto que planteás es para un seminario, pero trataré de sintetizar. Este movimiento atravesó por muchas etapas en su vida histórica, al principio las cooperativas eran de matriz sindical y había cosas que la gente traía incorporadas de su práctica anterior. Uno no tenía que decirle a un compañero que venía de un sindicato que tenía que pedir la palabra para hablar, que tenía que respetar el orden del día, hoy todo eso es una novedad, no sé si es peor o mejor que antes pero es la realidad que tenemos y la que hay que voltear. Lo dice el himno de la Federación, que la casa es el principio y no el final, pero eso se nos ha ido paulatinamente diluyendo, eso pasa a ser una preocupación para nosotros. Que hoy los compañeros no entiendan que esto no se termina con la construcción de la casa. Podemos vivir en una casa muy linda, que tiene el rótulo de cooperativa, que no funciona como tal. La cooperativa no es un club de amigos, tiene un funcionamiento que permanentemente tiene que estar pensando en el desarrollo del ser humano que vive adentro, porque ese es el objetivo de la economía de una cooperativa y de la vida social de una cooperativa. Durante el proceso de obra, recibimos el préstamo y no pensamos en ganar plata, pensamos en generar ahorros que nos permitan mejorar el proyecto para mejorar la calidad de vida de quienes van a integrar la cooperativa. El eje de gestión de una cooperativa es el ser humano en lo económico y en lo social. Termina la obra y la gente se encierra, ¿por qué? Por que no vivimos en una isla. Salimos para afuera de la cooperativa y nos enfrentamos a una sociedad que se ha convertido en muy agresiva, porque las reglas de juego que la rigen son violentas".
¿A qué te referís?
"El sólo hecho que haya uno que explota a otro en el laburo, que para tener un ingreso digno haya que tener dos o tres laburos eso es violento, porque eso te obliga a invertir horas en generar un salario y perdés horas para los afectos. Perdés horas para tus hijos, tus hijos tienen todo, pero no te tienen a vos. Tenemos que educar, que si precisás más salario, hay que pelear por más salario, no que trabajés más, como un esclavo moderno de sol a sol, para tener una casa y una cama donde tirarte a dormir. Eso era en el tiempo de los esclavos. La tecnología no está al servicio de los seres humanos, está al servicio del capital. Eso hace que el capital sea cada vez más voraz y que la concentración de la riqueza esté cada vez en menos manos y nosotros trabajando y trabajando para alimentar esas ganancias. Como sociedad y trabajadores organizados, porque debemos asumir que independientemente que hay trabajadores de muchas áreas y ramas de laburo en una cooperativa, no perdemos nuestra condición de trabajadores, somos trabajadores organizados, para un objetivo que es la vivienda. Todo lo que tiene que ver con las reivindicaciones de los trabajadores organizados en el PIT CNT son nuestras reivindicaciones. Todo esto necesita un tiempo, destruir es mucho más fácil que construir y para construir hay que tener mucha paciencia".
¿No creés que el consumo y el individualismo le ganó a la sociedad y al cooperativismo?
"La herramienta que tiene el enemigo de clase para subyugarnos, es el consumo. Sobre el consumo tenemos que trabajar, no podemos lograr la felicidad a partir de tener cosas, hay cosas muy sencillas por las que podés sentir felicidad. Siento felicidad de estar acá con los compañeros y mi familia está en Montevideo, ¿esto como se explica? ¿Yo soy un raro o los raros son los otros? Estas cosas son las que tenemos que conversar con los compañeros.
Si no corregimos ésto, nos lleva a la ruina no solo como cooperativa, si no como sociedad. Como nosotros no somos ajenos a la sociedad también nos llega a nosotros".
¿No te sentís vacío cuándo se usa al movimiento cooperativo para llegar a la casa y después si te he visto no me acuerdo?
"Ese no es el objetivo de la Federación, y no lo va a ser. Me voy a morir peleando por ésto, es mi opción de vida. Uno se siente feliz cuando tiene una opción de vida".
¿Pero que pasa con los dirigentes que vienen detrás de ustedes? ¿No están contaminados con la realidad y la costumbre de hoy?
"Es lo que tenemos que formar, no se gana ninguna batalla que no se da, vamos a dar la batalla, quedaremos el tendal, pero con la conciencia tranquila que no nos entregamos, si nos entregamos, perdemos. El que se entrega pierde, porque otro empieza a resolver por él. Debemos trabajar y mucho, estamos asumiendo el momento histórico y lo vamos a transformar en una realidad diferente, que de alguna manera atienda las necesidades de los trabajadores globalmente, no solo la vivienda, si no todo lo que hace a la calidad de vida, de un ser humano que pise esta tierra".
Y llamativamente estamos discutiendo esto en tiempos de gobierno de un partido de izquierda.
"Eso es opinable, cualquier gobierno que reivindica una real mejora en la calidad de vida de los ciudadanos que lo votaron tiene que generar organización de la gente. Acá cuándo no hubo organización de la gente, cuando hubo necesidades. Esas necesidades que tuvo la gente se expresaron en una organización política, ésta llegó al gobierno, ahora tiene que seguir generando organización para sustentarse en el gobierno".
¿El confort o los años de bonanza le ganaron a la fuerza política?
"No, lo que pasó es que los mejores cuadros de cada organización política, sindical, tuvieron que asumir responsabilidades en la institucionalidad, entonces se debilitó la organización social, ahora debemos generar un reflujo en las organizaciones sociales para que tengan nuevamente un rol protagónico de éste y del gobierno que sea".
¿No sentís que está pasando lo mismo que en el movimiento cooperativo que se ha perdido la esencia?
"Lo que pasa que muchas de las cosas que reivindicábamos fueron satisfechas por este gobierno. Peleamos toda la vida porque se acortaran los plazos de trámites, mi cooperativa esperó 13 años el préstamo, hoy una cooperativa en tres o cuatro años está construyendo, eso lo logramos. El subsidio ley ya tiene media sanción en Diputados, el martes entra en el Senado en sesión extraordinaria y se va aprobar, lo logramos.
Tenemos que ser capaces de generar nuevas consignas que aglutinen gente para que siga mejorando la calidad de vida.
Hoy estamos estudiando un proyecto de ley para que el Fondo Nacional de Vivienda no sea con recursos del Presupuesto, si no propios, eso va a implicar que tengamos que gravar a alguien, pero no a los trabajadores, porque hay gente muy rica en este país y en el mundo. La ganancia hay que gravarla. Si le saco al que tiene para darle al que no tiene es redistribuir la riqueza. ¿Quién genera la riqueza? El que trabaja, el otro se llena el bolsillo con tu trabajo y vos pasando las mil y una. Para luchar tenemos que estar convencidos de por qué y para qué luchamos".
¿Qué le dirías a uno que se te acerque y te diga por todo ésto, Tito sos un nostálgico?
"Le digo muchas gracias, soy un nostálgico, es lo que me ayuda a seguir viviendo, cuando vos mirás el horizonte caminás hacia él y no llegás nunca porque detrás hay otro, esas son las utopías, pero vas caminando, y seguís caminando porque la utopía es la que te ayuda a caminar. Si no hay utopía no hay superación, vos me hacés esta pregunta y me hacés pensar, me hacés superar como ser humano, como tengo determinados convencimientos, que no sé si son válidos o no, pero son mis convencimientos, a partir de ellos puedo seguir caminando. Pero si al primer tropezón me caigo y no me puedo levantar es porque no estaba tan convencido. Ser un utópico, un lírico, es lo que me ayuda a caminar".