Quiero referirme en esta instancia a dichos qué circularon en la zona en estos días respecto a la situación personal de personas de la ciudad de Cardona y que se difundieron por las redes sociales.

En otra oportunidad me referí también al descontrol que se provoca con los medios de comunicación y la difusión que la sociedad da a este tipo de injurias que tanto daño causan a la gente.

Mi intención no pasa por la veracidad o no de los hechos, lejos de ello, sino por la trascendencia que le damos a éste tipo de noticias y por el daño que provocan a los afectados y sus familias.

En este caso se nombró a gente de mi ciudad, gente de familia con hijos que si desea puede hacer lo que quiera con su sexualidad y no viene al caso juzgar sino intentar ser justos y mirar por el otro.

Quiero que tomemos conciencia y aprendamos como sociedad a dejar de lado la burla que hace tanto daño.

Nos llenamos la boca hablando de bulling y nos agarramos de cualquier estupidez para reírnos del otro.

Las redes sociales son bárbaras cuando se usan de manera positiva, debemos como sociedad dejar de hacer daño al otro por hobby.

Pienso q detrás de esas voces y esos mensajes tiene que existir un responsable que pague por el daño que provoca en un segundo de estupidez, destruyendo familias enteras. Que la Policía sea capas de investigar quien tan libremente suelta información porque simplemente tiene ganas de hacerlo.

Que mis palabras pasen a la Jefatura de Soriano.

Nos encontramos en una situación de inseguridad total, en una sociedad que se encuentra dormida, donde se han perdido los valores y hay una total impunidad, ser delincuente parece estar de moda y ser un privilegio.

No puede ser que en las cárceles existan teléfonos celulares, circulen drogas y armas, que no haya controles y que los custodios sean cómplices o testigos de este desastre. No hay penas ejemplarizantes para aquellos que permiten el ingreso de todo esto, ni tampoco para aquellos que las utilizan.

No pueden existir delincuentes sueltos con más de cuatro antecedentes penales, parece que van a tomar café a la cárcel, hacen lo que quieren y mandan más que los jueces y las autoridades policiales.

Se tendría que investigar con qué hacen los cortes los presos y quiénes se los facilitan. Tal es el poder de la delincuencia que hoy en día  que además de ajustes de cuenta, hoy tienen el tupé de amenazar de muerte a los fiscales y jueces, matan a testigos que la justicia dispuso su vigilancia y la policía  no lo hizo.

 El gobierno facilita la expansión de la droga , la vendemos en las farmacias donde la gente debe ir a comprar remedios para curarse no lo encuentro lógico... a dónde vamos querido Uruguay.

 No queremos jueces y fiscales que tengan miedo de desempeñar sus funciones, porque de lo contrario habría más anarquía que hoy, donde mandarían los delincuentes.. y las personas de bien que harán??

 No perdamos los valores, destaquemos el trabajo como algo valioso, la gente que lucha por un Uruguay mejor, basta de politiquería barata.

Apoyemos a los trabajadores y a la gente que hace y quiere hacer las cosas bien.