Luego de un mes de trabajo del operativo Gavilán VI, 7.277 vehículos fueron inspeccionados y 9.646 personas pasaron por los registros policiales, con 54 multas de tránsito por distintas faltas, tres armas de fuego incautadas, siete vehículos retenidos y cuatro personas conducidas a la justicia.

Fueron inspeccionados 6.901 automóviles, de los cuales se confiscó uno por parte de la Policía, y se inspeccionaron 376 motos, con tres incautaciones. Los controles de ruta a 9.646 personas motivaron cuatro procedimientos por distintas irregularidades, cuyos responsables fueron conducidos la justicia.

Además, la Policía de Tránsito aplicó 54 multas por distintas faltas, y tres espirometrías arrojaron resultados positivos. Por otra parte, la Policía incautó tres armas y sus portadores fueron llevados ante la Justicia.

Gavilán VI comenzó en junio sobre rutas nacionales y caminos, con la participación de Policía de Tránsito, Guardia Republicana, Represión al Tráfico Ilícito de Drogas —que trabajan con los canes especializados para la detección de sustancias— y Jefaturas de Policía de todo el país.

Los operativos se realizan en forma conjunta, sorpresiva y en rutas aleatorias, especialmente en la noche y en puestos de control establecidos de acuerdo con la referencia geográfica del delito y los siniestros de tránsito, datos recabados por la policía.

Estos operativos se despliegan en tres puntos específicos: uno, con efectivos ubicados junto a la vía de tránsito, en una zona debidamente señalizada desde donde visualizan el flujo vehicular. Allí interceptan a los vehículos por control de rutina, contravenciones a las normas de tránsito o, si se trata de un vehículo sospechoso, por información a través del sistema TETRA de radiocomunicación al sector donde se efectúan los registros.

El otro punto es el sector de inspecciones, por el cual los efectivos se ubican a unos 200 metros de las diferentes unidades que inspeccionan el vehículo, identifican a sus ocupantes y registran en una planilla las novedades que puedan surgir.

El tercero, el sector de vigilancia, se encuentra alejado unos 100 metros del sector de inspecciones. Allí se ubican los efectivos de la Guardia Republicana, que custodian que pueda suceder algún inconveniente de seguridad, como una fuga o que un conductor no respete la indicación de detenerse para el control.