En nota por separado @gesor da cuenta de procedimientos llevados a cabo en el marco de la operación "Rebrote" que incluyó tres allanamientos en el barrios Cerro, dos en fincas de conocida familia en inmediaciones de la plazoleta "Eugenio Aguilar" en el barrio Cerro y otra a una cuadra de allí, y un cuarto en el barrio Jardines del Hipódromo, referidos a la lucha contra las drogas, llevados adelante por la Brigada Departamental Antidrogas, con el apoyo del Grupo de Reserva Táctica (GRT) y de la Unidad de Investigaciones de la Zona I (Mercedes), bajo la supervisión del Coordinador de la Jefatura de Policía de Soriano.
En el allanamiento realizado en finca ubicada en Del Cerro casi Centenario ocurrió situación confusa que terminó perjudicando a vecinos ajenos a los hechos. Es que los policías ingresaron a la finca donde efectivamente funcionaba una boca de venta de drogas, donde se encontraron con 15 personas de diferentes edades y participación en los hechos. En determinado momento uno de los funcionarios del GRT, desoyendo a quien estaba al mando de ese grupo, sale a un patio compartido por esa finca y la de una familia vecina, se dirige a una puerta que conduce a la casa vecina, la destroza de una patada e ingresa a la cocina. Eran pasadas las 7.15 de la mañana, ya dentro de la cocina golpea y exige se le abra la puerta que conduce a la habitación, la señora de la casa se levanta y va a abrir el pasador que trababa la puerta y en eso el policía que ingresó solo al procedimiento (otro error que se suma al haber entrado en la casa sin orden de allanamiento y desoyendo a quien estaba al mando) empuja la puerta golpeando a la mujer en la cara a la altura de uno de los ojos ocasionándole un hematoma, ingresa gritándole, le apunta con la escopeta y le pide que se tire al suelo, cosa que hace la mujer, doña Susana. El marido de la señora, don Mario, jubilado, estaba acostado, se levanta rápidamente, el policía le apunta y le dice dice que se tire al suelo, se tira en la cama y le reitera que lo haga en el suelo, lo hace. Luego los hace salir al patio a ambos, donde permanecen durante varios minutos hasta que llega otro policía, seguramente uno del barrio que los conoce, les pide disculpas y les dice que ingresen y se vistan, que no tienen nada que ver con el procedimiento.
Sin embargo, cuando los policías se retiran del lugar y del barrio, donde llevaban a cabo otros dos allanamientos, los oficiales a cargo no son informados del hecho.
Cuando @gesor recibe el llamado del hijo de la señora Susana, consulta a las autoridades, quienes brindan una información diferente a la que teníamos porque no se les había informado adecuadamente por el policía participante.
Una vez conocido verdaderamente lo ocurrido, concurrieron de inmediato a la finca de la familia de Susana y Mario, tres móviles policiales al mando del Sub Crio. Adrián Olivera, Jefe del GRT, quien acompañado del personal correspondiente se pusieron a disposición de la señora y de la familia, pidieron conocer la versión de los hechos de boca de la señora, cosa que no pudieron porque la llevaron a reconocimiento médico en el móvil policial y la señora quedó en observación por tener la presión arterial alta. Reconocieron el mal proceder de este funcionario, pidieron las disculpas del caso, se pusieron a las órdenes para reparar los daños, informaron al Juez Letrado de lo ocurrido. La familia reconoció el gesto de la Policía, lamentó lo sucedido considerando que se trata de gente de trabajo de toda la vida y que no se merecía un trato así, pero entendió las explicaciones dadas por el Sub Crio. Olivera, valorando el hecho que concurriera al lugar a dar la cara, sabiendo de la importancia de este tipo de procedimientos.