Se realizó en Mercedes una marcha y manifestación contra la violencia de género. Como cada 3 de junio y sumándose a las movilizaciones que se realizan en el resto del país, vecinos mercedarios se auto convocaron para gritar “¡Ni una menos! ¡Viva y libres nos queremos!”.
La concentración se realizó en Plaza Independencia, para marchar hasta el Rosedal donde los esperaba la La Candombá, una cuerda femenina de tambores. Algunos carteles que pudieron leerse expresaban: “Los feminicidas no son enfermos, son hijos sanos del patriarcado”. “No más mujeres golpeadas”.
La proclama leída en forma colectiva por los participantes expresa:
3 de junio 2017
Tres de junio y nos encontramos nuevamente sumando nuestra voz al grito de: ¡Ni una menos! ¡Viva y libres nos queremos!
Nosotras y nosotros que nos reunimos auto convocados en este día a salir a la calle, lo hacemos porque creemos profundamente que la violencia hacia las mujeres tiene que parar.
18 mujeres muertas por violencia machista en lo que va del año; más de la mitad ya había denunciado anteriormente estar en situación de violencia. En nuestro país, las denuncias por violencia hacia las mujeres son miles por año. En el 2016, se registró una denuncia cada 17 minutos, más de 24.000 casos denunciados y otros tantos que no se denuncian. Las noticias de femicidio llegan desde todo el territorio nacional; en el interior del país, las mujeres muertas fueron , en su mayoría víctimas de su pareja o ex pareja.
La realidad nos convoca y nos moviliza. La indiferencia ya no es admisible. Es necesario dar esta lucha todo y todas juntas, contra esa violencia contundente y definitiva que son los femicidios.
Antes de llegar punto inflexible de la muerte, están todas las otras formas de violencia que las mujeres soportan a diario. Algunas más visibles y naturalizadas, como son el acoso callejero o la publicidad sexista. La violencia ejercida con hipocrecía que cuestiona la libre decisión sobre el cuerpo de las mujeres. El noviazgo violento. Todas son expresiones que fomentan la idea d e la mujer como objeto, como algo que puede ser propiedad de otra persona, que cree tener derecho a controlar sus acciones, sus vínculos y amistades, cómo debe vestirse, con quién se comunica y que, en muchos casos, llega al extremo de decidir si la deja vivir o no.
Entender que esta situación no es un problema de algunas, sino un desafío de todas y de todos; que debemos multiplicar nuestra voz; sentir en nuestro s cuerpos la necesidad de hacer algo y en nuestros corazones que vale la pena la pelea, es en parte lo que nos reúne desde hace tres años en la misma fecha.
Tres de junio. El compromiso debe ser incansable: escuchar, denunciar, accionar, organizarnos, educar y educarnos, ¡no ser indiferentes! Aportar a la transformación cotidiana de nuestra realidad, sembrando igualdad, justicia y libertad. Por eso este año volvemos a decir:
Ni una madre menos, ni una amiga menos, ni una hija menos, ni una hermana menos…
¡Ni una muerta más, ni una mujer menos!
¡Vivas y libres nos queremos!
Ni una menos Soriano