13 de November del 2017 a las 17:54 -
Tweet about this on TwitterShare on FacebookShare on LinkedInPin on PinterestEmail this to someone
La buena alimentación y los hábitos saludables
.

Absolutamente saludable no existe nadie en el mundo, porque el cuerpo es una máquina bioquímica complejísima que además funciona en simbiosis con cientos de microorganismos y nunca funciona todo a la perfección. Está además el tema de la alimentación que puede hacer que pases de estar bien a estar mal en cuestión de minutos.

Sin embargo todos sabemos que no se trata de estar perfectamente bien todo el rato, porque es inalcanzable, sino de estar razonablemente sanos la mayor parte del tiempo. Para conseguir esto es instrumental tener una buena alimentación y unos hábitos saludables.

Algunas dietas

Por lo general, el mejor consejo relativo a dietas es tener una alimentación variada y no comer de nada en exceso, sin embargo se puede hilar más fino y en función de las características físicas de cada uno, comer más de unos alimentos que de otros.

Por ejemplo la dieta del grupo A positivo, recomienda cereales, legumbres y frutas. También leche de almendra, café de achicoria y te rojo. Esto es porque se ha observado que el metabolismo de personas de grupo A digiere estos alimentos con mayor facilidad.

Otra dieta a tener en cuenta: la dieta metabólica. Revisando información sobre la dieta metabólica observamos que se puede comer carne, pescado, mariscos, huevos, frutas, nueces y semillas, champiñones, verduras y aceites y grasas saludables, todos ellos productos que aportan aminoácidos, vitaminas, proteínas o ácidos grasos y que son de fácil digestión.

La famosa dieta paleolítica, también llamada dieta paleo, se basa en la creencia de que los seres humanos estamos mejor preparados para consumir lo que se consumía en el paleolítico, que lo que se consume en la actualidad. La base de esta alimentación se parece mucho a la dieta metabólica e incluye frutas, verduras, carnes magras, pescados y mariscos, nueces y semillas y grasas saludables.

También es muy habitual hacer una dieta desintoxicante, para ello lo primero es eliminar el consumo de productos nocivos como el tabaco o el alcohol y adquirir hábitos que incluyan una alimentación equilibrada como base de la dieta, pero también ejercicio físico diario, sea en mayor o menor grado, pero siempre intentando evitar el sedentarismo.

Buenas prácticas

Estar gordo puede ser evitable o inevitable, depende de las circunstancias fisiológicas de cada uno. Depende también de la herencia genética. Y, por supuesto, depende de los hábitos diarios.

Las buenas prácticas comienzan por tener respeto y cuidado por el propio cuerpo. Hay que prestar atención a lo que nos sienta bien y a lo que nos sienta mal y, en caso necesario, consultar con médicos o especialistas en nutrición para hacer un cambio importante en la dieta.

También es necesario cuidar la mente, siempre en relación muy estrecha con el cuerpo. Puede que nuestro trabajo sea muy estresante, puede que eso no tenga solución, pero está en nuestra mano compensar esas tensiones con momentos de relajación. A veces un momento de relajación basta con que se desarrolle durante 5 o 10 minutos. Quizá durante la ducha de la mañana, o antes de ir a dormir. Sea como sea es importante encontrar, cuando menos, minúsculos momentos de placer que ayuden a equilibrar la mente frente a las tensiones externas.

Y en cuanto al cuerpo, hay que observarlo para ver cómo responde en la práctica frente a las teorías de cómo debería responder. Por ejemplo, puede que sea muy saludable comer lechuga, pero si tras comerla en numerosas ocasiones en la cena, resulta que te hacen una mala digestión y no te dejan dormir, es el momento de dejar de comerla. Digan lo que digan las teorías sobre sus beneficios. A ti te sienta mal y eso es una realidad que no debes ignorar.

Y por último, duerme todo lo que puedas. A pierna suelta. El sueño tiene casi tantos beneficios como una buena dieta alimenticia. Mientras se duerme, el cerebro se limpia de algunas toxinas generadas durante el día, se crean nuevos recuerdos, se fijan las cosas que se han aprendido y los músculos del cuerpo recobran su elasticidad. Si hace tiempo que no lo haces, prueba a dormir 8 o 9 horas seguidas y te levantarás con una energía y una lucidez como no recordabas desde hacía años.

 

(2647)


COMENTARIOS

Quiere comentar esta noticia?

* Campos obligatorios
* Nombre:
* Correo Electrónico:
* Comentario:
* Caracteres
Composite End
WordPress Appliance - Powered by TurnKey Linux