Culminada la visita de cárceles a la Unidad 24 del INR en paraje Pense en ejidos de Mercedes, el Ministro de la Suprema Corte de Justicia, Dr. Ricardo Pérez Manrique señaló que la actividad se desarrolló "con total normalidad, estuvo muy bien organizada por parte de la cárcel y el juzgado, se reitera algo que estamos viendo en las cárceles de todo el país, la mayoría de los reclusos están estudiando o trabajando, lo que significa que se está haciendo la apuesta a la reinserción. Desfilaron en total entre reclusos de Dolores, Mercedes y de otras cárceles del país, 32 personas, concediéndose 7 libertades y 25 fueron denegadas, es decir que se otorgó el 21.87% de libertades y 78.13% negadas, es algo habitual en las visitas. En la tarde seguimos por Colonia y mañana (viernes) hacemos San José y terminamos en Canelones".
Pérez Manrique dijo que esta unidad "tiene la particularidad que la mayoría de las personas que han desfilado tiene que ver con drogas y con el cierre de bocas de pasta base, por eso también vemos muchas mujeres presas, porque en general son las que se hacen cargo de la casa y cuando el hombre no está son las que atienden el negocio. Esto es lamentable, porque además tenemos una legislación que en los casos de venta de pasta base establece una mínima de tres años de penitenciaría, debiendo cumplir por lo menos las dos terceras partes para poder solicitar la libertad y eso para una persona que tiene hijos, acá desfiló una mujer que tuvo un tiempo un hijo en la cárcel, acompañándola, luego tuvo otro hijo en la cárcel, estaba lejos de los dos, estas son situaciones que están condicionando el futuro de esos niños".
En cuanto a como se analiza por parte de la Suprema Corte de Justicia la situación para otorgar la libertad por gracia, Pérez Manrique, "hay un criterio elemental que tiene que ver con la gravedad del delito, pero también hay criterios que tienen que ver con características personales del recluso, con su conducta carcelaria, con el tiempo que lleva de preventiva, tenemos un proceso que hace que la gente esté mucho tiempo privada de libertad sin tener sentencia de condena y todos esos factores se juntan en el momento de tomar una decisión. Y este momento de la visita de cárceles tiene una virtud muy importante, que permite el contacto personal, en Mercedes hubo un par de casos en que el contacto personal fue decisivo para conceder la libertad, el ver a la persona, saber el encuadre de su vida, ayuda a decir esta persona no tiene por que estar en la cárcel y la sociedad debe darle una oportunidad para insertarse nuevamente".