(por Aldo Roque Difilippo) Lo conocimos en la década de los años 90, como no podía ser de otra manera entre bambalinas, trabajando por poner en escena una obra de teatro, y seguimos tratándolo y conociéndolo a lo largo de estos años donde lo vimos afrontar los desafíos que se le presentaban con la vitalidad y alegría del que está realizándolos por primera vez. También con una frontalidad a veces descarnada, porque presumimos que él entendía que así debía asumirse las cosas vitales. Las de su materia, el Teatro, pero también los temas y las causas sociales en las que se comprometió, y también los temas políticos.
Pasar por Santa Catalina en épocas de elecciones era ver la imagen de la Iglesia, y junto a ella “la casa de Enrique” que se distinguía del resto por un alto mástil donde flameaba desafiante la bandera del Frente Amplio. Durante varios años, casi la única con esos colores en esa pequeña localidad de Soriano. Pero ese aspecto no le impidió a Enrique trabar amistad con personas de otras banderías políticas.
Director histórico, hasta hace apenas unas semanas, de su querido Grupo Teatral Cardona (Gruteca) que recientemente presentó una obra y lo tuvo a él, ya disminuido físicamente, pero entre bambalinas dando su aporte. Directivo de la Asociación de Teatros del Interior (ATI) que lo tuvo no sólo como activo socio, sino como constante trabajador en la concreción de los encuentros y bienales que lo llevaron a recorrer casi todo el Uruguay.
Sabedor del desafío que debía enfrentar cuando se le diagnosticó la enfermedad que, a la postre terminó con su vida, la afrontó con la frontalidad y entereza que lo caracterizó.
Sus restos están siendo velados en Santa Catalina. El cortejo partirá a las 16,20hs. para recibir sepultura a las 17horas en el Cementerio de Cardona.
Vaya desde la redacción de @gesor un saludo solidario a sus familiares y amigos.