Este martes, en salón "Juan Arruti Diez" del Centro Comercial e Industrial de Soriano, el Dr. Ernesto Talvi, Director de CERES brinda conferencia en el marco de los denominados "Encuentros Ciudadanos". Previo a ello @gesor mantuvo mano a mano con el exponente dialogando sobre temas de la actualidad nacional que iremos compartiendo en diferentes notas.
La conferencia tiene como título el desarrollo económico y la educación, leíamos que el Cr. Astori decía que el país ha tenido un crecimiento económico como nunca, pero cuando se mira hacia la educación eso no se ve reflejado, ¿qué reflexión hace?
"Crecimiento es una cosa, de los ingresos, de la producción, del empleo, de los salarios, como hubo definitivamente, como hubo de manera muy fuerte entre 2004 y 2013, en esa década, que estuvo apuntalado fundamentalmente apuntalado por altísimos precios de los productos agropecuarios que producimos, vendemos y exportamos y por una llegada masiva de capitales como resultado de la crisis financiera en el Norte, que vinieron aquí a comprar tierras, propiedades, a poner empresas y negocios. Eso apuntaló una bonanza como la que no se veía desde los años '50 en Uruguay y en otras partes, Argentina también creció a 6% entre 2004 y 2013, igual que nosotros, a pesar que las políticas que llevaron adelante claramente son bien distintas a las nuestras.
Hay un elemento externo, de buena suerte, de circunstancias favorables que no se daban hace muchísimo tiempo, décadas, pero eso no es desarrollo, desarrollo implica que uno sienta las bases para un crecimiento sostenido y con cierta cohesión social y lo cierto es que en Educación tenemos un rezago enorme, 38 de cada 100 chiquilines terminan el liceo, los jóvenes que están entrando a la fuerza de trabajo tienen ocho años y medio de educación formal, menos que ciclo básico, comparados con 14 años de países industrializados y uno de cada dos cuando terminan, no reúnen las destrezas mínimas para insertarse con posibilidades en la sociedad del conocimiento. Y por otro lado tenemos una fractura social muy seria que no es un fenómeno de ingresos, es cultural, de valores, de exclusión, que no se ha revertido con la bonanza económica y que ha traído como resultado, toda una secuela de marginalidad, de delito, de violencia y de droga, que ha tenido como consecuencia que en la bonanza más espectacular que haya tenido el país en 50 a 60 años, se triplicó el delito violento, aquí en Mercedes se multiplicó por diez la rapiña, y la población carcelaria se multiplicó por tres. O sea que estamos muy lejos de algo que remotamente se le parezca al desarrollo".
Esa fractura social que usted habla, ¿tiene que ver con la crisis del 2002 y con qué con la bonanza desde el gobierno no se supo revertir esa situación? ¿ O tiene que ver con otros factores?
"La fractura social fuerte, lo que hoy conocemos como el fenómeno de exclusión o de marginalidad, arranca en la crisis del '82, se agrava en la crisis del 2002 que fue la más grave que tuvimos en la historia del país y lamentablemente, aunque hubo intentos de hacerlo, esa fractura sigue instalada y no se ha podido revertir. Que tenemos salir del esquema de la dependencia, para ir a un esquema de oportunidades y éste no puede pasar puramente por transferencias monetarias, si no que debe pasar por la educación. Y lo que nosotros venimos proponiendo es una solución de fondo para empezar a revertir el problema a través de la educación, de darle oportunidades a chiquilines que están desertando del sistema educativo masivamente, que no están recibiendo -los que no desertan- los aprendizajes necesarios para incorporarse a la economía formal, chiquilines que están en riesgo latente de ser informales, dependientes, delincuentes, darle una solución de fondo vía la educación para que puedan conseguir para sí mismo futuro digno en un empleo formal".
Tenemos un problema por un lado con la gente que deserta y por el otro los que concurren y no reciben una educación acorde que les permita, en algunos casos apuntar a un mercado laboral que ha cambiado notoriamente y por el otro, fundamentalmente en el Interior que cuando llegan a la Universidad, no están preparados para afrontar un estudio terciario.
"Son dos problemas bien distintos, uno que se da en los contextos vulnerables, en las comunidades deprimidas, donde sólo 18 de cada 100 terminan el liceo, y de los que lo termina los aprendizajes son tan pobres que muy pocos se pueden insertar en la economía formal y quedan a merced de la informalidad, la dependencia o de la delincuencia. Y después está el problema más general, que en el Interior pueda que se viva con más intensidad, que no estamos preparando a los jóvenes, ya estamos hablando de la clase media urbana, para insertarse con posibilidades en la sociedad del conocimiento, porque tengamos claro que la economía del Siglo XXI, que hablamos de ella como si fuera el siglo que viene, es éste y va lleva 17 años, o sea que el futuro está aquí, es una economía que se va a premiar crecientemente el conocimiento y eso uno lo ve claro con ejemplos mismos, el Iphone 65 a 70% del valor es investigación, desarrollo, software, diseño y marketing, después es distribución y ventas. El 2% del valor es el ensamblado que se hace en China de distintas partes o sea que el proceso de industrialización contribuye muy poco al valor final, lo que contribuye es el conocimiento. Es una sociedad en la que los cambios se están produciendo a velocidad vertiginosa, por ende los chiquilines que están estudiando y que van a terminar en el 2030 o en el 2035, van a tener que trabajar en trabajos que hoy no existen y usar tecnologías que todavía no se inventaron. Tenemos que prepararlos para lo desconocido, en su capacidad de crear, de innovar, de emprender, de adaptarse a circunstancias cambiantes, de trabajar en equipo, de tener empatía con el prójimo, cosa que no van a poder hacer las máquinas. Nuestro sistema educativo no los está preparando para eso, y si vamos a tener alguna expectativa de insertarnos en el desarrollo, no existe desarrollo si no tenemos trabajadores calificados, para participar en procesos de producción complejos o usar tecnologías sofisticadas y eso es otra de las cosas que venimos planteando, cómo modifica el paradigma curricular para preparar a los jóvenes para el futuro que ya está instalado entre nosotros".
¿Y usted dónde se para entre quienes dicen que la educación debe preparar a los jóvenes para el mercado laboral y otros que no?
"La educación no debe preparar para el mercado laboral, de qué serviría preparar para lo que precisa hoy el mercado laboral si dentro de tres años va a precisar otra cosa, o preparar para un mercado que usa unas tecnologías que en tres años van a ser otras. Hay que preparar a los chiquilines para la vida, para lo que venga, para lo que sea que les toque, por eso es que se está saliendo de la formación por asignaturas, en los países de vanguardia, a la formación por proyectos y capacidades, que implica la capacidad de crear, innovar, emprender, analizar críticamente, pero también, la formación en habilidades sicoemocionales, socioemocionales en el carácter, que nos permita insertarnos en el trabajo colaborativo con el prójimo de una manera más productiva, más efectiva y eso también se forma y nosotros no tenemos en nuestra currícula formación del carácter, de habilidades sico y socioemocionales. Estamos muy atrasados en lo que es la vanguardia para preparar los chiquilines para la vida, para la vida del trabajo y la vida en general, pero no para prepararlos para trabajos específicos, porque a la velocidad que ocurren los cambios, no serviría para mucho".
Claro y simple, todo el diagnóstico y la solución; algún gobernante que se ponga media pila por favor!!