El sábado 27 de diciembre 2014, falleció electrocutado el joven Kevin Langhain Campanella al subir al techo de uno de los locales ubicados en la plaza "Paul Harris" en calle Ansina casi Alambarri.
Kevin tenía 20 años y murió prácticamente fulminado cuando sobre las 20.30 horas de ese sábado jugaba con sus compañeros de la comparsa lubola a la cual pertenecía, "Punto y Raya", y al subir al techo de uno de los locales que se encuentra ubicado por calle Ansina, que se sitúa en el frente de la Plaza "Paul Harris", para alcanzar la pelota que había quedado en el techo, tocó una chapa que a su vez estaba en contacto con un cable que desprendía energía eléctrica, quedando electrocutado en ese instante. Hasta el momento no se sabe por qué ese cable se encontraba con corriente, ya que se trataba de una instalación irregular.
Ha pasado más de dos años y medio de lo que sin dudas ha sido un calvario para la familia de Kevin y en espacial para sus padres. Ni siquiera han podido conocer quién fue el responsable de que ese cable puesto allí de manera irregular, terminara con su vida.
A nivel judicial, el Juzgado a cargo del Dr. Damián Battó ha diligenciado pruebas solicitadas por los diferentes actores del caso, interrogado a muchas personas y el expediente ha llegado a una instancia que de acuerdo a lo que ha podido conocer @gesor podemos resumir: Kevin murió producto de la descarga eléctrica recibida a través de ese cable ubicado sobre el techo de uno de los locales y en forma por demás irregular, eso está debidamente probado; la persona que hizo esa conexión sabe de electricidad, tiene conocimiento de lo que hacía; lo que inicialmente se había dicho que iba hacia la carnicería no es así, si no que del cable que va hacia la carnicería sale esta conexión irregular hacia el penúltimo local; que hubo antes y había -por lo menos hasta el momento que ocurrió la tragedia de Kevin- entidades o grupos que usufructuabande energía proveniente de ese cable, pero ninguno de ellos dice haber hecho la conexión sino que dataría de tiempo anterior.
Acá lo que está faltando es asumir la responsabilidad ciudadana que cada uno tenemos, partamos de la base que nadie hizo esta conexión irregular para matar a alguien, quizá fue por algo circunstancial, para beneficio o necesidad propios o enviado por alguien o para alguien. Lo que no se concibe es que en un lugar tan concurrido desde siempre, no haya un vecino, una persona que concurra a las diferentes actividades del lugar, que no haya visto a alguien sobre el techo trabajando en algo en determinado momento, o que algún grupo de los que usufructúan de los locales en algún momento hayan precisado energía eléctrica y hayan recurrido a esa conexión irregular y luego no lo recuerden. Y por último, la propia persona que hizo la instalación, nadie puede pensar que lo hizo con la finalidad de matar a alguien, si no que necesitó hacerlo en ese momento ya sea para sí o pedido por alguien.
Y ante todo esto es que recurrimos a las palabras del papá de Kevin, de Sergio Ramón Langhain, "han pasado más de dos años y medio, la vida de nuestro hijo no la vamos a recuperar con nada, pero al menos saber cómo ocurrieron las cosas, le pido a esa persona que hizo la conexión o a alguien que pueda saber quien la hizo, que se acerque hasta el Juzgado, que hable con el Juez, le cuente como fueron las cosas, el tocó a mi hijo, pudieron ser otros tres chiquilines chicos que estaban allí e iban a subir, queremos la verdad".