05 de June del 2017 a las 15:28 -
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Este 5 de junio, celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, un grupo de gente unida por el cuidado del ambiente que nos rodea llamado Mburucuyá, Colectivo Ecológico de Soriano les sugiere7 hábitos para que todo ciudadano pueda colaborar desde su día a día con el cuidado del medioambiente.
1) Reducir consumo eléctrico
Algo tan simple como apagar las luces que no se están utilizando y reducir el uso de aparatos electrónicos puede contribuir de forma significativa con el ambiente.
Las bombillas incandescentes en lo posible se deben sustituir por LED, las llamadas “bajo consumo” contienen mercurio, que es altamente contaminante al romperse. Las LED son mucho más eficientes y seguro lo notarás en la factura mensual. Recomendamos comprar de buena calidad, su costo no es nada barato, por lo que recomendamos ir comprando una por mes, hasta completar la transición.
2) Consumir orgánico
Estos alimentos son los que se obtienen de cultivos no tratados con compuestos químicos ni contaminantes, de modo que su producción y consumo contribuyen con el medio ambiente y nuestra salud. Para elaborarlos, solo se utilizan abonos naturales y, en relación a los animales, no se les da, por ejemplo, hormonas ni antibióticos para conseguir mayores niveles de calidad.
Además, generan ganancias a pequeños productores, permitiéndoles cuidar la biodiversidad y reinvertir en mayor producción. A pesar de que su producción sea menor a la de alimentos industrializados y el costo sea un poco más elevado, siempre es bueno intentar ser más saludable y responsable. Tienen el sabor, color y textura natural, por lo que mantienen todas sus vitaminas y tienen menos agua y más nutrientes, así como mayor cantidad de vitaminas, nutrientes y antioxidantes.
Por otro lado, los productos genéticamente modificados o de producción convencional, que mantienen residuos químicos incluso después de ser lavados, finalmente, pueden dañar el sistema inmunológico, reducir la fertilidad y, a la larga, desencadenar cáncer, según cada vez más numerosos estudios científicos.
3) Hacer Compost
Cáscara y pulpa de vegetales que no se usan pueden tomar dos caminos bien distintos: acumularse en montañas de basura o transformarse en abono orgánico.
De ésta forma disminuimos la cantidad de residuos, reutilizando una materia orgánica que de otra manera se perdería e imitamos a la naturaleza, devolviendo al suelo minerales en forma de materia orgánica. Mejoramos la estructura del suelo; tendremos el jardín del colegio o del huerto de nuestra casa con una tierra blanda que se deshace entre los dedos y donde las plantas arraigan fácilmente. La materia orgánica que aporta el compost enriquece el suelo en humus, al mismo tiempo que disminuye el efecto erosivo del agua; hace que la tierra actúe como una esponja que retiene el agua y el aire. Fertilizamos el suelo con un abono gratuito sin utilizar productos químicos que pueden contaminar las aguas subterráneas y saturar la tierra y las plantas.
4) Reducir el consumo de carne
Adquirir éste hábito puede contribuir a la lucha contra el calentamiento global porque la crianza de ganado provoca emisiones de gases de efecto invernadero, deforestación y otros problemas ambientales. Abstenerse de comer carne al menos un día a la semana puede ser muy eficaz para combatir el cambio climático. Ésta es la recomendación que propone el doctor Rajendra Pachauri, (presidente del Panel de Expertos del Cambio Climático de Naciones Unidas, del 2002 al 2015 y ganador del Premio Nobel de la Paz en 2007 junto al ex vicepresidente de EEUU, Al Gore).
La FAO, la agencia de la ONU para la agricultura y la alimentación, estima que la producción de carne es responsable de casi 1/5 de las emisiones de gases de efecto invernadero. Eso se debe tanto a la producción de piensos para el ganado como al hecho de que los rumiantes, particularmente las vacas, emiten metano, que es 23 veces más perjudicial que el CO2 (el emitido por vehículos por ej) como agente del calentamiento global.
5) Reducir consumo de bolsas plásticas descartables
En los últimos años ha crecido la tendencia de utilizar bolsas de tela en lugar de las de plástico ya que son más finas y pueden utilizarse cientos de veces al ir al mercado.
Las bolsas están elaboradas en nailon, algodón y otros materiales que permiten guardar todos los alimentos y productos de forma segura y práctica.
Asegúrate de limpiarlas tras finalizar cada uso para que queden listas para una siguiente compra. ¡No salgas sin ellas!
6) Reciclar y reutilizar
Las costumbres de reciclar y reutilizar son fáciles de incorporar en la rutina y representan la mejor forma de reducir el número de residuos. Muchos de los materiales y elementos que ya no nos sirven en el hogar se pueden transformar en otra cosa, o bien, pueden ayudarle a alguien más.
Esto también nos va a hacer más consientes en el consumo, por ejemplo podemos comprar sachet de repuesto para rellenar contenedor original (talco, jabón líquido de cocina, etc)
Respeta los planes de reciclaje municipales, si bien no son los ideales, colaborando podemos lograr antecedentes positivos que impulsarán mejores propuestas a futuro. Muchas veces la inoperancia estatal va de la mano de la ineficiencia de la tarea de separación en domicilio. Haz tu parte!
7) Consumo racional de leña
Evitemos consumir leña de monte nativo o indígena: Espinillo , algarrobo, etc. El monte indígena está protegido por la ley 15.939, cuyo artículo 24 establece la prohibición de cortar y realizar cualquier operación que «atente contra la supervivencia del monte indígena», aunque exceptúa ciertos casos como «cuando el producto de la explotación se destine al uso doméstico y alambrado del establecimiento rural al que pertenece o cuando medie autorización de la Dirección Forestal basada en un informe técnico donde se detallen tanto las causas que justifiquen el corte como los planes de explotación a efectuarse en cada caso».
Una acotación que nos parece importante hacer es recomendarles el uso de estufas ecológicas. Su principal ventaja es su cámara de combustión, donde se queman los gases antes de liberarlos por la chimenea. Además de lograr una combustión limpia -y al contrario de lo que sucede en una estufa abierta tradicional, donde casi el 80% de la energía contenida en la madera se va por la chimenea como humo- estas estufas logran aprovechar la energía de manera más eficiente.
Rinden cuatro veces más, con un consumo de leña mucho menor, el consumo promedio de estos artefactos es de 1 kilo de leña por hora. Correctamente instaladas, se transforman en un sistema de calefacción central y dejan atrás el concepto de que la estufa a leña solo da calor a quienes están cerca de ella. Tienen un costo inicial alto pero se desquita en un plazo de 1 o 2 años.

www.facebook.com/mburucuyasoriano

Fuente: comunicado de Mburucuyá enviado a @gesor

(2018)


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