28 de June del 2017 a las 13:55 -
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INAU tiene entre 800 y 900 personas con discapacidades y problemas de salud mental que ingresaron siendo niños y hoy tienen entre 60 y 70 años
Una dura realidad que el país no ha abordado con la seriedad que corresponde según expresa el Director del INAU As. Soc. Dardo Rodríguez

La presencia en Mercedes del Director de INAU, As. Soc. Dardo Rodríguez permitió consultarle por parte de @gesor, sobre la situación de aquellos niños y adolescentes con dificultades de salud y de discapacidad que no consiguen ser integrados a familias y que permanecen durante años en régimen de internación en hogares del organismo o que tienen convenio con INAU. Al respecto, Rodríguez señaló, "hay temas que el país no ha abordado con la seriedad que debería abordar y uno de ellos tiene que ver con la salud mental. Niños que padecen patologías síquicas graves, crónicas, están internados en clínicas, en centros, en la mayoría de ellos de INAU, porque no hay otra institución que les brinde un servicio y prácticamente igual que las personas que entran con algún tipo de discapacidad severa, que no tienen capacidad de autonomía, de parálisis cerebral, estoy hablando de patologías graves, permanecen toda la vida en la institución".
En ese sentido indicó, "tenemos actualmente cerca de 800 y 900 personas internadas en pequeños centros en diferentes lugares del país, que ingresaron cuando niños y hoy tienen 60 a 70 años. Nunca lograron tener un contacto familiar. Eso es también parte del modelo familiar que venimos cambiando. El caso más paradigmático de esto fue el año pasado con cambio en Aldea de la Bondad, con todo lo que implicó de impacto público, en el esfuerzo por el traslado, cuatro chicas fallecieron en Montevideo, hoy mirando un año después, antes de venir para acá, conversando con la directora del centro donde fueron trasladadas esas personas, las que tenían menor independencia y mucha necesidad de cuidado personal, que antes no se movían y estaban postradas en una cama, hoy están con movilidad, yendo a centros diurnos. Había una falta de trabajo y de atención profesional realmente importante. Eso también lo estamos modificando, pero estamos lejos, todavía, de lograr el objetivo que esas personas puedan integrarse a la vida comunitaria. Hay muchas de ellas que pudieran vivir en la comunidad con acompañantes socioeducativos y ayuden a las familias, porque es difícil tener una persona las 24 horas del días con una discapacidad grave atendiéndola, es un desgaste enorme, por eso el sistema de cuidados, nosotros que queremos cambiar la orientación de nuestro trabajo, nos parece que apoyar a las familias como lo estamos haciendo con muchas asociaciones de pades con niños con espectro autista, financiando centros diurnos como el proyecto que apoyamos en Mercedes, ese tipo de cambio también ha sido lento, no a la velocidad que quisiéramos, también implica recursos, pero vamos en una dirección que es inexorable, que no se puede volver atrás, ganar en atención comunitaria y menos atención residencial".

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