“Los derechos de género representan una definición ideológica. Es igualar la participación para igualar oportunidades. Más mujeres, mejor política.” Mónica Xavier
El 8 de marzo se conmemora el Día de la Mujer; la consideramos una fecha significativa, en la que se denuncian las desigualdades, y se impulsa y renuevan compromisos para seguir avanzando. En el entorno internacional, Uruguay viene marcando avances legislativos en los distintos aspectos de la vida de las mujeres, así como políticas afirmativas procurando la inclusión social, económica y cultural; el acceso a los recursos, al empleo y la tecnología, de manera de fortalecer la capacidad productiva y su autonomía de las mujeres.
Se han tejido articulaciones y acciones entre el ámbito público y el privado, instalando espacios de promoción de derechos y atención a las mujeres en todo el país; todo nos lleva a institucionalizar la promoción de la igualdad de oportunidades y derechos y la construcción participativa de las políticas de género.
Pero, la otra lectura de la realidad da clara muestras que la cultura patriarcal sigue “vivita y coleando”, lo que tira por tierra cualquier acuerdo social plasmado en ley o acción afirmativa que pretenda el desarrollo de las mujeres. En los hechos se reitera la injusticia y el tratamiento desigual, el patriarcado, es una ideología que se ha grabado a fuego en las pautas culturales, y se enmascara en los discursos políticamente correctos y en los mensajes protectores.
En el día de ayer, un titular de prensa recogía la siguiente realidad: “El fiscal de Corte Jorge Díaz escribió en su cuenta de Facebook: Octavo femicidio del año. Séptimo consumado. Que cada servidor público se haga cargo de sus acciones y omisiones”…Más allá de la interpretación y aspectos formales a los que aludía el fiscal, nos interesa marcar la gravedad de la cantidad de muertes en dos meses en relación a la pequeña población del país, teniendo la misma cantidad de homicidios de mujeres que en España, que cuenta con 45 millones de habitantes. Y habiendo pasado de un promedio de 2,6 femicidios en el año 2016, a 4 en estos dos meses.
Este 8 de marzo, como día de reflexión, nos debe comprometer a todos y todas, porque solamente cambiando la forma de ver y educar a las nuevas generaciones, se podrá borrar la naturalización del criterio dominador como expresión de un equivocado sentido de masculinidad.
Crecer, avanzar, desarrollarnos, significa aceptar que no se trata de una lucha de mujeres contra hombres, ni de quien es más o mejor; poner toda la carne en el asador, usando una frase muy nuestra, es construir un país sin exclusiones, ni violencia.
Ana González
(Espacio contratado)