El Padre Hugo Espinosa, quien estuviera al frente del Colegio Liceo San Miguel de Mercedes desde el 2004 al 2010, volvió esta vez como Director del Colegio Juan XXIII, pero a la vez como responsable del grupo de jóvenes que pertenece al Voluntariado Misionero Salesiano, chicos y chicas de 18 a 25 años, unos 28 a 29 integrantes, que están preparándose para misiones en el exterior en zonas donde se necesita dar una mano y que mientras tanto están cumpliendo servicios en barrios de Mercedes como Nuevo Amanecer, Jardines del Hipódromo y Cerro. Estarán en la capital sorianense hasta el 24 de enero.
La oportunidad fue propicia para hablar sobre temas de la juventud y de la Iglesia en general.
En este mundo actual donde los jóvenes son vapuleados, donde los valores se han ido perdiendo, ¿cómo se hace para conquistar a un joven para que se entregue en servicio a los demás?
"Nosotros partimos de una formación antropológica cristiana que somos hechos, creados a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto todos los jóvenes tienen esa cuerda bien, esos dones, cualidades, cosas muy lindas, por ser humanos. Cuando uno se le acerca al
joven, valorando lo positivo que tiene, amándolo de verdad como es, con sus aciertos y desaciertos, dones, cualidades y debilidades y tiene una propuesta para hacerle, donde el joven se siente protagonista, valorado, que puede hacer algo por los demás, se siente que es importante, para mucha gente y que también a él deben importarle los demás y las situaciones que están viviendo, pienso el joven busca ese sentido profundo de la existencia de la vida, para qué estoy, qué es lo que quiero, qué deseo, por que el corazón
está como metido en el alma de todo ser humano, el deseo de felicidad cuando a uno le das una propuesta, mirá que esto vale la pena, esto perdura, sirve para construir tu vida y la de los demás, los jóvenes rápidamente se enganchan. Todas las realidades de adicciones que vemos en los jóvenes, ya sea la mentira, el alcohol, la droga, como se llame, nacen de una situación que está viviendo el joven, que no logra encontrarle el sentido a la vida y busca en esas cosas, pasajeras, muy efímeras, esa sed de felicidad que todos llevamos dentro. Pero cuando uno lo encuentra verdaderamente firme, ahí la cosa cambia, para nosotros la experiencia de Dios es la más fundamental, fundante y clave, el encuentro con Jesucristo, la vida comunitaria, la experiencia de la entrega a los demás, del servir a los otros, nos va dando el sabor y el color nuevo a la vida".
¿Cómo se hace para incorporar todo esto con los jóvenes en una Iglesia a la que se le ha cuestionado que está lejos de la gente, especialmente de quienes más la necesitan y no materialmente, si no espiritualmente? Que lo de ir a ayudar a otros países que lo necesitan, también se practica en casa.
"Es interesante más allá que uno pueda adherir o no, la figura del Papa Francisco ha provocado en muchos hombres y mujeres de fe y también los que no son de fe, por su atracción en cuanto a los gestos que ha tenido y lo claro que ha sido en la propuesta y una
de las tantas cosas que el Papa dice es, salir, hay que ir al encuentro, arremangarse la camisa, ponerse las alpargatas y salir a buscar y encontrar, no para tener más adeptos a la comunidad cristiana, si no por que los cristianos tenemos un gran mensaje, una buena noticia, que es esa experiencia de un Dios que nos ama, que quiere nuestra felicidad y que más allá de minimizarnos, nos plenifica el encuentro con él. En la medida que uno siente que puede salir al encuentro, compartir la vida, llevar el mensaje, y descubrir que no es que voy a llevar a Dios por que está ausente en algunas realidades de estos barrios, si no que con mi experiencia y la que ya está en tanta gente sobre Dios, es sencilla, el que vive
en distintos barrios, en distintas situaciones de muerte, de dolor, de injusticia, sin trabajo, etc. eso provoca una mirada distinta. Y también siempre con una actitud, también la recalca el Papa Francisco, de mucha misericordia, nada de estar juzgando a los demás, cada uno vive la vida que puede vivir y como vivirla".
¿Puede que el Papa haya recuperado la humildad que perdió la Iglesia?
"También hablan de la sencillez, la humildad con la que el Papa se relaciona con la gente, los mensajes y la forma de hablar, que parece mucho más entendible, que se comprende mucho más, eso ha ayudado muchísimo y pienso que la Iglesia en Uruguay también está
en esa búsqueda de salir al encuentro, de anunciar el evangelio como buena noticia, que cambia la vida, con una actitud de cercanía, de fraternidad, de servidora. He venido al mundo no para ser servido, si no para servir, dice Jesús, la Iglesia es servidora de la buena noticia, de la verdad del evangelio. Y por otro lado, aunque muchas veces no parece, pero la realidad de la Iglesia en Uruguay en cuanto servidora, es muy grande, con los enfermos, con los niños de la calle, con aquellos que no tienen trabajo, con los hogares, con los comedores, con la educación formal e informal, buscando esta nueva civilización del amor, esta nueva sociedad, que sea más justa, más fraterna, la búsqueda del bien común sea lo
primero y no el egoísmo personal, donde arreglate como puedas".
¿Y hablando de justicia y fraternidad cómo procesa los cambios que el mundo de hoy impone a partir de los Gobiernos de turno en relación a temas que eran tabúes y que muchas veces rechazó como por ejemplo el matrimonio igualitario y otras leyes inclusivas?
"Hay un tema que siempre en la historia de la Iglesia se ha dado, y que es muy bonito, por que es una verdad, aunque muchas veces no pareció así, pero ha sido así, nunca fue un grupo de cátaros, de puros, de limpios, la Iglesia, si no que la comunidad cristiana, desde los inicios, vayamos a Jesucristo, el que había robado, la protistuta, aquel que era rechazado, el que estaba enfermo, el que era dejado de lado, lo incluyó, lo llevó dentro y le dio su lugar, su dignidad, recordemos lo que era la situación de la mujer en aquella época. La Iglesia desde siempre ha querido incluir y ha incluido, muchas veces aparece otra prensa sobre la situación y a veces no lo ha sabido hacer. Jesús fue el primer inclusor, por que plantea...".
¿Entonces es un problema de hombres?
"Exactamente, muchas veces son los integrantes de la comunidad de cristiana, pero no la comunidad no son solo las jerarquías ni los sacerdotes, es todo bautizado que quiere vivir una experiencia de Dios muy fuerte en comunidad con otro. Para todo cristiano, está
claro en el evangelio, todos son mis hermanos y todos somos hijos del mismo padre y puede ser que aquel que tiene esta orientación, aquel otro que hizo esta opción, aquel otro que todavía no descubrió el mensaje, pero todos tienen cabida en la Iglesia, por hijos de Dios. Evidentemente que después como comunidad cristiana y como toda institución, tiene un modo de relacionarse y de fidelidad a la buena noticia del evangelio. Cuando la sociedad no ve algunas cosas como un valor es cuando comienzan las complicaciones. Me
acuerdo cuando le preguntaron al Papa Francisco le preguntaron la situación de la mujer y lo está hablando continuamente, miremos lo que hizo Jesús con la mujer y el lugar que le dio. Cuando le preguntaron sobre la situación de los hombres y mujeres con determinada opción sexual, bueno pero ¿quién soy yo para juzgarlo? dijo. Esa nueva mirada no de dictaminar sentencia, si no de salir al encuentro sin traicionar la verdad, pero siempre con
misericordia, es lo que la Iglesia está haciendo en el Uruguay, me parece, más concienzudamente, con mayor conciencia. También la Iglesia tiene pensadores, se reflexiona, se piensa, se reza, se hace discernimiento, se busca la verdad frente a este problema. Hay algunas cosas que son muy claras, por que brotan del evangelio, el no al aborto, por que es un sí a la vida lo que dice Dios, y aquí, allí, hoy y siempre, seguiremos diciendo no al aborto. Otras cosas se pueden dialogar, por que la sociedad necesita dialogar. Pero lo que brota del evangelio, el amor a la vida, el único dueño es Dios y no hay otro, y nadie tiene derecho a quitarle la vida a nadie, por el motivo que sea, desde el instante de la concepción en adelante sostenemos que hay vida y por lo tanto eso merece ser respetado y valorado, eso no se pone en tela de juicio".
Imsible de regardear tanta explicitud en el tema