En la nota anterior dábamos cuenta del procesamientos de dos de los principales proveedores de estupefacientes de Mercedes, Dolores y Villa Soriano, como lo son Enrique Rafael Caché Silva de 49 años y Adrián Alejandro González Tarragona de 41 años, en paciente y larga investigación de la Brigada Departamental Antidrogas con apoyo del GRT y supervisión del Coordinador de la Jefatura de Policía, bajo directivas del propio Jefe de Policía Crio. Gral. (r) Alberto González.
En la nota señalábamos que iba a haber más novedades y así ocurrió en el momento en que el "Tano" González Tarragona era procesado en la sede judicial, se detenía un vehículo en ruta 2 que venía desde Montevideo con destino a la casa del "Tano" en las viviendas del barrio Jardines del Hipódromo de Mercedes, en el que se transportaba 1,014 kg de pasta base, que fraccionada en el mercado permitiría recaudar más de $ 500.000, quedando detenido a disposición judicial.
Con ello se da por finalizada la operación "Chacra" que tiene una continuidad de hechos desde mediados de 2015 con varios procedimientos y procesamientos que permitieron ir reuniendo información que concluyen en esta operación que detiene a Caché Silva y González Tarragona.
Dentro de esos procesamientos están el de la mujer del Tano, Noemí Maneiro que aun permanece detenida en Montevideo y del suegro del Tano, Angel Maneiro que también está preso todavía. En el medio fue preso Ricardo Caché Silva hermano del Toia, eso fue en febrero de este año, por allí también Luis Antonio García que venía en moto desde Dolores a comprar en lo del Tano y recientemente fue procesado y tiene al menos dos procesamientos de última hora. Y en el medio otros varios procesados que fueron brindando datos que llevaron a reunir elementos contra el Toia y el Tano.
Mañana, seguramente, el magistrado de Mercedes se expedirá sobre las personas aun permanecen detenidas que traían la droga para el Tano.
Vale destacar el esfuerzo de los pocos policías que componen la Brigada Departamental Antidrogas que permanecieron durante tres y hasta cuatro días prácticamente sin dormir por este tipo de operaciones, esfuerzo que se ve coronado con las decisiones judiciales y que reafirma la lucha contra este flagelo impuesta por el propio Jefe de Policía.