Entrevistado por la Agencia Soriano de noticias, Agesor, el Director Nacional de la Dirección Nacional de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas (Dinapyme), del Ministerio de Industria, Energía y Minería, Rafael Mendive, afirmó en Soriano que algunos de los cambios culturales que se vienen registrando en Uruguay contribuyen a acortar las diferencias entre Montevideo y el resto del país.
Mendive visitó el departamento para exponer en la reunión de directores de las áreas de Desarrollo de las intendencias, en Casa de la Cultura de Mercedes, este viernes.
-¿Cual fue la participación de la Dinapyme en este encuentro, Mendive?
“Nosotros vinimos a realizar una presentación sobre las políticas que estamos llevando adelante en el país para fortalecer el desarrollo de las artesanías, las pequeñas y medianas empresas. No vinimos sólo transmitirles a los territorios las herramientas o los instrumentos nacionales que están a su disposición sino también a escuchar mucho, para saber cómo esas herramientas en algunos departamentos han tenido logros o han tenido dificultades (como ha ocurrido en algunos casos), o qué cambios debemos hacer nosotros a nivel nacional para aprender esas lecciones”.
-¿Cuáles han sido algunas de esas dificultades que se han presentado?
“En el caso de las artesanías, por ejemplo, dificultades vinculadas al grado de asociatividad de los artesanos en determinada localidad. Cuando los artesanos tienen cierta vocación por producir en conjunto, o vender en conjunto, es más fácil poder brindarles herramientas de apoyo. Es más laborioso, más complejo, cuando debemos atender solicitudes individuales. En el caso de las empresas, depende muchísimo del grado de densidad del tejido empresarial de cada departamento”.
-¿Cuál es el impacto local que tienen esas políticas?
“Las políticas tienen asidero en el territorio o no existen. Cuando se habla de desarrollo local, yo reflexiono y me pregunto: ¿Qué asociación de desarrollo no tiene impacto local?
En particular nosotros tenemos como directiva en el ministerio la introducción permanente de valor en las cadenas de producción. Cuando más inteligencia le pongamos a lo que hacemos en la fase de lo que somos capaces de producir, más competitivo va a ser Uruguay y habrá mejor distribución. Cuando uno estudia los países que han crecido y donde mejores logros se alcanzan es donde la producción integra más inteligencia, Por eso toda esa impronta de apoyar todo lo que es la robótica, la programación cibernética, la tecnología, porque es el mundo donde nos ha tocado vivir, y mucho más a nuestros hijos”.
-¿Cómo lo ve a Uruguay en ese sentido, a nivel regional, es decir, en cuanto al esfuerzo por estar al día con las nuevas tecnologías?
“Uruguay está con muchas ganas y con muchos logros. Tenemos el caso de la ceibalita, por ejemplo. El Plan Ceibal, del que hace poco se cumplieron diez años, es algo que está tan integrado a nuestras vidas que no nos damos cuenta, excepto que salgamos del Uruguay. Cuando vamos a algún otro país cercano, vemos que no hay ceibalitas, y vemos el asombro y la admiración con la cual se habla de la experiencia de Uruguay en este terreno. Pero podemos hablar también de cuando nos encontramos con los abuelos comunicándose con sus nietos en el exterior a través de esta herramienta que es la laptob. Por otro lado otro cambio en cuanto a la orientación de lo que eligen los jóvenes cuando terminan tercero de liceo: cada vez hay más inclinación por la UTU, por las carreras técnicas, como las carreras vinculadas al turismo, al diseño, a la programación, a las redes, a los videojuegos. Todo eso atrae a más jóvenes y ya la familia uruguaya ha dejado de lado aquel concepto de que sí o sí sus hijos tenían que ser abogados, médicos o escribanos, para ser alguien. Éso es un cambio cultural, un cambio que no se opera de un día para el otro, naturalmente, pero que nos mejora en una proyección hacia este mundo que implica desafíos que son muy drásticos”.
-¿Esos cambios han ayudado o pueden estar ayudando a acortar las diferencias que históricamente ha habido entre Montevideo y el resto del país?
“Sin dudas. Hoy las formas de vincularse al mundo no exigen desplazarse a la capital. Hoy usted encuentra (yo diría en casi todos los departamentos) personas que trabajan para el mundo, a veces desde una pequeña localidad, porque de pronto es un arquitecto que trabaja para un estudio de diseño de Nueva York, o un diseñador que hace una línea de vestimenta para una empresa que está en Corea del Sur, y eso no le exige estar en Montevideo. Todo eso, por supuesto, gracias a la fibra óptica y al volumen de inversión que hizo la empresa pública para dotar a Uruguay de un grado de conectividad que tambièn es infrecuente en América Latina”.
Foto: Rafael Mendive junto a la Directora de Desarrollo de la Intendencia de Soriano, doctora Andrea Aunchayna.