Laura Merello (foto primera), es otra de las cooperativistas de COVICRIMER que dio su testimonio del momento que vivía al inaugurarse el complejo habitacional señalando que era "una bendición haber llegado a este día".
Contó, "soy sanducera, hace seis años y medio que estoy aquí, sobre todo soy cristiana, llegué a Mercedes con el propósito de servir a Dios en el Ministerio donde está mi hermano, el pastor Diego Merello con su familia, venía a apoyarlos a ellos en la obra. Pero Dios me sorprendió, porque nunca imaginé que tendría mi casa en Mercedes. Un día estaba orando, estoy viviendo en la iglesia misma, le pedí al Señor tener mi espacio, sirviéndole sí, pero desde mi lugar como cada uno de nosotros, de tener una casa. La respuesta no se demoró más de un día, que vino una señora llamada Milka Bergara que fue a invitarme a participar de esta cooperativa, supe que era una respuesta de Dios. Fue enviada por otra hermana, Miriam, así comenzamos".
La historia la contó el pastor Acuña, "relegando nuestra vida, pero para gloria de Dios pudimos seguir adelante, con la edad que tengo nunca pensé que a esta altura de mi vida iba a tener mi casa, reconozco que ha sido un tiempo precioso de trabajo, quizás para muchos fue un esfuerzo grande, en el ambiente no lo sentimos tanto, si bien nos cansamos, los compañeros que me tocaron nos ayudaron a sobrellevarlo de manera divertirla. Es esforzado pero vale la pena, lo estamos viendo hoy con las casitas prontas. parecía que no íbamos a llegar, que no me daban las fuerzas, mi hijo está en Montevideo, parecía que no me daban las fuerzas, pero Dios sostuvo mis brazos, si no, no hubiera podido llegar hasta acá. Pero todo es posible".
Orden de las fotografías que coincide con el número de la vivienda: 5) Laura Merello, 12) Luciana Ortiz y flia, 13) Andrés Hernández, 14) Natalia Lanusse y flia, 15) Matías Sugo y flia, 16) Natalia Portillo, 17) Giovana Segura y flia, 18) Nicolás Arballo y flia, 20) Sonia Silva, 21), Noelia Sosa y flia