Dos de los integrantes de Covianalpa 12, momentos antes de recibir las llaves se prestaron para dialogar con @gesor y contar lo que estaban viviendo tras años de sacrificio para poder arribar a esta alegría de alcanzar el techo construido con el sacrificio propio.
Erika Mateu es fiscal, pero es de las pioneras del grupo se mostró "muy emocionada, fueron muchos años de demasiado sacrificio, horas interminables, tenés que luchar con la csa, la familia, tu trabajo, y también la cooperativa, y llegar a este día, para mi es muy, muy, muy gratificante, estoy super emocionada y feliz. Un mensaje que quiero darle a todo el
mundo, que aquel que tenga la posibilidad de entrar a una cooperativa que lo haga, porque es la manera más linda de ganarte tu propia casa. Tener tu casa con este sacrifico que uno hace, es lo que te llena. Mi familia, mi hija hoy estaba feliz de ver su dormitorio armado y esas cosas te llenan el alma, son cosas tan simples que uno las plasma con la labor y estoy muy emocionada y muy feliz".
Destacó como ser humano "es un sentimiento que no se expresa con palabras, es una sensación especial, ser joven y llegar a ésto es especial, cualquier persona de trabajo, como nosotros, la forma de llegar al techo es ésta. Lo único que tenés que poner es las ganas de trabajar y cumplir con el horario y la tarea que te marcan y las cosas se van dando paso a paso. No tenés que llenarte de un montón de dinero para hacerte de tu casa ni tenés que comprarte un terreno, porque el ministerio lo proporciona. Durante 25 años vamos a pagar una cuota y de acuerdo a nuestro sueldo o sea que va a ser algo accesible para todos, es un sistema que es para todos".
Por su parte Alexis Hornos, actual vicepresidente e integrante de la comisión de Obras dijo que en este momento "son varias las sensaciones, la emoción de tener la casa propia es casi sin palabras, cada uno la debe sentir distinta dependiendo de lo que vivió en obra y el tiempo que le dedicó".
Viene de una familia cooperativista, vivió en Covianalpa 1 la pionera, "es algo muy especial, lo viví de chico por cuentos de mi abuelo y de la gente de la cooperativa. Nunca pensé que
fuera tan especial vivirlo de adentro de la cooperativa y de lo que uno tiene que luchar para tener la casa, como el trabajo, el tiempo, es un esfuerzo que vale la pena llegar hasta lo último. Lo que se siente llegar hasta el final es muy recomendable para el que tenga la oportunidad, que lo haga, porque vale mucho la pena, más allá de las muchas horas de
trabajo".
Sobre como se hace para impulsar a los compañeros cuando hay momentos en que parece ganar el desánimo, Alexis reconoce que en todo grupo "donde son muchas personas, siempre va a haber momentos altos y bajos, hay que tratar de copiar a las personas que más ánimo pone, y acá había mucha gente así, por eso es que salieron las cosas, porque tuvimos nuestros momentos altos y bajos, pero los bajos supimos superarlos entre todos".
Coincide con que es "una de las formas en que el trabajador pueda llegar al techo y a la misma vez en el sistema cooperativo adquirís un oficio, aprendés muchas cosas, yo nunca había agarrado una cuchara, nada de albañilería y hoy no soy un albañil, pero algo aprendí y puedo hacer".
A quienes estén en dudas de sumarse a una cooperativa, "que no lo duden, que es una experiencia muy buena, y más grupal, no encontrás las palabras de tener el techo propio y haberlo logrado uno mismo junto con tus compañeros".
Finalmente Erika Mateu recordó que se trata de "24 viviendas, la mayoría de 2 dormitorios, hay cinco de tres habitaciones y unas cuatro de cuatro dormitorios. En general las familias están compuestas por matrimonios y sus hijos, hay algunas monoparentales, tenemos un salón de usos múltiples para eventos sociales. Esto sigue, hay que continuar con las asambleas, los proyectos de mejoras, todavía queda mucho por delante".